Pues hasta 15 hemos llegado. No
está mal, ¿No? Ahora a por los 16 y fuera. Lo que más jode no es la
derrota en sí, que está claro que más tarde o más temprano iba a llegar, sino
contra quién se produjo, todo muy fiel a nuestra "Indiosincrasia", cómo no. No fue
ni en San Mamés, ni en Barcelona, ni el Cuerna, ni el Pitzjuan, ni en Donosti …
Qué va. Tuvo que ser en el puto Butarque. Pero es que somos así, y ya está.
Nuestra historia está escrita llena de cagadas como esta, y no hay que darle
excesivamente más vueltas al tema de las que tiene. Aparte, el equipo realizó
una muy buena primera parte, en la que, si nos hubiésemos ido al descanso con
un 0-2 en el marcador, no le hubiese extrañado a nadie. Pero, esto está montado
así, y siempre el justo vencedor es el que logra un tanto más que el rival, así
que, si este argumento nos valió en Barcelona, por poner un ejemplo, también
nos tiene que valer en Leganés, por poner el segundo ejemplo.
Veníamos de realizar un gran
partido frente al Elche en Copa, encuentro que se venció con suficiencia,
solvencia y brillantez. Y la primera parte del pasado sábado el equipo siguió
mostrando su mejor faceta en el juego. Con personalidad, descaro, intensidad y
ratos de muy buen fútbol. Y un buen puñado de estupendas ocasiones. Pero ojo,
también ellos tuvieron las suyas.
Nada más empezar se pudieron
adelantar en el marcador, en un disparo de Juan Cruz que salió lamiendo el palo
desde dentro del área. Pero pronto pilló el control del partido el Atleti, y a
los 11 minutos, por ejemplo, ya creamos la primera gran ocasión, en un disparo
fantástico y colocado de Julián Álvarez que repelió la cruceta (el argentino
debería de disparar en muchas más ocasiones de lo que lo hace, de hecho). Un
par de minutos más tarde, nuestra banda derecha, que fue un auténtico martillo
pilón durante todo este primer tiempo, entre Nahuel y Giuliano, fabricaron una
gran internada de las suyas dejando mano a mano de nuevo a Julián Álvarez ante
Dimitrovic, pero cuando ya el gol se cantaba, providencialmente Nastasic salvó
el esférico sobre la línea.
A los 19 tuvo que lucirse esta vez Oblak, porque tras una lamentable cesión del desconocido ayer Le Normand sirvió para que un tal Miguel de la Fuente se plantase solo ante Jan, cuyo remate casi a bocajarro logro despejar con esas manos de acero macizo que tiene nuestro imperial guardameta.
Dos minutos más tarde, sigue el
carrusel de ocasiones por parte rojiblanca, y esta vez es Barrios quién prueba
fortuna desde fuera del área, pero su remate sale relamiendo en larguero.
Tranquis, que hay más. En el 26, otro balón al palo en un remate a bocajarro de
Griezmann tras gran asistencia de Giuliano. Para colmo de males, el segundo
remate del francés ya estando en el suelo lo salvó de manera funambulesca el
dichoso Mr. Proper pepinero ese, que no vean que tardecita que nos dio el
colega. ¿Quieren más? Venga, más. Minuto 29, Giuliano pone una chilena hacia el
área, entra más solo que le una Gallagher y su infantil remate de cabeza lo
repele, cómo no, también el larguero. Está claro que la pelotita no quería
entrar, oigan. Qué cosa más absurda de vida. Así que con el empate inicial nos
fuimos al descanso. El equipo tuvo falta de puntería, mala suerte, lo que
quieran, pero jugar, jugó telita de bien al fútbol, se pongan como se pongan.
La segunda parte, sin embargo, ya
fue otra cosa. De primeras, el equipo salió con una torrija considerable al
terreno de juego. Como cuando te has metido un cocidaco del 20 entre pecho y
espalda, y recién te levantas del siestorro. Empanaos, pero empanaos de verdad,
vamos. Y hasta el más tonto de los pepineros te puede hacer un reloj, y así nos
pasó. Forzamos nosotros solitos un extraño córner en un balón que cedió hacia
atrás De Paul, y que, increíblemente, Le Normand ni siquiera le dio por
intentar ir a por él para ver si no se producía el saque de esquina final. Se produjo,
Nastasic le comió la tostada pero a base de bien al bueno de Pableras, y, de
certero cabezazo, puso el 1-0 en el marcador. Espero que Barrios se haya visto
ya con detenimiento dicha acción, porque, seguramente, no encontrará ejemplo
mejor de cómo no se debe de defender a un menda a la salida de un córner.
Aprendamos la lección.
A partir de aquí, el dominio del
Atleti fue total, pero todo él realizado de una forma terriblemente alborotada
y desordenada, demasiado por impulsos, sin paciencia en la creación del juego
ninguna. Y aún así se crearon otro buen puñado de ocasiones más que llevarse a la
boca. Griezmann tuvo una buena falta al borde del área en el 53, que lanzó por
encima de la escuadra del equipo local (no entiendo por qué Julián Álvarez no
es quién se encarga de este tipo de acciones, la verdad). El Atleti se volcó
cada vez más sobre la portería del Mr. Proper, pero el Lega lanzaba contras con
bastante peligro, y tuvo un buen par de acciones para poner el 2-0 en el
marcador.
En el 81 pudo empatar Correa,
tras gran acción individual de Julián Álvarez, pero su colocado disparo se
marchó lamiendo en palo de la portería del melenas. Tres minutos más tarde la
tuvo Niño, que debutó con el primer equipo, se revolvió estupendamente dentro
del área, pero su disparo se marchó ajustado al palo.
En el 88 se produjo el penalti
por mano de Sergio González. Lo lanzó Diosito Grizzi, y es que ni siquiera fue
entre los 3 palos. Este tema es gravísimo, no por ya el fallo en sí (que también), sino
porque un menda que falla de cada 10 penaltis que tira, 4, no es de recibo
quién sea que se encargue de dicho menester. Diablos, que tenemos a Julián
Álvarez en nuestras filas, reitero. No es cuestión de crucificar a Antoine por
ello, pero no le quiero volver a lanzar una pena máxima más. Si tanto quiere al
Atleti como presume (lo cual no dudo ni por un solo instante) que ejerza de
buen colchonero como tal, y deje que otro desempeñe dicha función. Y no hay
más.
Bueno, sí. Hay otra doble más (ocasiones, digo), en la que Correita remató dentro del área a bocajarro del inconmensurable Dimitrovic, y el posterior rechace de balón lo remató Niño llenándose por completo de balón y mandándolo finalmente fuera cuando el gol parecía ya cantado. No me disgustó, a pesar de ello, el debut de Adrián pero en absoluto, vamos. Pero cuando el baloncito no quiere entrar, pues no entra. Más antiguo que el día en que se tomó su primer Gin-Tonic Don Enrique.
Así que con este resultado se
acabó el partido. Que bien metidita la tenían algunos, y que bien la van a
seguir teniendo metidita, como, por ejemplo, un tal Borja nosequé, Míster del
Leganés, que cuando se señaló la pena máxima, se dedicó a hacer el mayor de los
ridículos posibles haciendo gestitos hacia nuestro entrenador. Le recuerdo, mi
querido mequetrefe muerto de hambre, que Don Diego Pablo en ningún momento
habló de su equipo para nada, es más, elogió en la previa al Leganés y al
trabajo que supuestamente vos anda realizando, claro que, una cosa es el equipo
que le paga, y otra muy diferente el equipo que uno lleva en su corazón,
¿Verdad, cervatillo mío? Ojalá y te pudras en segunda, que es lo único que te
mereces. Y hasta aquí tu minuto de gloria, que tampoco uno puede andar
perdiendo demasiado el tiempo con determinados especímenes del tres al cuarto.
Ha sido un frenazo en seco, si,
pero queda mucho tour, y ya entrará de nuevo el baloncito, que nadie lo dude.
Así que, si fueron 15 partidos al final venciendo consecutivamente, desde
mañana empezamos la racha para que nuestro próximo récord se conviertan en 16.
Jugando como en la primera parte, no habrá problema en ello, créanme.
Árbitro: Melero López.
Malo de solemnidad. Otro del Club
de las tarjetas caídas hacia todo bicho viviente rojiblanco (especialmente
sangrante la que le saca a Lenglet cuando no hizo ni falta el francés, y que
acarrea suspensión, por cierto). En cuanto al penalti en sí, no he tenido
muchas ganas de analizar la jugada bien, la verdad, total, ¿Para qué? Dicho
esto, si el balón le da en la mano realmente al defensor del lega, es un
penaltazo como el Calderón de grande, he dicho.
EL CRACK DEL PARTIDO:
Julián Álvarez. Exijo desde ya
que este muchacho tenga todos los galones habidos y por haber a la hora de
lanzar faltas peligrosas directas, penaltis y demás. Trabaja lo indecible, se
ofrece en todo momento y fue el que con más ideas lo intentó durante todo el
partido. Sigue yendo cada día a más, y lo que le queda, ya os voy anticipando.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
De verdad, que no logro entender
qué le pasaba el pasado sábado a Le Normand. No es que jugase mal, es que
andaba completamente descoordinado en todas sus acciones. Saltaba a destiempo,
no iba a por balones fáciles que eran suyos sí o también, despejó otros de una
forma esperpéntica para la clase que tiene. Sinceramente, parecía bajo los
efectos de alguna sustancia estupefaciente. Otra cosa no puedo entender.
En fin.
Nadie se puede ni imaginar lo que eché de menos al noruego
en la segunda parte frente al Leganés. En serio. Tengo una constante sensación
de amor-odio con este jugador. Ni contigo, ni sin ti.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 2 GRADOS).
Tenía más que asumido y mascada esta derrota, por lo que, la
doy por “válida”, y no toco el Termómetro de momento. Dejémoslo estar, va …
Y mañana, Champions frente al
Leverkusen. Partidazo total entre 2 de las escuadras más en forma en Europa en
estos momentos. Hay que ganar, claro que hay que ganar. Estos partidos dan
prestigio, tradición y los ve medio mundo, así que no podemos fallar. Que la
fuerza de Red Bull nos acompañe … “Llevo en mi
piel, tu escudo tatuado, si nos caemos, combato y me levanto” …
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