Tres de la mañana ya, y sigo
dando vuelta tras vuelta en la cama sin lograr dormirme de una santa vez. Mi
cerebro es abordado por un montón de preguntas, a las que no encuentro
respuesta alguna. ¿Cómo se nos puede escapar un partido como el de ayer? (vuelta
para un lado). ¿Por qué salimos siempre tan desenchufados del mundo al comienzo
de nuestros encuentros fuera de casa? (vuelta para otro). ¿Qué diablos le pasa a
Koke, puede que le esté influyendo el tema de la renovación? (tengo calor, me
destapo un poco). ¿Por qué el Cholo se lio a hacer cambios sin ton ni son,
cuando el Atleti tenía el partido más que controlado y se mascaba el gol de la
posible victoria? (Ahora tengo frío, joder). ¿Hay banquillo realmente? ¿Qué
pasa con Angelito, que suma últimamente tan poco? (tengo sed, dónde anda la
puta botella del agua). ¿Volverá a caminar algún día con soltura Memphis, o
seguirá pareciendo que cada pierna le pesa unos 200 kilos? (voy a por otra
pastilla para dormir, no puedo más). ¿Cómo puede ser el mundo tan sumamente
injusto y cruel, como lo ha sido hoy con el Atleti? (me desespero, no aguanto
más).
En la primera parte
especialmente, el Girona demostró fehacientemente por qué andan donde andan, y salieron
auténticamente endemoniados a por nosotros. Ni 30 segundos habían transcurrido,
y ya Dovbik pudo marcar tras asistencia de Savinho, que en este primer tiempo
nadie fue capaz de sujetarlo como Dios manda.
La siguiente embestida local, gol, cómo no, y
para no perder la costumbre. Valery controla un balón al borde del área, va
acomodando el mismo a su mejor posición para disparar con solo el seguimiento
de Witsel, y chuta colocado batiendo a Oblak a placer. No puede ser que un
menda remate así y no tenga a 5 tíos rodeándole alrededor, lo menos. De verdad
que no. Antes sí que lo hacíamos.
Pero reaccionó bien la
muchachada, no se dejó llevar esta vez y empezó a controlar la situación poco a
poco. Y en seguida, Don Álvaro empezó su recital ya habitual y anotó el
primer tanto en una asistencia de Griezmann tras un balón peinado de cabeza
(partidito que hizo el francés, madre, por cierto, el peor que le recuerdo casi
yo diría desde que está en el Atleti), que Morata se internó en el área y cruzó
ante la salida de Gazzaniga. Primer empate en el marcador.
Poco nos duró la semi-alegría,
sin embargo. A la media hora, Diosito da un pase algo comprometido hacia a
Koke, este se duerme pensando posiblemente en la puta renovación, le roban la
cartera, Iván Martín remató a bocajarro, Oblak atajó como pudo, pero el rechace
le cayó a Savinho que remachó a placer. 2-1, vuelta a empezar.
En el 32, sin embargo, vino la
jugada polémica de la noche, en un regalito del Girona, que de nuevo Griezmann
tardó un mundo en disparar cuando lo tenía todo a huevo para conseguir el nuevo
empate, y su disparo tardío final remachó en la mano de Eric García antes de atajar cómodamente el portero. ¿Penalti?
Ni hablar del peluquín, que no hay que perder las buenas costumbres.
Seis minutos más tarde, vino el 3-1, en una extraña falta (dicen que ensayada, yo no vi dicho trabajo táctico por ningún sitio, la verdad, fue un tanto bastante afortunado por parte de los locales), en un centro que Dvbyk no logra controlar bien, y el rebote se le queda muerto en el segundo palo a Blind, que remacha, de nuevo, a placer. “A placer”. Así se debería de llamar nuestra nueva forma de defender fuera de casa que tenemos este año. Sírvanse al gusto. No se nos corte nadie.
Y cuando
esto tenía muy mala pinta pero de verdad, una gran asistencia del fabuloso De
Paul hizo que Don Álvaro se lo guisase y se lo comiese en acción
individual poniendo el 3-2 en el tanteador. El Atleti se creció, el Girona no
podía con nosotros, Morata que consigue el empate, pero lo anulan porque tenía
adelantado un cordón de una bota sobre el último defensor local, y aún eso y
todo, ya en el 48, marró el propio Don Álvaro un gol más que hecho tras remate
anterior de De Paul. Qué extraño es este chico en algunas cosas, porque el
tanto que yerra era mucho más sencillo que los dos que consiguió anteriormente.
Las cosas de Morata. Con este resultado nos fuimos al descanso.
La segunda parte fue tan buena
como frustrante por parte de nuestro Atleti. Dominó, embotelló al rival, sacó
medio millón de córners (a cual más intrascendente, por cierto, qué
desesperación), tuvo infinidad de ocasiones de gol, aún más situaciones de gol claras para haber aprovechado un buen puñado de ellas, pero, las más de las veces, nuestros
delanteros a la hora de rematar se disfrazaron de Reyes Magos, y lo hicieron
portando regalitos a las manos del desbordado Gazzaninga. El primer Rey Mago
fue Diosito, luego Riquelme, venga dominar y dominar, hasta que, en el 53,
llegó el empate, de nuevo de Don Álvaro, tras una sublime acción individual de
De Paul. Obviamente, el equipo mejoró con el cambio que hizo el Cholo en el
descanso poniendo a Molina de lateral derecho (al fin, un lateral en su
posición), quitando al ayer también desesperante Lino del campo, adelantando a
Llorente en la banda (el chaval pone voluntad, pero conduce el balón como si
estuviese llevando un puto tractor en un sembrado, que falta de fluidez, de control y de clase tiene el puto Lechugo este, por Dios), y poniendo a Roro en la izquierda, en dónde
fue una auténtica pesadilla de cara al marco rival. Lo más difícil estaba
hecho, y no se nos podía escapar este partido bajo ninguna circunstancia, pero
claro, hablamos del Atleti, no de cualquier otro equipo en el mundo, y aquí
jamás puede uno decir de esta birra no beberé, y este partido lo voy a ganar.
Una ocasión clara tuvo el Girona
antes del gol final (si es que a esa última acción se la puede considerar una ocasión clara,
que esa es otra), en un remate durísimo de Dovyk que sacó su habitual y
poderosa mano sideral Jan para despejar (minuto 61 de juego).
Todo lo demás, y dominar, y
dominar, y volver a dominar, pero nada. Que no hay manera. A falta de un cuarto
de hora, Riquelme, que estaba en su salsa (y no me vengan con cuentos de
cansamientos, por Dios Santo, que son profesionales, coña) le quita el Cholo
por sacar al "en su mundo Correa". Malo. En el 84, de nuevo Don Diego Pablo quita
al brutal De Paul (estaba disfrutando como un gorrino en un lodazal, y manejando el partido a su puñetero
antojo, al igual que hizo el día del Sevilla cuando nos quedamos con 10), y saca
al cadáver del Memphis. Peor. Se acabó el Atleti. Luego ya se acojonó del todo en el
88, quiso conservar el empate sacando a Saúl y Azpilicueta y quitando a Morata
(cambio también estúpidamente hecho, por cierto) y al patético ayer Diosito
Grizzi (cambio estúpidamente no realizado mucho antes), el Atleti terminó ya de
esfumarse del todo, y en el descuento, un punterazo más que afortunado de un
tal Iván Martín, le sale el balón caprichosamente a la escuadra, y, por favor,
necesito quitarme cuanto antes de la cabeza el “movimiento” (por decirlo de una
manera suave, y desde el más que profundo cariño que le tengo) que hizo Koke
para defender dicha acción. Es superior a mis fuerzas, lo siento. No lo puedo
entender. Así que sí, 4-3 final, y broche de oro a esta película tan espantosa
como fue ayer "Crueldad Intolerable".
EL CRACK DEL PARTIDO:
Nuestra representación ayer en
grada, ese grupito de selectos entusiastas que había en el córner. Fue
sencillamente ejemplar cómo animaron y con qué entusiasmo durante el desarrollo
del mismo, a pesar de los bandazos que fue dando el equipo. Y la mayoría eran
críos, ojo. Sinceramente, me emocioné un montón con ellos.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
No voy a entrar en sesudos
análisis físico-tácticos, porque, básicamente, no tengo ni puta idea. Dicho lo
cual, defendiendo así, de verdad, es imposible ganar absolutamente nada. Pero
imposible del todo. Eso sí que lo sé. Otra cosita que sé también: ¿Witsel es
defensa? NO. ¿Llorente es lateral? NO. ¿Lino es lateral? NO. ¿Riquelme es
lateral? NI EN BROMA, VAMOS. ¿Hermoso es lateral? NO. Y hablando de más cosas.
¿Koke es un 5? NO. ¿Witsel lo es? Sí, pero le empleamos de central. ¿Cuál es la
única posición que el Cholo pidió reforzar en verano? UN CINCO. ¿Se le ha
reforzado? "EL CINCO ES BARRIOS". ¿Se le va a reforzar ahora? "EL CINCO ES
BARRIOS". ¿Por qué no se le hace ni puto caso en la única posición que pide
nuestro Míster reforzar? "EL CINCO ES BARRIOS". No hay más preguntas, Señoría.
ÁRBITRO: González al Cuadrado.
Salvo la acción del penalti que no les sale del nardo avisarle la puta chusma del VAR para que ni siquiera viese la mano, impecable arbitraje el suyo.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (11 GRADOS).
Partíamos de 15 grados, la
victoria con portería a cero del día del Sevilla provocan subida de 2 grados
más, nos ponemos en 17. Pero, tras lo de ayer, bajada de 3 grados por perder un
partido que debimos de haber ganado sí o también, nos ponemos en 14, y otros 3
grados menos porque es sencillamente inconcebible encajar 4 goles. Patético a
más no poder. ¿Conclusión? Nos quedamos finalmente en 11 grados … Y gracias.
A cuatro ya del objetivo marcado.
Pero estén tranquilos, que aún habrá gente por ahí que le siguen negando la
piel y la sal. Eso sí, anden tranquilos todos, que los delincuentes del palco
le sacarán buena tajada este mismo verano a su traspaso … si es que no lo hacen
antes. Es lo que tiene estar construyendo cada 5 minutos una nueva ciudad
deportiva del orto, aunque a los aficionados nos importe tres pepinos que
tengan playa, pistas de pádel, podamos hacer surf, puenting, o polling in
vinagrin.
Y el sábado, toca levantarse como
sea. Si la Copa del Rey siempre es sagrada para cualquier buen Atlético que se
precie, tal y como se nos anda poniendo el percal en Liga, es ya tanto Sagrada … como prioritaria. Déjense el alma, por favor. Hasta la última gota de sangre y sudor
en el campo.
2 comentarios:
Gracias Tomi, y ppr hacerla un día de entresemana que vuelva el mítico termómetro
Volverá ... El año que viene, y con más fuerza a la par que exigencia que nunca. Van a flipar pero en colorines esta vez.
Publicar un comentario