Al menos, el que más calidad técnica tiene en sus jugadores (especialmente en su medular) y el que le mejor supo manejar los "tempos" de la eliminatoria. Aún así, el cambio de actitud en los jugadores del Atleti es algo sumamente evidente, y, al menos, demostraron que, tras el partido del Betis, siguen mejorando en su juego.
Una lástima, porque de salida, la predisposición de los míos fue fantástica. Pero, como suele ser norma de la casa, en la primera ocasión en la que llegó al área el rival, se transformó en el tanto de Cani (bastante hizo el gran Falcón con rechazar el primer remate), tras una brillante acción individual de Ewerthon (pesadilla local junto con el canterano, menos mal que al brasileño afortunadamente Víctor Muñoz sustituyó en el descanso, precisamente cuando más daño nos podría haber hecho).
Ni media hora llevábamos de juego, y ya nos pusimos 2-0 en contra, jugadón incluido de Cani, en una acción en la que ese inútil convulsivo del Velasco tiene buena culpa de que se produjera, al quedarse protestando a Pérez Lasa que se le cayó la bota (tu sigue protestando si eso, gilipollas, mientras, el rival, seguirá batiendo nuestra meta).
La clave de que no terminásemos, sin embargo, de entregar el encuentro, vino producida en una buena acción individual de Galleti que César rechazó y Kezman aprovechó para demostrar lo que es, un auténtico cazagoles. 2-1 que albergaba alguna esperanza rojiblanca, aunque en este primer tiempo los maños tocaron mejor el balón, con más sentido y su circulación de juego fue mucho más fluida que la nuestra.
La segunda parte fue otro cantar. El Atleti salió a morder, generó 2 buenas ocasiones de gol, contrarrestrada por un paradón de Falcón en un mano a mano frente a Diego Milito, y producto de esta superioridad colchonera llegó el tanto del empate, en una jugada en la que el Niño sacó petróleo a base de casta y Galleti terminó de rematar y poner el justo empate en el marcador.
A partir de ese momento el Atleti leyó fatal el encuentro, porque jugó con muchísimo corazón, sí, pero con poquísima cabeza, lo cual facilitó muchísimo las tareas defensivas de los maños. Es incomprensible que a un equipo con unos laterales tan "cortitos" como el que tiene el equipo local no se le intente meter mano por ahí, precisamente, por su punto más débil. Nos dedicamos a bombear balones sin ton ni son, el equipo se desordenó un montón (¿Qué cojones hacía Petrov al final jugando de pivote, o, mejor dicho, qué cojones hacía Petrov ayer jugando el encuentro?) y se quedó latente, una vez más, nuestras infinitas carencias técnicas. Porque, no nos engañemos, jugadores que sepan tocar el balón y con visión de juego tenemos a Ibagaza (que se dejó el alma en cada balón, y que jugó intentando dar él la salida al balón desde atrás, es decir, en donde pierde todo su peligro), un poco al Niño, a pesar lo horroroso de gran parte de sus controles ... y poco más. Y así es muy difícil poder intentar construir nada, máxime frente a un equipo tan sumamente ordenado como son los maños.
Buena culpa de todas estas carencias técnicas las tiene el Sr. Toñi Muñón y su lamentable selección de jugadores. Siempre busca la fuerza en los mismos, nunca detalles como la calidad, la clase ... Y me temo que el prototipo de jugador-cantera que tenemos es el mismo. Así nos luce el pelo, evidentemente.
En definitiva, un día triste (otro más) para cualquier auténtico Atlético que se precie. La Copa se nos ha ido, y, para colmo de males, me temo que no estamos en condiciones para decir eso de ¡Viva la Liga!
Una lástima, porque de salida, la predisposición de los míos fue fantástica. Pero, como suele ser norma de la casa, en la primera ocasión en la que llegó al área el rival, se transformó en el tanto de Cani (bastante hizo el gran Falcón con rechazar el primer remate), tras una brillante acción individual de Ewerthon (pesadilla local junto con el canterano, menos mal que al brasileño afortunadamente Víctor Muñoz sustituyó en el descanso, precisamente cuando más daño nos podría haber hecho).
Ni media hora llevábamos de juego, y ya nos pusimos 2-0 en contra, jugadón incluido de Cani, en una acción en la que ese inútil convulsivo del Velasco tiene buena culpa de que se produjera, al quedarse protestando a Pérez Lasa que se le cayó la bota (tu sigue protestando si eso, gilipollas, mientras, el rival, seguirá batiendo nuestra meta).
La clave de que no terminásemos, sin embargo, de entregar el encuentro, vino producida en una buena acción individual de Galleti que César rechazó y Kezman aprovechó para demostrar lo que es, un auténtico cazagoles. 2-1 que albergaba alguna esperanza rojiblanca, aunque en este primer tiempo los maños tocaron mejor el balón, con más sentido y su circulación de juego fue mucho más fluida que la nuestra.
La segunda parte fue otro cantar. El Atleti salió a morder, generó 2 buenas ocasiones de gol, contrarrestrada por un paradón de Falcón en un mano a mano frente a Diego Milito, y producto de esta superioridad colchonera llegó el tanto del empate, en una jugada en la que el Niño sacó petróleo a base de casta y Galleti terminó de rematar y poner el justo empate en el marcador.
A partir de ese momento el Atleti leyó fatal el encuentro, porque jugó con muchísimo corazón, sí, pero con poquísima cabeza, lo cual facilitó muchísimo las tareas defensivas de los maños. Es incomprensible que a un equipo con unos laterales tan "cortitos" como el que tiene el equipo local no se le intente meter mano por ahí, precisamente, por su punto más débil. Nos dedicamos a bombear balones sin ton ni son, el equipo se desordenó un montón (¿Qué cojones hacía Petrov al final jugando de pivote, o, mejor dicho, qué cojones hacía Petrov ayer jugando el encuentro?) y se quedó latente, una vez más, nuestras infinitas carencias técnicas. Porque, no nos engañemos, jugadores que sepan tocar el balón y con visión de juego tenemos a Ibagaza (que se dejó el alma en cada balón, y que jugó intentando dar él la salida al balón desde atrás, es decir, en donde pierde todo su peligro), un poco al Niño, a pesar lo horroroso de gran parte de sus controles ... y poco más. Y así es muy difícil poder intentar construir nada, máxime frente a un equipo tan sumamente ordenado como son los maños.
Buena culpa de todas estas carencias técnicas las tiene el Sr. Toñi Muñón y su lamentable selección de jugadores. Siempre busca la fuerza en los mismos, nunca detalles como la calidad, la clase ... Y me temo que el prototipo de jugador-cantera que tenemos es el mismo. Así nos luce el pelo, evidentemente.
En definitiva, un día triste (otro más) para cualquier auténtico Atlético que se precie. La Copa se nos ha ido, y, para colmo de males, me temo que no estamos en condiciones para decir eso de ¡Viva la Liga!
SOBRESALIENTE: Galleti por parte rojiblanca (gracias, Sr. Bianchi, por haber tenido a este jugador en el más absoluto de los olvidos). Un jugador que le da profundidad al equipo, que es peligroso en el disparo a media distancia y que demostró que puede ser muy aprovechable. Por parte del Zaragoza, sin lugar a dudas Cani. No le había observado yo casi nada a este chaval, pero me demostró tener clase por arrobas, un guante en su pierna y destrozó la cintura de Pablo y de Velasco como y cuando quiso. Quizás sea algo frío, sí, pero esa misma frialdad es la que le permite realizar jugadones como el que hizo en el 2º tanto.
NOTABLE: Ibagaza. Más de lo que hizo y trabajó no pudo haber hecho. Lo que no puede es él robar el balón, contruir la jugada, situarse de media punta y dar el pase genial para que lo remate alguno de nuestros delanteros. No es superman.
BIEN: Perea. Parece que la cura de humildad de banquillo surge efectos en determinados individuos. Kezman también estuvo bastante bien. Lo que no puede ser es que nuestros delanteros reciban siempre el balón de espaldas, porque así hay muy poquitos jugadores que sean capaces de jugar al fútbol ... Kiko, Kluivert, en sus buenos tiempos ... Pocos más he visto yo, desde luego.
SUSPENSO: Petrov. Fuera de sitio, sin intentar ni una sola vez los unos contra uno, soltando el balón a la primera sin ton ni son, como si le quemara, descolocado la mayoría de las veces, no disputa jamás un balón dividido ... Quién le ha visto y quién le ve. Se arrastró miserablemente por el campo.
ÁRBITRO: Esperpéntico, digoooo ... Pérez Lasa. Es tal el grado de equivalencia entre ambos nombres que siempre los confundo. Una simple muestra: Antonio López recibe un hachazo. Saca la falta rápida Ibagaza. Galleti recibe otro hachazo. El linier pita falta, el árbitro pasa de todo, Ibagaza le dice que por favor que se fije en su linier, que tiene el banderín levantado, y no solo pasa de todo el colega, sino que encima, el que se lleva la amarilla es Ibagaza. Ver para creer.
Un saludo.
Tomi. Frente Atlético. Sección Baramba.
ESA CAMISETA, NO LA MERECEIS.
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