Reconozco que empiezo a tener ya los brazos agotados de tanto nadar en solitario. La orilla ya está allí, la estamos divisando todos, pero estos últimos metros finales, siendo los más gratificantes, son también, sin lugar a dudas, los más sufridos de todos. Aún así, la inercia de verte ahí, tan cerca de todo, hace uno siga y siga nadando sin parar. Como nuestro Atleti ayer en Valencia, que aguantó una salida en tromba del equipo local, probablemente enrabietado tras su frustrante encuentro en la Europa League frente al Sevilla, y pronto ese proyecto de gran jugador que es Alcácer mostró sus armas en un disparo que salió ajustado al palo defendido por Courtois. Sin embargo, este Atleti otra cosa no, pero lo que es defender, lo hace memoria. Podríamos sacar a nuestros defensas con los ojos cerrados al terreno de juego y serían igualmente de eficaces y eficientes. Ya sé que el fútbol que está realizando últimamente no está enamorando a los talibanes seguralistas del mundo, pero, estos encuentros que nos quedan ya, pasa como con las finales o los derbis, no se deben de jugar bien. Se deben de ganar, punto. Y eso es lo que hace nuestro Atleti.
Ayer, respaldados por una legión de millares de seguidores colchoneros en Mestalla, se sacudieron poco a poco el dominio inicial che, y Villa dio el primer susto serio en un precioso remate a la media vuelta que salió lamiendo la escuadra defendida por Guaita. Después, otro remate en semifallo de Koke tras gran jugada de Diego Costa ponía el “uy” en las bocas colchoneras. Hasta que, en el minuto 43, Gabi puso uno de esos centros suyos hacia Raúl García, y este remató de forma espectacular de cabeza desviando su testarazo con suma precisión esquivando la salida de Guaita, para dar el balón en el palo y colarse en la portería valencianista. Era el 0-1 en el marcador y el estallido total en nuestros corazones, la subida total de revoluciones.
La segunda parte comenzó con un mano a mano de Diego Costa frente a Guaita, pero el portero valenciano estuvo sublime en las dos opciones que tuvo nuestro delantero y sacó con maestría ambas. No tengo la menor duda: ahí hay portero.
Después, un susto del siempre peligroso Feghouli en un zambombazo cruzado que salió lamiendo el palo. Ejercicio de testiculina tuvimos que hacer los seguidores colchoneros con el efecto ascensor de nuestros cojones. Peligro de atragantamiento. Qué mal se pasa.
Salió Arda para tener un poco más el balón, pero el turco no estuvo fino, y sin excesivos apuros, llegamos a las postrimerías del encuentro en el que en una contra se va Piatti como una flecha ante nuestra portería, ante lo cual Juanfran no tuvo más remedio que zancadillearle. Clara roja, tan justa como necesaria. Ya pensaremos en su sustituto en Levante. Lo importante era no hundirse en la travesía, y nuestros brazos siguen moviéndose sin parar, a un ritmo fuerte y seguro. Estamos ya tan cerca …
Dato final: el Valencia se encuentra ahora mismo a ¡43 puntos! del Atleti. Brutal hasta decir basta.
EL CRACK DEL PARTIDO: Raúl Garcia. Lleva ya esta temporada 17 tantos, que se dicen pronto. Y casi todos ellos cruciales. Su rabia es nuestra fuerza. Un auténtico espartano. Fidelidad, nobleza y compromiso, su tarjeta de presentación. Cuánto quiero a este jugador …
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Por decir a alguien, Turán, cuyos minutos ayer no fueron tan determinantes como en anteriores ocasiones. Sin duda, tenía puesta la cabeza en otro sitio.
ÁRBITRO: Undiano Mallenco. Se le reclamó una mano de Gabi que fue completamente involuntaria. Sin mayores complicaciones, por todo lo demás.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 36 GRADOS).
El calor es ya asfixiante, tras la nueva subida que le he realizado tras la victoria de ayer. El año que viene repetir estas temperaturas será poco menos que milagroso, pero, qué coño, esta temporada, a disfrutar tocan …
Y estaba todo feliz tirado en el sofá de mi casa, agotado tras la tensión nada más acabar el encuentro, y van los cachondos del plus y anuncian a bombo y platillo el partido del próximo miércoles. Estoy completamente fundido. Dios mío, como si no tuviésemos ya bastante. ¿Ustedes creen que saldremos de esta?