Supongo que será cuestión de casualidades, sí. Debe de ser casual que el equipo realice infinidad de ocasiones de gol, desbordando por bandas principalmente, coincidiendo con el cambio de sistema y olvidándose del inútil trivote de las pelotas, especialmente para los encuentros del Calderón.
Simple casualidad debe de ser también en todo este buen juego la soberbia actuación del Kun Agüero, demostrando que es algo más que un simple titular, que tiene gol, que la mejor manera de poder adaptarse cuanto antes a nuestra liga es jugando encuentros como el del pasado sábado.
También, entiendo, debe de entrar en el mundo de las casualidades el "descubrimiento" de Antonio López como interior. Como no lo vengo yo diciendo desde hace siglos, que tiene profundidad, que tiene un guante en su pie izquierdo y que, encima, hasta mira y todo cada vez que centra. Y si encima, así podemos ir teniendo a Pernía para que vaya pillando confianza y empiece a tirar las faltas como la consiguió lanzar peinándola Ze Castro para lograr el empate, miel sobre hojuelas.
Por cierto, Ze Castro es una apuesta personal mía. Tiene calidad por un tubo, saca el balón como los ángeles y no se arruga. Dará mucho que hablar, y, si fuésemos inteligentes, traspasaríamos al traidor el año que viene y sacaríamos una buena pasta por él. Ese jugador jamás volverá a estar en ningún corazón de todo buen Atlético.
Casualidad también debe de ser el jugadón que, por fin, se marcó Fernando Torres ayer, yéndose de 3 rivales en un palmo de terreno y provocando el penaltazo que le hizo el mister Proper ese que tienen los putos azulejeros, y que transformó el citado jugador con su maestría habitual con que los tira últimamente (hermano, ya puedes dejar de leer).
Por cierto, Sr. Casino Loco. Estoy de acuerdo con usted en la no convocatoria del Niño Torres. Es evidente que no está en su mejor momento de forma, y, además, no le viene nada mal el descanso, ante la saturación de encuentros que lleva ya encima. Ahora, de eso a que tenga que "aprender" algo, media un abismo. ¿A qué tiene que aprender, Sr. Casino Loco? ¿A ser su máximo goleador mientras usted le ha convocado, logrando tantos decisivos que le salvaron su miserable culo, como por ejemplo, en Bélgica? ¿O tiene que aprender a ser el mejor jugador español durante el Mundial, dando la cara en todo momento con su juego y su trabajo? Será todo casualidad, qué duda cabe. Siempre, este hombre, tiene que soltar una coletilla final para tocar los huevos al personal, está claro. Y eso sí que no es casualidad.
También debe de entrar en el curioso mundo de las casualidades la verticalidad, la movilidad y el buen hacer de Jurado, entendiéndose a la perfección con Agüero, y su magistral asistencia en la perfecta definición del argentino consiguiendo el 3-1 definitivo. El día que juege de inicio habrá fuegos artificiales en el Manzanares y todo.
Todo esto que os he comentado se tradujo en un muy buen encuentro por parte nuestra frente a un Vila-Real que se vio desbordado por el vendaval colchonero, especialmente en el primer periodo. De nada les sirvió adelantarse en el marcador, porque el Atleti presionó de una forma muy agresiva y con muchísimo orden.
De todas formas, no me hagáis tampoco excesivo caso, porque todo esto que os he comentado deben de ser simples casualidades sin más, ¿Verdad, señor Aguirre?
EL CRACK DEL PARTIDO: Antonio López. Ya os vengo diciendo que está en un momento de forma espléndido. Fue una pesadilla constante para Barbosa, que realizó 3-4 paradas sencillamente espectaculares, y fue el mejor jugador amarillo, por otro lado.
LA DECEPCIÓN DEL PARTIDO: Riquelme. Fue completamente superado por el trabajo de Maniche y Luccin.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+6). Sube la temperatura colchonera, y se pone con 6 graditos. Parece que empieza a llover menos.
EL ÁRBITRO DEL ENCUENTRO: Pérez Burrull. Acertó en el penaltazo que le hicieron al Niño Torres y en la expulsión del bobito del JoseMaricón. Sin complicaciones.
¡Qué difícil, misterioso y complejo es el mundo de los entrenadores! Es algo que escapa a mi cortito entender ... En fin.
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Un saludo.
Tomi. Gruppo Baramba.
¡No me pregunten por qué
los colores rojiblancos
van con mi forma de ser.
Ni merengues ni marrones
a mí me ponen las rayas
canallas de los colchones.
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