La leyenda continua. La maldición que no cesa. Inicio de la segunda vuelta ya, y sigo sin ver ganar al Atleti en el puñetero páramo ni por asomo. Y ojito, está vez tiré de manual. Pillé el Metro disciplinadamente, utilicé mi “dress-code” (asco de palabrita, Dios Santo) de toda la vida, me bajé en Canillejas, fui andando hasta el campo, tomé una simple birra por el camino y entré al mismo en tiempo y hora. Encima, el rival era el Getafe, equipo al que llevábamos veintitantos partidos seguidos ganando, creo recordar. ¿Qué podía salir mal? Pues ni puta idea, pero algo se me perdió en el intento de ver ganar al Atleti. Otra vez.
Hablando del “dress-code” (la pinta que uno lleva de toda la vida, vamos), observé henchido de orgullo y satisfacción como cada vez somos más que usamos este tipo de vestimenta para ir al fútbol, a saber: un par de buenas zapatas, camiseta del Atleti, bufandita de rigor y … El inefable e insustituible pantalón de chándal, odiado por algunos, imprescindibles para otros. Todo el que va al fútbol así, está claro que anda preparado para el Rock and Roll. Y es que se ve cada cosa por ahí … Algunos hasta llevan sudadera del Racing de no sé qué antes que lucir nuestros propios colores. País.
Tras mi par de pajas mentales de rigor, hablemos un poco de fútbol, aunque en realidad, no hay gran cosa de la que hablar, no se me vayan a pensar. El partido fue sosaina, tirando a peñazo sumun. Eso sí, jamás se nos debieron escapar los 3 puntos, pero … es lo que hay.
El Atleti dominó en este primer tiempo, pero por ocasiones de gol me sale poca cosa para llevarse a la boca. Algún disparo por ahí de Diosito Grizzi que sigue emperrado en patear al rugby por dónde manda casi siempre el balón, el ya clásico también gol anulado a Morata por fuera de juego, la no menos clásica acción sobre el propio Morata dentro del área que ya no sabe uno ni a qué atenerse con él, la verdad (dice todo el mundo que penalti claro, pero yo no lo termino de ver), algún que otro disparo de Lemar desde fuera del área tan intencionado como intrascendente, un buen susto al final de este espesito primer tiempo de Ünal en un chutazo desde fuera del área fabuloso tras rechace de falta que salió lamiendo el palo de Jan, y aquí paz, y después siesta.
En la segunda parte el Atleti mejoró, acosó mucho más la portería rival y tuvo mucho más dominio, aunque solamente fuese algo más también de sensación de peligro que de ocasiones malogradas finalmente. La conclusión es que a la hora del remate final se nos nubla todo. Tuvo otra buena Lemar en un remate de cabeza a las manos de Soria, y en el minuto 15 de este periodo llegó la jugada psicodélica de la noche. En una de nuestras enésimas internadas por banda derecha, la defensa getafense despeja el balón, éste le cae de nuevo a Lemar al borde del área, saca un chutazo duro pero excesivamente centrado que despeja de nuevo Soria, el rechace le cae al Marginal Correa, y este bate, ¡al fin!, de forma sensacional al guardameta visitante.
Por supuesto, Mateu Lahoz anula el tanto por teórico fuera de juego (que finalmente no era). A su vez, el Cholo, con su estúpida manía de hacer cambios cuando un jugador acaba de hacer un gol, coge y le quita (el minuto 60 es lo que tiene para Simeone, es superior a sus fuerzas, está claro) al propio Correa y a Lemar, el VAR revisa la jugada, concede el tanto y todo el mundo se aturulla en el banquillo para celebrar el tanto con el argentino. Y digo yo, ¿No podías, al menos, haber esperado a saber si han concedido el gol o no, macho? ¿Tanta ansia tenías? Convencido me hallo de que si sabe que acaba así el desenlace final, no realiza dichas sustituciones ni mucho menos. Las cosas de Don Diego Pablo.
Posteriormente tuvimos una fantástica ocasión para sentenciar, en una gran jugada de Morata, que cedió el pase sobre Diosito, pero éste centro (probablemente ya cansado en exceso) fatal sobre Llorente, que andaba solo en el segundo palo. No es que sean goles cantados, pero si situaciones de gol claras desaprovechadas. Y esto nos sigue castigando como un martillo pilón día sí, partido también.
Y, para finalizar, lo que Saúl te da (Pamplona), Saúl te quita (Geta). La verdad es que es una jugada que de tonta que es (y de injusta, por otra parte) te termina poniendo de muy mal genio (estado habitual, por otro lado, del que con esto os castiga). Un centro a ninguna parte, un salto un tanto soez, una mano involuntaria del todo, pero, en los tiempos que hoy se estilan, penaltito que te crio, y que lanzó como mandan los cánones (fuerte, a media altura y ajustado al palo), Ünal (no es mal jugador el turco éste).
Finalizo. Minutos típicos a la desesperada del Atleti, galopadas de Carrasco descabezadas, remates de éste al borde del área que uno no tiene claro si se trata de un centro o de un disparo, Menphis que tuvo otra pintiparada en el descuento (paradón bestial de Soria incluido, y ojo, aunque se hubiese señalado inicialmente fuera de juego, no lo estaba, que lo contemplé luego bien clarito por la pequeña tontalla) y nada, que no hay forma de ver un puto partido este año ganado al Atleti como local. Por favor, admito sugerencias (ya les anticipo que el día del Athletic, de todas formas, no piso el campo). Puto Páramo, y puta maldición.
EL CRACK DEL PARTIDO:
El mejor fue sin duda Don Ángel Marginal Correa. Ye me encanta personalmente verle siempre aquí.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
El estado de tensión en que se encuentra el Metropolitano. La huelga de animación es totalmente justificada, correcto, pero (desgraciadamente, añado) es una batalla completamente perdida. Por supuesto, estamos en nuestro pleno derecho de protestar (solo faltaba) pero siento mucho la misma especialmente por Don Diego Pablo, que en cada rueda de prensa que le escucho desde que dicho estado de guerra civil se ha implantado por estos lares, le veo implorar y suplicar que volvamos a nuestra actividad. Estamos en una situación muy mala, y con difícil salida de la misma. A la dirigencia se la suda lo que hagamos o dejemos de realizar, es más, puede ver una ocasión pintiparada para lo que tanto desea: expulsar del Fondo a los Ultras y llenar la misma de “Flaneros”, con sus perritos, sus pizzas, su fanta de limón y el “Alabín, Albabán, Alabín, Bom, Bam”. En cuanto a los silbidos del resto del campo cuando se defiende nuestro escudo, o se ataca a los delincuentes del palco, ellos sabrán, pero, que yo sepa, nadie se pone a berrear cuando ellos (en buena lid también) deciden animar al equipo. ¿Conclusión? Este asunto va a ir a peor. Mucho peor. Y ojalá y me equivoque en todo.
ÁRBITRO: Mateu.
Pues como siempre. Sus charlas a los jugadores y a los técnicos para que le den sus minutos de gloria saliendo por la tele, y poco más, que el partido no tuvo tampoco mayores complicaciones que las ya relatadas.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 8 GRADOS).
Ya avisé que los tiempos de la barra libre habían acabado. Es del todo punto intolerable que nuestro campo sea como El Corte Inglés en rebajas. Aquí todo el mundo pilla tajada, y el Termómetro no anda para más tontadas, así que nueva bajada de 2 grados tocan.
Y el domingo, a Vigo, en donde parece que ser que nos han dado la friolera de 25 entradas para acompañar al equipo. Pues nada, que siga la fiesta, compadres. ¡Larga vida al Señor Tebas y sus compinches! … “Antic, Leivinha, Adelardo, Toni, Simeone, Griffa, Pereira” …
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