A partir de ahora, con cada entrada que se saque para presenciar un encuentro en el Calderón, aparte de vender las almohadillas de rigor, deberían también de vender una camisa de fuerza, y, posteriormente, dar un servicio gratuito de ayuda psicológica, porque, como esto siga a este ritmo, vamos a salir todos más tarados de lo que ya por sí estamos. Como siempre, el guión fue muy parecido a lo que viene siendo el Atleti esta temporada: nos adelantamos muy pronto en el marcador ... y a sestear y verlas venir. Porque nuestro primer tiempo, salvo el gol del Maniche, sencillamente lamentable. Y el Valladolid, que salió al campo acojonado perdido, poco a poco fue creyendo en sus posibilidades y Víctor, un auténtico jugadorazo completamente infravalorado, consiguió el empate a la media hora de juego. Portazo a la primera parte.
La segunda, sin embargo, fue uno de los espectáculos más hermosos que se pueden contemplar en esto del fútbol. El Valladolid salió sin ningún tipo de complejos y, por momentos, nos dio un baile de tomo y lomo. Sin embargo, las mejores ocasiones fueron nuestras. Me dirán, y probablemente con razón, que las defensas de ambos equipos fueron calamitosas. Pues sí, para qué nos vamos a engañar. Pero bendito descontrol para los ojos, oiga. Es una bendición ver un encuentro de este tipo.
Así pues, empieza la movilocura: Sissi, nada más comenzar la segunda parte, pone el 1-2 en el marcador. Un minuto después, el Boss Maxi consiguió el empate a dos. No se retiren, que queda todavía mucha tela por cortar.
Poco después del empate, y con un Valladolid desmelenado, 2-3 en el marcador, obra de Llorente. Los jugadores de ambos equipos se picaron en ganar el encuentro, y aquello fue un vendaval de juego y ocasiones por parte de uno y otro equipo. Y el Boss era el que más por la labor estaba, y volvió a poner en el marcador el empate a tres.
A continuación, nos expulsan a Varela (que casi fue una bendición, la verdad, porque su banda fue un auténtico coladero, parecía la Gran Vía en vísperas de Reyes), y el equipo no pierde la cara. Aguirre no saca incomprensiblemente a Luis García, quita a Zé Castro por Forlán, y saca a Jurado, que se notó un mazo su presencia y aportó equilibro, velocidad y claridad de ideas. Butelle, por su parte, se hizo ayer simpatizante del Frente Atlético, porque vaya tela que portero tan sumamente malo e inseguro. El Valencia debería de penalizar al Valladolid si no lo saca cuando se enfrenten.
El Kun tuvo 2 goles hechos, pero por querer meter los tantos con tanta clase y sutileza, los acabó palmando. Y en el 92, una extraña jugada elaborada con máxima paciencia por Forlán, acabó en un centro que fue rematado en propia puerta por un defensa. Ver para creer, y delirio esquizofrénico en el Calderón.
Pero ojo, que el Valladolid no bajó los brazos, y aún le quedó tiempo para rondar 2 veces más nuestra portería con sumo peligro. El día del Sevilla merecimos empatar, y ganamos. El día del Vila-Real merecimos ganar, y perdimos. Ayer, sinceramente, por ocasiones merecimos vencer, pero por juego ni de coña. El Pucela hizo un segundo periodo sencillamente esplendoroso. Nosotros, eso sí, demostramos compromiso, sacrificio, que no nos vamos de los partidos y que adelante tenemos dinamita pura.
Francamente, he perdido ya la cuenta de los goles que llevo visto esta temporada en el Calderón. Probablemente, más que las 2 últimas temporadas juntas. Vaya momento he tenido para elegir ponerme malo de la tensión. No le diré al matasanos que soy socio del Atleti, porque fijo que también me lo quita. Y por ahí sí que no paso.
EL CRACK DEL PARTIDO: Boss Maxi, por nuestra parte, y Marcos, por parte vallisoletana. El primero es un seguro de vida. El segundo, fue una auténtica pesadilla.
LA DECEPCIÓN DEL PARTIDO: Francamente, en un encuentro así no quiero ni debo señalar a nadie, aunque Valera, la verdad, fue una monjita ursulina. Le salva que acaba de salir de una lesión, pero mira que tener que echar de menos al Seitarado ...
ÁRBITRO: No me acuerdo quién coño era (ha sido un fin de semana durísimo) pero para mí puso el listón muy alto con la expulsión de Valera. Ahí nos benefició descaradamente (si, lo he dicho bien, nos benefició, a buen entendedor ...).
TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (-2). Le subimos un par de grados, porque era un partido muy importante. De todas maneras, que nadie se engañe. Seguimos con temperatura bajo cero, y nos espera un maratón de encuentros que asusta al más pintado.
Pues nada, señores de marketing del Atleti, lo dicho: saquen ustedes camisas de fuerza rojiblancas. Se van a forrar.
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Un saludo.
Tomi. Grupo 51. GIn-Tonics Tour 2007-08
DALE ALEGRÍA, ALEGRÍA A MI CORAZÓN, LA LIGA DE CAMPEONES ES MI OBSESIÓN