Ya advertí que lo del día del Barsa podría ser un espejismo. Y a tanto no llego, pero nos sigue faltando mucho camino por recorrer. Debemos de saber que no es lo mismo presionar que recular. Tenemos que ser conscientes de que, cuando tenemos el balón, hacemos mucho daño (la salida en tromba ayer del Atleti lo demostró), metemos goles (el Niño metió un gol de nueve puro, por ejemplo).
Tenemos que ser conscientes de que cuando se presiona, se puede contragolpear de forma tan magistral como en el segundo tanto obra de Kezman (pase perfecto del Niño y fenomenal galopada del serbio batiendo sin remisión a Riesgo). Y si, encima, nos faltan los 2 pilares básicos de nuestra defensa (Pablo y Perea), pues chico, teniendo, encima, el rival, un pedazo de nueve como Kovacevic, es un auténtico suicidio, como así sucedió, de hecho, el no realizarlo y recularte de la manera tan simplona y triste como hizo ayer el Atlético.
Pero no sería justo, independientemente de lo anteriormente citado, centrar solamente esta crónica en la actuación de mi Atleti. Recuerdo una conversación con mi amigo Rafita la temporada pasada, en la que me comentaba, después de la soberbia remontada del Athletic en San Mamés frente a Osasuna, que él admiraba profundamente la forma de jugar que tiene el Athletic en casa. Yo ayer incluiría, en general, a los equipos vascos, visto lo que ví en Anoeta.
Porque es muy jodido, después de ir no sé si el último en la clasificación y de que te remonte un partido el Mallorca y te meta 5 goles, levantarte (o mejor dicho, no terminar nunca de derribarte) cuando te pones con un 0-2 a los 20 minutos en contra frente a un equipo que sabes que viene, encima, de acabar de haber tumbado al campeón. Y ahí residió la clave para la Real. No se fue del partido en ningún momento, y, por qué no decirlo, realizó una segunda parte de ensueño. Y he leído por ahí que fue a base de pelotazos. Rotundamente mentira. Precisamente todo lo contrario. Fue raseando el balón, jugando siempre con criterio el mismo, con velocidad, con profundidad, con fe, con agresividad (sin confundirla con violencia) y, por qué no decirlo, con cojones, qué carallo. Por eso fue justa vencedora del encuentro.
Y, aún así, en los poquitos ratos en los que tuvimos el balón en este segundo periodo, seguimos haciendo mucho daño. Un larguero que no entró porque no quiso Dios del Niño en remate a bocajarro, un palo de Petrov, otra buena oportunidad del búlgaro ... Hablando del Petrov (que es un auténtico crack), para mí, está un tanto desaprovechado. Debería el equipo de enterderle y jugar más veces con él, pero vamos, entiendo que esto será una simple cuestión de tiempo.
Un último apunte: no se pueden perder 2 partidos consecutivos, uno en el minuto 94 (a pesar de la clamoroso cabezazo de ese jugador torpe como pocos denominado Capdevila), y otro cuando a falta de 6 minutos vas ganando 1-2. El pasado domingo, la afición del Calderón estuvo animando hasta el último minuto del encuentro frente al Barsa, y, si cabe, en los últimos 5 minutos del partido, la animación fue sencillamente inconmensurable, dándolo absolutamente todo las gargantas que se dieron cita allí. Pues, señores, si quieren seguir llevando esa camiseta y portando ese escudo, deben de ser consecuentes con la gente que está detrás de ustedes. Si no lo hacen, sencillamente, sobran. Ténganlo en cuenta para futuras ocasiones.
Tenemos que ser conscientes de que cuando se presiona, se puede contragolpear de forma tan magistral como en el segundo tanto obra de Kezman (pase perfecto del Niño y fenomenal galopada del serbio batiendo sin remisión a Riesgo). Y si, encima, nos faltan los 2 pilares básicos de nuestra defensa (Pablo y Perea), pues chico, teniendo, encima, el rival, un pedazo de nueve como Kovacevic, es un auténtico suicidio, como así sucedió, de hecho, el no realizarlo y recularte de la manera tan simplona y triste como hizo ayer el Atlético.
Pero no sería justo, independientemente de lo anteriormente citado, centrar solamente esta crónica en la actuación de mi Atleti. Recuerdo una conversación con mi amigo Rafita la temporada pasada, en la que me comentaba, después de la soberbia remontada del Athletic en San Mamés frente a Osasuna, que él admiraba profundamente la forma de jugar que tiene el Athletic en casa. Yo ayer incluiría, en general, a los equipos vascos, visto lo que ví en Anoeta.
Porque es muy jodido, después de ir no sé si el último en la clasificación y de que te remonte un partido el Mallorca y te meta 5 goles, levantarte (o mejor dicho, no terminar nunca de derribarte) cuando te pones con un 0-2 a los 20 minutos en contra frente a un equipo que sabes que viene, encima, de acabar de haber tumbado al campeón. Y ahí residió la clave para la Real. No se fue del partido en ningún momento, y, por qué no decirlo, realizó una segunda parte de ensueño. Y he leído por ahí que fue a base de pelotazos. Rotundamente mentira. Precisamente todo lo contrario. Fue raseando el balón, jugando siempre con criterio el mismo, con velocidad, con profundidad, con fe, con agresividad (sin confundirla con violencia) y, por qué no decirlo, con cojones, qué carallo. Por eso fue justa vencedora del encuentro.
Y, aún así, en los poquitos ratos en los que tuvimos el balón en este segundo periodo, seguimos haciendo mucho daño. Un larguero que no entró porque no quiso Dios del Niño en remate a bocajarro, un palo de Petrov, otra buena oportunidad del búlgaro ... Hablando del Petrov (que es un auténtico crack), para mí, está un tanto desaprovechado. Debería el equipo de enterderle y jugar más veces con él, pero vamos, entiendo que esto será una simple cuestión de tiempo.
Un último apunte: no se pueden perder 2 partidos consecutivos, uno en el minuto 94 (a pesar de la clamoroso cabezazo de ese jugador torpe como pocos denominado Capdevila), y otro cuando a falta de 6 minutos vas ganando 1-2. El pasado domingo, la afición del Calderón estuvo animando hasta el último minuto del encuentro frente al Barsa, y, si cabe, en los últimos 5 minutos del partido, la animación fue sencillamente inconmensurable, dándolo absolutamente todo las gargantas que se dieron cita allí. Pues, señores, si quieren seguir llevando esa camiseta y portando ese escudo, deben de ser consecuentes con la gente que está detrás de ustedes. Si no lo hacen, sencillamente, sobran. Ténganlo en cuenta para futuras ocasiones.
SOBRESALIENTE: La Real Sociedad en sí. Realizó un auténtico partidazo, con momentos de auténtico fútbol de ensueño, en mi humilde entender. Aranburu, Kovacevic, Prieto, Nihat ... Todo el equipo en sí merece el mayor de mis aplausos.
NOTABLE: Velasco. Ya le quise destacar el día del Barsa y se me pasó, e hizo un partido soberbio, al igual que ayer. A ver si al final las lesiones les respetan de una puta vez.
APROBADO: Kezman. Ójala y no me equivoque, pero estoy convencido de que se va a inflar a meter goles.
SUSPENSO: Gabi. Mucho tiene que mejorar nuestro canterano si quiere jugar en este bendito club. Debe de tener muchísima más personalidad en el terreno de juego (como la que está demostrando Luccin este año, por ejemplo), participar mucho más en él, sacrificarse mucho más en defensa ... en definitiva, no dejarle todo el marrón del peso del centro del campo al francés, porque, entre otras cosas, no es un Dios que pueda estar en todos lados, contruir él solito y robar balones él en exclusiva. O eso, o que venga el Mascherano ese en Diciembre. Él elige.
ÁRBITRO: Texeira. Fenomenal actuación. Sus linieres, no tanto, pero bueno, visto el arbitraje que tenemos en España, es para estar contento y todo.
-- Un saludo.
Tomi. Frente Atlético. Sección Baramba.
SI EL ATLETI LO ES TODO, TODO ESTÁ JUSTIFICADO.
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