Pues ya andamos de nuevo en la brecha, quién lo iba a decir. Otra temporada más, cargadas de ilusiones, al menos, en los que al menda lerenda respecta, y escribiéndoles en un día lluvioso (sí, he dicho lluvioso, lluvia, agua que cae del cielo, no sé si recordarán … pluvia en Vigo, estoy por grabarlo en vídeo y todo, no puede haber nadie en este mundo tan feliz) a la par que fresquito. Dispuestos a intentar no aburrirles en exceso. Veremos cómo va yendo la cosa.
Un verano que (hasta la fecha) ha servido para, deportivamente hablando, aparte de la gran pretemporada realizada, comprobar las acertadas repescas de Saúl y de “Don Álvaro”, aparte de para el fichaje de Witsel, todo lo cual pinta a ser una cadena de acierto tras acierto, las cosas como son. Marchó Wass tal y como vino, dejándonos el golazo en el Carranza y convirtiéndose en uno de los fichajes más paranormales de la historia de este bendito Club (si es que en dicho Club hay algo que pueda más o menos rondar la normalidad, que también está por ver). Dicho esto, la intranquilidad estará presente hasta el 31 de Agosto, ya sabemos también perfectamente cómo funciona hoy en día todo este mundillo, máxime cuando el par de ladrones compulsivos siguen manejando la nave (recuerden, el Club, el Escudo, el Estadio, ya hasta la camiseta) … Pero va a ser un año muy extraño, nadie apenas ni nos nombra, no existimos, no contamos, un Mundial de por medio … Si. El Atleti se desenvuelve como pez en el agua en dichas circunstancias. Nos conocemos bien.
Y comenzó ayer la temporada en el Coliseum Alfonso Pérez, el cual, vista la espantosa realización del partido a través de la maldita televisión (el concepto de zoom de la cámara principal debería de estar extrañamente desactivado, no me quiero empezar ya a calentar en exceso), más que Coliseum era el Maracaná, lo menos. Siento un montón la grosería, pero o veo menos que una polla metida en un termo, o me costó un horror distinguir un solo jugador nuestro sobre el campo o siquiera el destino del balón. Más le vale, señor Tebas, que en sus amadísimos EEUU se viese dicho encuentro algo mejor, porque no me puedo explicar cómo una retransmisión desde un campo tan pequeño como el getafense se puede realizar de una forma tan dejadamente lamentable y tan poco cuidada como la que tuvimos que padecer ayer. No sé si será cosa de Vomistar, Orange, el puto Dazón ese … Pero fue un martirio chino.
Y menos mal que el encuentro no salió como se esperaba. Ya saben. Que esta es otra. Imagínense por un momento que dicho encuentro se hubiese jugado un 15 de Agosto en Madrid a dicha hora (19,30 h., casi ná, primo) con los 38-39-40 grados de rigor, que se lleva padeciendo en la Capital del Imperio durante todo el verano. Añádanle la fama de “entrenadores tácticos” (definición claramente despreciativa de los meacolonias sobre el juego de determinados equipos cuando les hacen pupa a los suyos y dicen que no los aguantan) y demás pamplinas, que nos defienden nuestros respectivos banquillos, y la combinación final hubiese sido mortal de necesidad para las pobres almas ayer presentes en dicho “Coliseum”. Menos mal que la temperatura calmó, y ambos equipos disputaron el mismo con un ritmo tan infernal como las gargantas de los desplazados colchoneros marcaron, es decir, de manera pletórica y a un ritmo extrañamente diabólico en las alturas de temporada en que nos encontramos.
Porque el Atleti realizó un primer tiempo ejemplar, decidido, mandón, con personalidad, con una circulación de balón a una velocidad sencillamente endiablada, dando un recital de cómo se juega al fútbol desdoblándose, ofreciéndose todos los jugadores tanto en acciones ofensivas como de presión, y todo esto realizado con una precisión en el toque del balón como si de una máquina del mejor de los relojes suizos se tratase. Una auténtica delicia verles así.
Al primer cuarto de hora empezó a dar el primero de sus frutos dicho recital. Maravillosa acción combinativa entre Saúl, Lemar y Joao, éste cede el balón a “Don Álvaro” y el madrileño remata al primer toque de forma sutil e inapelable al fondo de la meta defendida por Soria. La máquina rojiblanca, perfectamente engrasada y en su máximo esplendor.
Y, dichas todas estas alabanzas y loas a nuestro equipo del alma, ojo, que el Getafe no me disgustó en absoluto. Tiene un puñal en banda derecha (un tal Juan Iglesias) que nos martilleó por su zona de acción de juego con una serie constante a la par que precisa de grandes centros hacia el área, uno de ellos rematado de forma bastante compleja por el cervatillo del Mayoral, casi desde el lateral del área pequeña, botando el balón como un par de veces en el césped antes de repeler finalmente en la parte superior del larguero. La primera parte acabó en susto, pues, pero con la satisfacción del deber bien realizado, entiendo, por ambas escuadras, dentro de las limitaciones y posibilidades de cada una.
En la segunda parte el equipo local salió con más empuje y presión atacante, pero el Atleti no se aculó en su área como excesivas veces solía acostumbrar, y no perdió nunca la cara ni la ambición de buscar matar el partido a la contra.
Como prueba del mejor arranque del Getafe, sin embargo, fue un balón que robó Mayoral aprovechando la hora del té que andaban tomándose Savic junto con Koke, vio el desmarque de Unai, este se cerró portería al entrar en el área y al final marró la excelente ocasión que tuvo mandándola a Leganés.
Poco después, sin embargo, y también como prueba de las intenciones reales colchoneras, Mitrovic le hace un regalito al gran Joao Félix, éste sirve una asistencia maravillosa a lo Laudrup sin mirar hacia “Don Álvaro”, se interna en el área y fusila a placer de nuevo a Soria, poniendo el delirio en dicho fondo atacante del Atleti, en dónde se encontraba toda la hinchada rojiblanca alé (o más bien roja, que vi cantidad de peña con ella puesta), te queremos Forza Atleti aleee … Uooo … 0-2, y la cosa se medio sentenció (minuto 60 de juego).
A continuación, al Cholo le dio por sacar a un tal Carrasco, a un tal de Paul, y al dorsal número 8 (casi nada al aparato) así, como si tal, y claro, si tu eres nuestro rival, ves que te acaban de clavar el 0-2, sabes cómo solemos defender nosotros, compruebas cómo andamos jugando, y encima, aparecen esos miuras, pues lo normal es que te dejes ir un poco del encuentro, y ponerte a rezar “virgencita, azulita, que me quede como estoy”.
Y si no es por “SuperIglesias”, que le quitó un balón pintiparado al proactivo Carrasco cuando iba a remachar solo dentro del área, pues ni les encuentro. Y si, encima, de nuevo el tal Iglesias vuelve a poner otra asistencia descomunal al Mayoral de nuevo, y éste no la remata con los ojos cerrados de cabeza echando el balón fuera cuando lo tenía todo para haber puesto el 1-2 en el marcador e intentar meterse de nuevo en el partido, pues fíjense ya. Para qué queremos más.
Y ahí está el problema. El Atleti sí que quería más. El dorsal número ocho se empieza a quitar el lastre del gol anotando un tanto muy suyo, conduciendo el balón durante buena parte del campo con velocidad, elegancia a la par que prestancia, en definitiva, clase, y que terminó rematando también de una forma muy particular suya de un zurdazo desde fuera del área rasito y ajustado al palo poniendo el 0-3 definitivo en el marcador. Otro nuevo golazo, va.
Y Joao pudo conseguir el 0-4 (lo mereció el portugués, vaya que si lo hizo) pero su picadita la repelió Soria con su buena salida, poco después ya del 75 de juego. Y faltando 5 minutos entran Correa y Cunha. Ya ni les cuento. Aquello pintaba tragedia pero de verdad para los azulones. Sinceramente, tampoco la merecieron. La cosa acabó con una falta al borde del área lanzada por el ínclito dorsal número 8, la cual el portero getafense repelió como si de una diana se tratase, y aquí paz, y después gloria.
Y uno ahora es cuando se pone a soñar: si el Cholo es capaz de saber manejar los egos de todos estos tipos, si reparte minutos con justicia y equidad, si los niñatos millonarios son capaces de centrar sus neuritas en post de un objetivo final común, si entienden la filosofía de que lo que cuentan es la calidad de los minutos que disputen, y no la cantidad, y, sobre todo, llega de una santa vez el dichoso 31 de Agosto, sin más sobresaltos, pues eso … Que la ilusión de todo buen Atlético se dispara, y no encuentra un final. Decididamente, demasiado pronto para dejarse llevar, así que, de momento, disfrutemos del presente, y, eso sí, sigamos muy satisfecho de que el Getafe siga sin ganarnos un solo duelo desde que anda Don Diego Pablo con nosotros. Porque eso: las tradiciones están para cumplirse.
EL CRACK DEL PARTIDO:
Estupendos todos la verdad. Me encanta la tranquilidad y la limpieza en la salida del balón que nos aporta Witsel, muy bien Saúl, muy bien Koke, bien Lemar, bien Nahuel Molina (aún con automatismos que mejorar en defensa, eso sí), maravilloso “Don Álvaro” (les hablaré un poquito más delante de él, estrenamos sección, señores), descomunal Reinildo, y el mejor de los mejores, para Delicatessen Joao Félix. Está fresco, rápido, con personalidad insultante, técnica depurada, le tiran mil veces, sí, pero se levanta otras mil como si nada, asistencias, juega y hace jugar … No tengo techo con este chaval y las sensaciones que me produce cada vez que le veo jugar así, la verdad. De verdad que no.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
Que no es todavía 31 de Agosto. Queda mucho tour, por desgracia.
ÁRBITRO:
Sánchez Martínez. Como sus apellidos. Pasan inadvertidos (ósea, muy bien).
TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (0 GRADOS).
Partido de obligado cumplimiento, es más que obvio, señorías. El Cholo nunca pierde en la primera jornada, el rival es nuestro muñeco favorito de pim-pam-púm fuego ... No me empiecen ya con los quilombos, boludos. Que ya nos conocemos todas.
EL RINCÓN DE DON ÁLVARO:
Estrenamos sección, en la que vamos a ir analizando el número de goles de “Don Álvaro” en la presente temporada. La cosa viene porque uno suele sufrir extrañas caídas en la ducha, y en una de ellas, me dio por apostarme con algunos de mis Hermanos Frentistas el número de goles que va a marcar este año el citado jugador (siempre y cuando ya saben … El dichoso día 31, el propio descerebrado jugador y el dúo de mangantes sin frontera del palco no hagan de las suyas, sé que son demasiados condicionantes, pero bueno, somos del Atleti, sin riesgo no somos peligrosos). Por supuesto, tengo a toda la muchachada dándome palos a diestro y siniestro por tal circunstancia (y llevarán razón, no lo niego) pero, de momento, esto es lo que empieza a haber:
| EL RINCÓN DE DÓN ÁLVARO | |
MAL NECESARIO | CHICHARRITOS A GO-GÓ | COMPETICIÓN QUE DIGNIFICAMOS |
Cádiz | 1 | Trofero Carranza |
Getafe | 2 | Campeonato Nacional Liguero |
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Total Chicharritos: | 3 | |
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Mi apuesta es que mete entre 15 y 20 goles. Mis excépticos Hermanos dicen que ni en pedo. Ni que decir tiene, como pase Alvarito de dicha cantidad, uyyy, que temporada más larga les espera a unos cuantos … ¿en qué consiste la apuesta? Ni idea, pero ya se me irá escurriendo algo. De momento, les tengo acojonaditos. Ya veremos, que dijo un ciego.
Y el domingo, el Vila-Real. Uno sigue estando de vacaciones. Uno tendrá que volver a soportarlo por televisión. Uno seguirá más ilusionado que aún anda hoy. Uno está deseando ya volverte a ver. Y es que uno, es del Atleti, y ya saben lo que eso implica … “Contigo siempre voy a estar”.
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