Todo empezó en el siglo pasado (la hostia, nunca pensé que llegaría a escribir algo así), en un grupo denominado es.rec.deportes.futbol (donde he conocido a la gente, de todos los equipos y de todas las índoles habidas y por haber, más pintorescas a la par que más felices me han hecho en este mundo). Yo era un imberbe, tan descerebrado como apasionado hincha del Atleti y de mi FAmilia. Hace ya demasiado tiempo. Ya por aquel entonces emborronaba ordenadores con las gilipolleces que escribía, pero de una forma mucho menos pausada, cerebral (si es que me queda algo de cerebro, que anda el tema por ver) y, eso sí, con plena libertad. Me sudaba la verga a quién ofendía o no. Era un Tomi salvaje, noble, que contaba todo de su vida y de su Atleti, y que no permitía que nadie se le subiese a la barba poniendo algo en duda de lo que escribía. Afortunadamente, me enseñaste a cambiar de parecer
Apareció él, el puñetero @Arias4Ever. Y todo cambió. Nos tenía un gato impresionante (a los Atléticos, me refiero) porque, en el fondo, era el espejo en el que él comparaba a su Valencia. Y nos daba una caña impresionante, claro. Encima, era un menda altamente complicado de rebatir, porque, lo normal (y más en los tiempos que hoy corren) era contestar a un argumento que no te molaba en exceso con un insulto, un menosprecio o cualquier barbaridad que se te ocurriese (sí, ese era yo).
Y, a todo esto, un día me infló demasiado las pelotas, y, después de vomitar exabruptos sin ton ni son, con todo lo que se ocurrió expresar en mi neurona de reserva y tal, me contestó con lo siguiente: “Tomi … Dime lo que quieras, insúltame lo que te plazca, pero, por favor, jamás dejes de escribir tus crónicas, me lo paso de la hostia con ellas”.
Así era él. Te dejaba literalmente planchado, almidonado y colgado impolutamente en el mejor de tus armarios, sin emplear jamás el recurso fácil y de los mediocres, que no es otro que ese: el improperio gratuito.
Y me caló. Y ando intentando seguir su lección. Y le conocí personalmente. Y no sabéis hasta qué punto. Quemamos juntos Logroño. Y Zaragoza en infinidad de veces. Ni que decir tiene que Valencia (Oasis, Barraca, y vaya usted a saber en qué lúgubres garitos más, éramos así, cuánto más mugriento y siniestro era el antro, más nos molaba entrar a la puta aventura). Y Castellón (ese Kal-Kat de moda). Madrid, claro está. Y Talavera. Y hasta esa puta aldea infumable como Villarreal (o, mejor dicho, el palco de dicho campo, ciegos de Cardhu hasta las cejas, que la aldea esa poco o nada tiene que ver). ¡Y Alicante también, que ya se me olvidaba! Y Toledo (virgen del amor hermoso, las que montamos allí también). Y, por supuesto, Ibiza, lo que más nos encantó de todo. Y toda la ropa de Todagrés que aún tengo.
Yo no sé si os pasa a vosotros lo mismo, pero a mi cuando se me va alguien al que adoro tanto, lo primero que se me viene la cabeza es que lo le dije que íbamos a hacer y al final no hicimos. La sensación de impotencia, culpabilidad y descorazonamiento es infinita. Y mira que di mi vida por él. Pero siempre estas historias te pasan lista, y algo me falta. Algo no hice bien. Me quedan tantas cosas que quería haber hecho y que, por vagueza, pereza, gilipollez, pelas o vaya usted a saber por qué, al final las terminas procastinando y no las terminas realizando. Hacedme caso: hay que realizarlas. Cuando luego nos falta nuestra gente que realmente queremos, son una losa infranqueable, y te atormentan tanto como lo andan haciendo conmigo ahora. Da igual lo que hayas hecho anteriormente. Te atormenta hasta ni dejarte dormir (como llevo ya casi 48 horas) de una forma desquiciante.
Si. He leído antes a @Drakul que Arias (Jose) era, ante todo, inteligente. Pero muchísimo, diría yo. Infinitamente más que yo. Y culto. Y mordaz. Y ácido. Y con un sentido del humor sátiro, original, mordaz. Pero, en el fondo de todo eso, solo había una cosa: un corazón inmenso.
Cuando yo le conocí, mi situación económica era paupérrima. Jamás me dejó pagar nada. Siempre me invitó a todo (y cuando digo todo, es todo). Aún más: en Navidades, nos mandaba siempre una cesta a mi casa, llena de cosas de comer (no me avergüenzo de ello, más bien me enorgullezco de un menda como él, aunque, afortunadamente, tengo unos cuantos más que me han ayudado siempre cuando he estado al filo del abismo, que son las más de las veces que yo hubiese querido). Pero tal como se ha ido, tal te las enviaba. Anonimato total. Sin decir ni mú: nos os creáis que me llamaba para decirme …”Tomi, que te voy a enviar esto”. Ni de puta coña. No quería medallas, más bien, le avergonzaban. El resultado era que el Tomi subía a casa, y mi adoraba vieja me contaba “mira lo que nos han enviado, tu hermano”). Y yo no tenía palabras.
Y así se ha ido él. Nos mandó un mensaje a todos los que teníamos su móvil. Nunca (o muy rara vez) se cambiaba su avatar. Hasta que, hace unos días, se puso un siniestro a la par que bello escudo del Valencia en blanco, sobre un fondo negro. Fue su mensaje. Pero no lo supimos entender. Torpe de mí.
Por eso es, ha sido siempre y será mi Hermano. Mi ángel de la guardia. Al final, ambos aprendimos de ambos. Yo de él, intentar recuperar algo de mi inteligencia perdida, respetar a la peña, sea de dónde sea, ser más independiente, y, por qué no decirlo, querer un poquito a su maldito Valencia (y eso que él jamás demostró cariño alguno por mi Atleti, ojo, que por mí sí, y como yo soy parte del Atleti, pues igual hasta nos quería un poco y todo). Él de mi aprendió lo peor, pero, por desgracia, seguramente, necesario también en esta vida: ver el lado obscuro de la vida, el pendenciero, el siniestro, el suburbial, el lúgubre.
Amante de los animales (especialmente de los gatos, que son muy, en el fondo, como, él, mola tenerlos cerca, pero hay que dejarles su espacio, si no se queman y se piran, así de claro), sentimental como pocos (ahí donde le veis, era de los míos, los dos nos hemos puesto a llorar como gilipollas perdido escuchando tal o cual canción que nos recordaba no sé qué ciego). En definitiva, mi Hermano.
Yo he perdido parte, probablemente, del espacio de tiempo en la que mejor me lo he pasado de mi vida. Pero hay más gente que andamos así, hay mucha más peña que te vamos a recordar siempre con un cariño enorme. Había que conocerte, sin más. Unos pocos privilegiados lo conseguimos, de hecho. Y doy muchas gracias a Dios por ello.
No me gustaría despedirme sin que sepas que eres un capullo. Que no cogías el puto móvil ni al tato. De que no era jodido quererte, sino demostrarte a veces que lo hacíamos. Y que dejas un mundo peor. Mucho peor.
Ahora que tu Valencia va como un tiro, dejas al valencianismo tirado. Y me acuerdo de tus historias que me contabas cuando ibas de tu papá de la mano. Valencianistas, poca gente, vaya o no vaya al campo, siente y entiende a vuestro equipo como él. Seguid sus directrices: ser inteligentes, ácidos, locuaces y, sobre todo, no perdáis ese punto por ahí perdido que tenía de optimismo. Porque era suyo, muy suyo. En las malas, y en las peores. En serio que lo tenía. Respetar la historia de los que, honradamente, la hemos conseguido (que vosotros también tenéis la vuestra), y, eso sí, rivalidad a tope, que, en el fondo, esto va de todo eso.
A mi, personalmente, se ha pirado a tomar por el puto culo un trozo muy tocho de mi corazón. Siempre estuvo en mis momentos difíciles, siempre. En el hospital, con lo de mi madre, en mis depresiones más bajas … Lástima de que yo no supe adivinar los suyos (o los últimos, más bien). Y eso me remuerde ahora la conciencia cantidad. Lo estoy pasando fatal. Te quiero, Hermano. Siempre, siempre, en mi corazón.
15 comentarios:
Eres grande Tomi y Arias siempre sabia que podia contar contigo,pero a la vez imagino intentaba no "molestar" a nadie. Se fue riendo y dejando un gran legado ya que toco a mucha gente y los hizo mejores o les ayudo a dimensionar como se debe tomar la vida. Tu eres tan grande y generoso como el y tienes influencia similar. Todos deberiamos tomarnos una cerveza en su memoria. Por ti, por Arias, x e.r.d.f y que biba el joliganismo y la yihad valenciana
Enorme escrito Tomi.
A todos los amigos de Arias os doy ki mas sentido Pesame.
Yo le disfrute en varias ocasiones.
Hasta siempre Arias.
Amunt Valencia!
Gracias, pingüi. Tu también eres nuestro sol desde el otro lado del continente. Te queremos un montón. Y lo sabes.
Sublime. Nada más se puede añadir.
Qué hermoso, Tomi. Triste pero hermoso. El recuerdo de lo que vivisteis juntos siempre superará lo que no llegasteis a poder hacer.
Un abrazo muy fuerte, aunque sea virtual, y mucho ánimo para superarlo.
Suscribo, como decía Arias, qué cabrón. XD
Gracias por tus palabras pichón (que te jode), que resumen mucho de lo vivido en el eterno e.r.d.f., y que en mi caso, fue mi mejor máster de tolerancia, como decías, porque consiguió que nos alegraramos sólo un poquito por la victoria del otro por saber que un Arias o un Barrabás lo andarían celebrando por ahí. Cuando te das cuenta que el fútbol es otra excusa, la mejor, para construir monumentos, como tu amistad con Arias. Tras el shock y el duelo de la pérdida, la satisfacción, alegría y orgullo por haber formado parte de ese otro maravilloso, y que fuéramos dignos de ser parte de su vida. Homenajealo como él hubiera querido, y sigue siendo lo que todos vimos y vemos, incluido el amigo que marchó. Un abrazo.
Le vamos echar mucho de menos. @arias4ever era un lujo y ahora es leyenda. José era un amigo, un cabrob, un juerguista, un cielo... Todo esto está retratado en tus líneas. Yo me quedo con los recuerdos y esa camiseta taronja que él y toda la Yihad Valencianista me regalaron en Logroño. Lágrimas por su ausencia pero sonrisas por sus cosas. Sí, este mundo es bastante peor sin él.
Qué dedicatoria más bonita. Cuando escribes algo con los sentimientos a flor de piel y desde el alma, siempre llega y me has hecho por enésima vez hoy, desde que he sabido que ya no está entre nosotros, llorar sin consuelo. Y eso que como mucha gente decía hoy, nunca le conocí en persona, pero era un tipo único y por eso nos ha conmovido a tantos. Se le va a echar tanto de menos que duele muchísimo imaginarlo, se hace insoportable.
Pero como siempre pienso o quiero pensar cuando alguien querido se me va, él no querría vernos así. Así que lo mejor que podemos hacer por él es recordarlo y sentirnos orgullosos de que pasara por nuestra vida.
Gracias Tomi por ser tan generoso en un momento así, no te habrá resultado nada fácil. Mucho ánimo.
También a la familia y a toda la gente que le quería. Un abrazo.
Un fuerte abrazo, Tomi. A ti y a todos los que hoy también sienten su corazón más fastidiado por esta dolorosa noticia.
Inolvidable Arias. Qué tristeza.
Tu mejor crónica, socio.
Un abrazo de parte del puto Jigo.
Un abrazo grandísimo, Tomi. Como siempre, un lujo leerte.
Todos le recordaremos siempre. Todavía tengo la bufanda del Balensia que me regaló el sector choto de es.rec.deportes.futbol del que él era una de las almas.
Abrazos también a su familia. Se le echará muchísimo de menos.
Muchas gracias a todos. Se os quiere, y se os quiere bien.
Me dejas casi sin palabras amigo, y mira que a mí nunca fue fácil callarme. Aún recuerdo más de uno de esos encuentros que mencionas, apurando la noche y buscando algún garito más donde tomarnos la penúltima. Como olvidar aquella en la ciudad de las rotondas... El fútbol fue la excusa. Las ñus, el medio. Y toda la gente que allí conocimos, el tesoro que ganamos y del que él era una pieza muy preciada. Como cualquiera, Arias o tú podríais haber dicho... Un abrazo de éste "puto basco"
Cabréate conmigo todo lo que quieras Tomi, pero cada vez que lo leo, me pongo a llorar cabrob. Gracias Tomi. Gracias José. Gracias Ermanos.
Este sábado le rendiremos homenaje en Hattrick al que arias4ever jugaba desde hace años.
Un saludo.
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