“Sube a mi tren rojiblanco, su dulce chimenea te puede dar, algo que hace tiempo buscas tu, si controlas tu viaje, serás feliz”. Parafraseando a mis admirados Leño (con alguna que otra pequeña modificación por mi parte), pero es lo que más me recuerda el Atleti en estos momentos. Somos un tren cargado de esperanza, de ilusión, de fe, y con el que, los colchoneros, flipamos cantidad. Empieza los partidos arrancando poco a poco, tal y como hizo en Valladolid, hasta que va pillando velocidad y control, para terminar arrollando al contrario. Este es el AVE que tan sabiamente está conduciendo el Cholo.
En Pucela, salida un tanto contemplativa del equipo, sin pasar mayores apuros, sin crear tampoco demasiadas ocasiones, pero, sin darte cuenta, cada minuto que pasa va poniendo una chispa más de intensidad, más de presión, más de movilidad, y los primeros avisos te los suele dar a balón parado, comandados por ese revisor de lujo llamado Milinko Koke. Sus balones al área crean más pánico que una cédula de Al Qaeda dándose un rulo por Wall Street (o, por un centro comercial de Guinea, desgraciadamente). Ya hasta los defensores no saben muy bien cómo defender este tipo de jugadas y se rematan al larguero en propia meta, tal y como hizo Rueda en el primer aviso serio rojiblanco. Mientras, Manquillo empezó a ser una locomotora por su banda derecha, aprovechándose algún que otro excelente servicio de Gabi, por ejemplo. Lástima que no terminase de precisar ese pase final, que, por otro lado, tanto echamos de menos cuando no anda un tal Arda por el campo.
La segunda parte el tren rojiblanco pilló su máxima velocidad. Raúl García avisó con un testarazo a bocajarro (puesta, como no, ¿Por quién? Acertaron, Milinko Koke) que Mariño demostró que es algo más que un simple proyecto de gran portero. Al minuto, empezó la fies. Un centro de volea con el interior del pie majestuoso ¿De quién? Acertaron de nuevo, Milinko Koke, sobre Raúl García, y espectacular remate bombeado de este que se cuela sin remisión en la portería pucelana. Lleva ya 3 goles “todo lo que haces lo haces bien” Raúl. No es que el sábado hiciese un gran encuentro, pero chico, en el área es peligroso. Muy peligroso. Igual él no lo sabe, pero tiene alma de killer. Cosas de nueve puro.
Después, salió Arda, y empezó la barra libre. El hiperactivo Diego Costa avisó dos veces. La tercera no perdonó. Aprovechó una mágica asistencia también con el interior del pie derecho y al primer toque ¿De quién? Efectivamente, de Milinko Koke, quién si no, se quedó solo ante Mariño, y puso el 0-2 en el marcador y la tranquilidad total. El tren había llegado a su destino. Un viaje placentero, trabajado pero cómodo, solamente soliviantado por una acción individual de Osorio que fue a rematar a puerta después de regatear a Courtois, pero se topó con Manquillo (y, por si aca, tenía a Godín y a otro compi más tapando portería, “todos para uno, uno para todos”). Punto y final. Trayecto concluido.
“El tren, después de latir a velocidad, ya va lento a su final, casi tu sabes cuándo va a parar, si controlas tu viaje, serás feliz”. Soy feliz. El Atleti es feliz. Un tren imparable.
EL CRACK DEL PARTIDO: Milinko Koke. Recital va, recital viene. ¿Qué no está Arda? Ahí está él, para hacerse cargo de todo. Sube, baja, corre, remata, pone esos dardos envenenados a balón parado … El mejor “viaje” que te puedes pegar es verle a él sobre un terreno de juego.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Villa. El partido más flojo desde que está en el Atleti. Pasó completamente desapercibido. No es que jugase ni bien ni mal, es que apenas se le notó. Está un escalón por debajo del poderío físico que tiene este equipo, que, francamente, debe de ser jodido, muy jodido, aguantar a ese nivel partido sí, encuentro también. Las cosas como son. Démosle tiempo. Se lo merece.
ÁRBITRO: Álvarez Izquierdo. Sin complicaciones.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 22 GRADOS).
No se mueve. Parada de obligado cumplimiento. Además, esta temperatura es ideal. Se está cojonudamente así.
Y mañana, a esa hora que tanto me encandila de las 22 h., partido en el Calderón frente al “todos a una …”. Confiemos en la estabilidad del tren para seguir marcando destinos de forma victoriosa. “Si controlas tu viaje, serás feliz”. ¿A qué os he pegado ya el temazo para todo el día?
2 comentarios:
Raúl García tendría que ser titular. Está en racha, y eso que al Almería le podría haber metido unos cuantos. Aunque con los números en la mano, el Cebolla seguramente necesita menos minutos que nadie para hacer gol.
En el fondo este debate es bueno, cualquiera sale y juega bien. Incluso Mario, si está Krusty en la grada.
Joder que grande mi atleti ¡¡ , me permites que diga ¡ MI ATLETI NO ¡¡¡¡
Saludosssssssssssss ¡¡
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