23 de mayo de 2022

Real Sociedad 1 - Atleti 2. Un Atleti muy fidedigno.

La verdad es que este último partido nos puede simplificar perfectamente el cómo ha sido buena parte de esta raruna temporada en el campeonato nacional liguero de la linda muchachada, a saber:  otro primer tiempo tirado a la basura absurdamente, una segunda parte en la que se vio a un equipo que cuando tiene decisión y determinación sabe y debe de tomar las riendas de los encuentros y puede dominar a cualquier rival que se proponga, complicaciones finales absurdas también que siempre nos hace pasar más apuros de los debidos, falta de gol en jugadores claves, y siempre nos terminamos quedando con ese sabor de boca final de que se podría haber hecho algo más de lo acontecido, pero que ese inconformismo también es cierto que nos impide ver la perspectiva de que a dicho nivel de obligación nos ha “acostumbrado” Don Diego Pablo Simeone, con sus muchas luces, y alguna que otra sombra.

 

Partido disputado en horario de chulo-putas, y un Domingo. Con un par. No es de extrañar la protesta inicial de la  grada Ultra del equipo rival, aunque a la Real le dio un poco  igual no contar con su apoyo. El encuentro comenzó con un ritmo más propio de pachanga veraniega del Trofeo Naranja que otra cosa. Sin embargo, los donostiarras poco a poco fue creciendo en esta primera parte, y el Atleti, por su parte, exasperaba a la par que desesperaba a la hora de realizar un simple control del balón y que nos durase el mismo algo más de tres-cuatro segundos seguidos. A veces no parecen ni jugadores profesionales. Unos pases sin sentido alguno, unos controles del esférico rozando lo insultante, cosas inadmisibles en un equipo como el nuestro, de verdad. Cuando estamos en ese plan, es difícil no andar mientras arrancándote una uña de cuajo, o jugando con una muela moviéndola sin parar para que te empiece a doler a rabiar de verdad, o andar tirándote del pelo impunemente hasta lograr arrancarte un buen puñado del mismo. Ver al Atleti en ese estado me produce tales sensaciones. Y claro, el equipo local te ve, se crece, y va a por ti sin piedad, como hizo en esta primera parte la Real. Afortunadamente, un tal Rafael se convirtió en nuestro mejor defensor, visto que Reinildo no se enteraba ni del nodo, Felipe es un tipo del  nunca te puedes llegar a confiar del todo, Savic estaba también en un extraño tono semi-apático, y el Lechugo Llorente sigue perdido en su mundo de zumos de remolacha desnatados como lleva toda esta temporada. Dos goles tuvo el extraordinario cantante, dos tantos de libro que  terminó fallando delante de Oblak. Que nadie lo dude, Rafael es del Atleti. Y Raphael también, ya puestos. Con este milagroso empate, se llegó al descanso.

 

 

La segunda parte fue otro partido. El Atleti salió mandón, con personalidad, con ganas de defender esa camiseta dignamente, de demostrar que hoy por hoy es mucho mejor equipo que la Real, y la máquina empezó a funcionar como eso … Un puta máquina de jugar al fútbol. Un rodillo. Qué puto placer verles así, oigan. El primer aviso, nada más empezar este periodo, en remate de Cunha que rebota en un defensor donostiarra y repelió en el larguero, botando posteriormente el balón dentro del campo. Diez minutos más tarde, prodigiosa recuperación de King Kondogbia (que dejó de pensar en las Bahamas en ese jamaicano primer tiempo que también se nos marcó el colega y realizó una segunda parte primorosa), el dorsal número ocho cede el balón sobre De Paul, éste la pisa y lanza un zambombazo brutal que se cuela como una exhalación el la portería defendida por Remiro. Un chicharrazo total.

 

El Atleti fue superior en todo en este segundo periodo, especialmente en lo que más me sorprendió: arrolló a la Real también físicamente. Empezó a caer el diluvio universal, y los del Manzanares, en dichas circunstancias, se suele mover como pez en agua, nunca mejor dicho. Otros diez minutos más  tarde, King Kondogbia que vuelve a hacer de las suyas, robó el balón tantas veces como le hizo falta, Koke dentro del área que cede a nuestro Angelito Correa, y éste, de disparo con el interior del pie ajustado al palo, bate de nuevo al guardameta local. Un gol con la firma y sello del argentino, muy suyo. La cosa parecía sentenciada. Y más amplio debió de ser el tanteador, tras otra contra prodigiosamente conducida por Carrasco, que vio a la perfección el desmarque de nuestro dorsal número ocho, pero que el susodicho nos volvió a demostrar que es más fácil que yo me aprenda a la perfección todos los nombres, pseudónimos, motes y demás monsergas de mis colegas, que él vuelva a anotar un nuevo tanto que tanta falta le hace. Señor, llévame pronto.

 

Y al final, con todo el estadio celebrando como locos la danza de la lluvia, vino una Felipada en una mano clara al borde del área suya, que ese demonio denominado Januzaj remató a puerta, Oblak despejó el balón como si estuviese utilizando un matamoscas para desprenderse del mismo, y el esférico le cayó muerto a un tal Guridi que puso el 1-2 en el marcador. Y aún tuvieron otra ocasión posterior, en otra falta made in Felipe, pero no todos los días es fiesta en casa de los veladores de los autobuses ajenos. Lo dicho: el partido resume a la perfección nuestro devenir en Liga en la presente temporada. Hubo de todo, pero al  final todo se resolvió. Podía haber sido mucho mejor la cosa, también mucho peor. Bueno está.

 

 

 

 

 

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Si es por la primera parte mandaba a todos, sin excepción, a Siberia. Pero en la segunda destacó Carrasco, fue resolutivo De Paul, apareció Correa, pero el que de verdad reaccionó como un puto crack fue King Kondogbia. Entusiasmante a más no poder.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

La defensa estuvo horrible. Pero horrible. La banda de Reinildo fue Preciados en Navidades. Savic realizó cosas muy extrañas e impropias en él. Felipe es Felipe, un tipo del que nunca te puedes terminar de fiar (ni para bien, ni para mal), como ya os he comentado anteriormente, y el Lechugo nada. Un caso perdido este año. Ni siquiera Oblak anduvo muy allá.

 

ÁRBITRO: Gil Manzano.

Me vais a matar, pero no estuvo nada mal (y ojito, que podía haber echado perfectamente al alocado Reinildo, en una acción que hasta me pareció roja directa y todo). También hubo una absurda carga de Felipe sobre Portu dentro de nuestro área que, cuidado, cuidado (si, Felipe debería de jugar con camisa de fuerza, cada día lo tengo más claro también) en un puto balón que iba a ningún lado. Todo lo demás sin complicaciones, aunque me pareció ver un penalti sobre Carrasco en la segunda parte, pero vamos, me conformo, tratándose del interfecto en cuestión, con acabar ayer con 11 el partido.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 5 GRADOS).

 

El Termómetro considera que este encuentro, tras la irregular temporada desarrollada por la muchachada, era de obligado cumplimiento, para despedir el año con algo de orgullo y dignidad, y actúa con su soberanía y  gallardía habitual, dejándolo en 5 grados bajo cero. Y es que, estimados Hermanos míos, así han sido las cosas, y así se las hemos contado.

 

Y hasta aquí la penúltima crónica de la temporada. Próximamente, en las mejores pantallas … “Puntuaciones Finales: La Madre de todos los Termómetros”. Y no. No se van a repartir sugus precisamente, ya les vamos anticipando  … “Lucho contigo días, meses, años. Sin que me importe”.

17 de mayo de 2022

Atleti 1 - Sevilla 1. ¿Se acaba esto ya o qué?

Finde duro no, lo siguiente, el que me ha tocado llevar encima, cumpleaños incluido, pero, en líneas  generales, contento, aunque me da que por lo que más lo voy a estar es porque se acabe ya este Campeonato Liguero, en el que, la verdad, las grandes alegrías han prácticamente brillado por su ausencia.

 

Me tocó, además, hacer de cicerone con un compañero mío de trabajo y su hijo en su primera visita al Metropolitano, y, la verdad, ellos acabaron encantados, a la par que emocionados con dicho acontecimiento. Yo les expliqué un poquito la historia de la basura de las plaquitas, el significado que tiene para nosotros Don Luis Aragonés mostrándoles nuestra estatua, aclarándoles que es de la afición, por iniciativa del Frente Atlético, y que el Club nada ha tenido que ver en ello, más que dejarnos el trozo de terreno (lo flipaban en colorines) y entramos rapidito, ya que el chaval era un mar de nervios por ver el campo por dentro. Seguramente, lo más productivo que he realizado durante toda la temporada por el Atleti (garganta aparte, claro).

 

Partido que sirvió para homenajear a Don Luis Suárez (más que merecido) y para Héctor Herrera (personalmente, innecesario, claro que, al precio que cuesta conseguir una plaquita en el Metropolitano, todo es posible en Cerezolandia, incluido que el propio uruguayo marche sin ella, la ceremonia de la sinrazón). Encuentro que se jugó bien en líneas generales, pero que al final, pues la historia de siempre. El dichoso pasito para atrás que tan hastiado me tiene, y la fragilidad defensiva que hace crecer a un rival tan timorato e inseguro como fue el otro día el Sevilla, y más puntos que vuelan de aquí así … Como el que no quiere la cosa. Dicho esto, desde luego, de lo que me alegro sobremanera es de no tener opción ninguna de disputar la copa Piqué esa, que ya esta bien de tomaduras de pelo. Lo siento por los comparsas agraciados, pero el menda lerenda ya se ha cansado.

 

Excelente ambiente, campo casi lleno, y gol de  saque de esquina de Carrasco (han leído bien, sí) y remate inapelable de Giménez batiendo a Bono a la media hora de juego de un testarazo de los suyos de antaño. ¿Qué más se puede pedir? La tarde pintaba bien. Tarde que nos sirvió para  recordar también nuestras míticas pausas de hidratación, como aquella inolvidable del día frente al Osasuna en nuestra casa. Primer tiempo aseado, con dominios alternos y victoria final al acabar el mismo.

 

En la segunda parte llegaron nuestras mejores ocasiones, especialmente un espectacular cabezazo de Don Luis Suárez que hasta llegamos a cantar el gol y todo, y en otro remate inesperado del propio Giménez que salió lamiendo el palo. Pero la sentencia no llegó, los cambios efectuados por el Cholo no surgieron el efecto previsto (yo hubiese quitado al Uruguayo a 5 minutos del final, por ejemplo, para que se llevase así su más que merecida ovación por parte de la gente, y rascar un poquito de tiempo más al partido, si se requiere, máxime con las ganas que tenía Luisitito por marcar), pero el caso es que los palanganos al final, se fueron creciendo de verdad, terminamos reculando en exceso, avisó Rafa Mir con un remate al travesaño, y como casi siempre en esta temporada, terminamos por cagarla en el 84 tras el buen tanto del En-Nesry de cabezazo también. Y ahí se acaba el partido. A continuación, lo que ya se sabe cuando uno se enfrenta a este equipo. No se jugó a nada, y, sinceramente, tampoco vi al Atleti muy determinado a llevarse la victoria final, como si los dos hubiesen dicho … “venga … Ya”. Biscotto en toda regla, vamos.

 

Así hemos despedido esta temporada al Metropolitano. Homenaje va, homenaje viene, incluido un bochornoso manteo a ese ser abominable de las duchas denominado Bobotegui. Y es que en nuestra puta casa tiene que haber manteos, pasillos, pasodobles y lo que requiera el visitante, solo faltaba. No somos más gilipollas porque no nos entrenamos, la verdad. Pues eso. Quiero que se acabe esto, y quiero que se acabe yaaaaa …

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Obviamente, a Don Luis Suárez. Nos ha hecho tan felices, disfrutamos tanto con él la temporada pasada, que me resulta del todo punto imposible no relacionarle ya con nuestra historia, a pesar del poco tiempo que ha estado con nosotros. Lo más importante también es que sé que se ha convertido también en un Atlético de pies a cabeza. Y eso me reconforta todavía más, así que, bienvenido a la gran FAmilia Atlética, ahora que precisamente llega su marcha. Y recuerde, sea muy feliz, porque, su felicidad, ya siempre será también la nuestra.

 

 

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Lo citado anteriormente. Haber disfrutado tan poco este Campeonato Liguero con respecto al del año pasado. Tengo muy claro que no todos los años se puede ganar la Líga, pero haber acabado sin ni siquiera con un encuentro que pueda decir “joder, este para la historia” … Igual la remontada contra el Valencia (que recuerden que anda como anda) y poco más, la verdad. Sé que estamos en Champions, sí, y el objetivo estrictamente económico del Club ha sido cumplido. Pero en esto del fútbol tiene que haber también algún rollo más pasional y romántico que simplemente quedarnos con la puta pasta de los huevos. Y, ni que decir tiene, no es igual quedar cuarto a 4 puntos del primero, que hacerlo a 17. Vamos, para mi no es lo mismo. El que se quiera ir a Neptuno por ello, allá cada cual. Yo paso ya de perder más el tiempo con determinados asuntos.

 

ÁRBITRO: Sánchez Martínez.

Debió de expulsar a un jugador Sevillista por una durísima entrada sobre Carrasco, creo recordar, pero vamos. También hemos padecido lo nuestro con esta gentuza, las cosas como son.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 5 GRADOS).

 

Lo dejo como está. El Termómetro tampoco tiene ya ganas de excesivas estridencias al respecto, y da por bueno el empate frente a los aparcacoches desdentaos. Además, me acaban de regalar uno físicamente que no deja de marcar 24 grados, el muy mamón (todo el día mirando cada dos por tres me tiré ayer viendo el Termómetro, Don Rubio, todo el santo y puñetero día, desde luego) …

 

 

 

¿Ah? ¿Qué el domingo queda otro partido, dicen? ¿Frente a los escoltabuses kaleburrakos esos? ¿Y a las 22 h.? Pónganlo más tarde si eso, hombre … A los gilipollas que nos levantamos a las seis de la mañana, pues que nos den. Ayyy, qué hartito ando ya  de todo, madreeeee …. “Saca la pistola, dispara de nuevo, Criminal del área, Luis el Pistolero”

 

 

 

 

12 de mayo de 2022

Elche 0 - Atleti 2. La tranquilidad del deber cumplido.

Bayer Machacapastem, Barsapasta, los del Pasillo, PSG, Eau de Toilette City, el equipo de sus sueños de Morrata en los últimos 5 minutos, y los Malos, Locos y Peligrosos de los Bandoleros del Cholo. Solo estos equipos. No cabe ni uno más. Los únicos que, en los últimos 10 años, han disputado todas las ediciones de la Champions. Sé que hay mucho que contar referente a esta temporada, cosas que no se han hecho nada bien, y bla bla bla. De todo ello hablaremos en las Notas Finales que tanto éxito suelen tener entre mi sufrido personal. Pero esta noche he dormido de un solo tirón. Y me he levantado en un estado de relajación exultante. No voy ni andando por la calle, levito. Siempre soy feliz de ser del Atleti. Pero hoy, encima, aún ando más tranquilo que de costumbre. Por qué será. Y con lo me gusta a mi la puñetera Champions, joder …

 

Al grano. Porque para encontrarme así de bien, había que ganar ayer en Elche. Sí. Ese sitio en dónde, las dos veces que he estado, por cierto, ha perdido el Atleti por 2-1, y  5-1. El Elche, sí. 5-1, sí. En segunda. Sí. Cinco, sí, cinco. Es por darle un poquito más de perspectiva al párrafo anterior, sin más. Bobadas mías.

 

Mucho entiendo que lugareño o de  tierras cercanas colchoneros en el campo, que, imagino, después de haber intentado expulsar a todos los niños ilicitanos que hubiese en las gradas (como suele ser costumbre nuestra, como bien saben), se dispusieron a ver el partido entre trifulca va, pelea viene, con la parroquia local, y, aún así, les dio tiempo a animar y que se los escuchase lo suyo y todo. Muy bien por ellos, pues.

 

 

 

Al partido. A los 5 minutos, otro lesionado más, el inefable Sime. Mi admirado Señor Patriota tiene tan asumido el tema que ya ni me bombardea con Gifs de vacas viendo pasar un tren y demás. Le hemos comido la moral entre todos, y lo sabe.

 

 

¿A quién sacó el Cholo en su lugar? Pues yo esperaba que al Wass, pero, me da que el danés tiene puesta una cruz por el ridículo de Barcelona (cuando fue el que menos culpa tuvo de todo, que es que tiene bemoles el asunto) y puso a Lodi, cambiando de banda a Carrasco. El brasileño jugó bastante bien (discusión con Jan incluida, discusión, que no pelea, lo más natural de este mundo, vamos, y qué ganitas nos tienen todos, madre), dicho sea de paso. A los nueve minutos  tuvo una buena internada, tras un gran pase de De Paul (mode Salsa Rojiblanca on: “¿Ustedes creen que se tiró finalmente ayer a la Isabel Forner?” Ahí lo dejo. Mode salsa Rojiblanca Off), pero se perdió en un último recorte y se nos fue la ocasión al limbo.

 

El Atleti dominaba, era dueño de la situación y con paciencia, saber hacer, tranquilidad y sin grandes lujos, controlaba el cotarro en plan martillo pilón. El gran Kondogbia la tuvo al borde del área, pero yo creo que el hombre, la vió tan clara y tan nítida en esos remates en dicha situación, que la quiere reventar tanto que finalmente se nos vuelve a ir con el dichoso Sr. Limbo de nuevo.

 

El Elche (enhorabuena a los ilicitanos, por cierto, por su permanencia en Primera, y si hay que hacerles un pasillo por ello se les hace, oigan, que no hay problema alguno por nuestra parte, solo faltaba), mientras tanto, estaba bien plantado también en el campo y tal, pero solamente inquietaba un poco a balón parado.

 

Hasta que, a la media hora, un extraordinario centro del dorsal número de 8, cambiando toda la orientación del juego, hacia la botita de mi protegido Lodi, este le pone un pase milimétrico a Cunha, y chicharrito de nueve puro del brasileiro rematando desde atrás como una exhalación. Si antes pido a Gabriel Jesús para el Atleti, antes marca el bueno de Cunha, ¿Eh, Don Rubio? Hay cosas que nunca cambian.

 

Los locales acusaron un poco el golpe, mientras nosotros no permitimos que se nos subieran a la barba en exceso, y supimos mantener el dominio y el orden con sobriedad y personalidad. Lo que nos mola ver del Atleti en esos campos de Dios, vamos. Venga, al descanso, que esto pinta bien.

 

Nada más comenzar este periodo, una virguería de toque de balón sutil de Cunha superó al portero local y cuando ya se colaba en la portería, Bigas sacó in extremis. No. No fue suerte. La remató así el condenado de Matheus. Una delicatessen cualquiera.

 

Poco después, al cuarto de hora de este segundo tiempo más concretamente, otra jugada para enseñar en las escuelas protagonizaron nuestro dorsal número 8 y Gigoló De Paul, en una doble pared fantástica entre ambos, y el francés, sabedor que este año no mete un gol ni a la Puerta de Alcalá, se la cedió directamente al argentino para que anotase a placer el 0-2, y sentenciase la cosa (si es que no lo andaba hecha ya).

 

En el 68, por el Elche, entró Pastore … ¡Siiii, Pastore! Uno de los jugadores que más he deseado para nuestro Atleti, no daba crédito. Suplente en el Elche. El mundo da muchas vueltas, qué duda cabe …

 

Total, que debimos de ganar por más (Correa tuvo un larguero, y a Luisito Suárez le anularon un tanto completamente legal …”demasiado es que les permito ya ganar, como para encima golear” (debieron de pensar, al unísono, los del VAR, VUR y Míster Proper) y final del partido, con una buena sensación de, al menos, tener la tranquilidad del deber cumplido.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Yo creo que voy a dejar aquí siempre fijo al gran Kondogbia, bien Rodrigo de Paul, que demostró que dónde debe de jugar es cuando más cerca de la media punta atacante nuestra, mejor, sin lugar a dudas, vamos, muy bien Cunha, pero he de ser justo, y hoy hay que darle el premio final al dorsal número ocho. Ya que no mete goles, al menos que genere, y ayer lo hizo. Generó fútbol, y goles. Ya llegarán (o eso espero).

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Lo dejo desierto, aunque me gustaría ver, aunque fuese, veinte minutejos al señor Wass, Mister Cholo. Hágase pues.

 

ÁRBITRO:

González Fuertes. No lo hizo mal hasta que empezó a ponerse nervioso ante la situación de que el Atleti golease, y nos impidió la misma friéndonos a fueras de juego que no eran cuando nos íbamos solos ante la portería. Qué suplicio de peña, por Diossss.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 5 GRADOS).

Un partido tan importante, debe de tener una subida de un par de gradazos, la cual consideramos justa, pertinente y formal. El pueblo tiene sed, demos de beber al harapiento, pues. Y haber si el populacho se me va calmando ya de una vez, queridos. Que vaya temporadita.

 

Y el domingo … Pues igual que si nos jugásemos la vida. A seguir disfrutando del fútbol, de la vida, de nuestro Atleti, y si les podemos tocar un poquito más las pelotillas a los Bobotegui’s Boys, mejor que mejor …”Y al besar la red un gol de Ayala”

 

9 de mayo de 2022

Atleti 1 - Ciervos 0. Maneras de vivir.

Está claro que en esta vida cada uno se toma las cosas como marca su personalidad en realidad. Mientras unos celebramos el Campeonato Liguero animando a nuestro equipo desde fuera de un campo sin público, sin necesidad alguna de obligar a compartir ni de humillar a nadie haciéndoles participes de nuestra alegría, otros, que se creen que tienen tanto, poseen tan poco que ni les vale meterse en una misma semana en una final de Champions y ganar una Liga. No es suficiente. Nunca es suficiente. Tienes que ser copartícipe necesario de su soberbia, de su puta vanidad y reverenciarles hasta la saciedad. No pueden entender que los colchoneros tengamos personalidad propia (buena, mala, pero nuestra, al fin y al cabo) y que pasamos de hacer cosas que no deseamos ni que nos las hagan a nosotros mismos, como para hacérselas a los demás (y menos aún, a ellos). Y por supuesto, añadan el beneplácito de la prensa más putrefacta y nauseabunda que se van superando cada día más, para meternos toda la presión del mundo habida y por haber. Pero, por una vez y sin que sirva de precedente, sobrevivimos, no cedimos a tan hostil entorno y aguantamos de pie. Ni un paso atrás. Maneras de vivir.

 

 

 

 

Está claro. Ellos se pueden permitir sacar un equipo como el de ayer, que más parecía el B o el C, para así, tener excusa ante cualquier contingencia que surja. Si palman, es que nos han querido regalar la Champions, como buen “Hermano” que dicen ser. Si empatan o ganan, el ridículo y la humillación ya hubiese sido elevada hacia la máxima expresión. Y ojo, hay que reconocerles, que necesitan poco, muy poco, para hacerte daño y apuñalarte sin piedad. Las tres últimas eliminatorias de Champions que disputaron los de los Jardines de Versalles en el culo así lo atestiguan. Dicho esto, a nosotros, por el contrario, nos cuesta un mundo, sudores y lágrimas conseguir algo. Hasta algo tan sencillo como debió de ser nuestra victoria ayer. Por ocasiones, por juego, por gallardía, por orgullo, por dignidad, máxime tras el ridículo presenciado en Bilbao hace una semana, debimos de ganar por más, mucho más. Pero bueno, somos así. Tendremos que quedarnos con esto. Maneras de vivir.

 

De todas formas, en este tipo de encuentros, cualquier tiempo pasado fue mejor. Mucho mejor. Infinitamente, vamos. Ayer en los alrededores apenas se respiraba ambiente de derbi, la verdad. Puede que sea una mezcla de cansancio, asqueamiento al rival, que llega hasta a exasperar hasta tal punto de que, el que antaño esperábamos como nuestro partido del año de verdad, ahora es como una especie de pesadilla, de mal sueño, del que queremos despertar y pasar cuanto antes de él. ¿Hace cuánto no hacemos un desplazamiento en condiciones al Cuerna? ¿La panchitada de ayer que vimos con camisetas blancas por los alrededores son los herederos de los desplazados a nuestro templo? Entre árbitros, prensa (especialmente éstos, desde luego, cáncer de cánceres), precios desorbitados, y hastío general que nos produce el rival, esto ya no es un derbi como los que vivíamos en el callejón, la bodeguita o el parquecito. Ni se le parece, vamos. Privilegiados somos los que vivimos todo aquello. Maneras de vivir.

 

Bueno. Yo al menos acabé con la garganta rota, sufrí como si no hubiese un mañana, y disfruté y ando hoy aún disfrutando de la victoria, en este “maldito” partido. Porque en realidad, la fiesta es el Atlético de Madrid. Y como encima, estamos contra todo y contra todos, ese espíritu de rebeldía rojiblanco debe de ser, por y para siempre, nuestras auténticas señas de identidad. Porque aunque ellos nos digan que lo de ayer no lo debemos de celebrar, yo me pregunto. ¿Quiénes son ellos para decirnos si debemos celebrar o no celebrar algo? Dichosos mequetrefes engreídos. Vivan y dejen vivir. O, mejor aún, muéranse directamente. Este mundo será mucho más limpio, puro, sano y mejor. Maneras de vivir.

 

Árbitro, la hora. Yo no sé ustedes, pero servidora anda en la reserva total (y llevo ya tiempo, ojito). Hoy es un lunes caluroso, seco, resacoso, telarañoso, a la par que asqueroso. ¿Cuándo no lo es? Pero sí. Los pasamos por la piedra. ¿Suplentes, titulares, a mi qué coño me cuentan, pesados? Hasta nunca, “vecinos”. Maneras de vivir.

 

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

El equipo. A veces se  espesa, otras parece plano, algunas se encierra en exceso, necesitamos mil y una ocasiones para conseguir un triste gol, pero ayer, al menos, demostraron gallardía, personalidad, ganas de hacer bien las cosas, de decir basta ya, y de que volvamos a creer los más incrédulos en lo que somos en realidad. Dicho esto, vaya añito, señores. Vaya añito.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Lo del dorsal número ocho no es normal. Ni que se corte el pelo, ni que se haga hippie, ni que se ponga trenzas, ni que parezca un mamarracho zarrapastroso, ni que fiche por Mango, ni que se afeite, ni que se ponga pendientes. El hombre lo intenta. Claro, solo faltaba. Pero buena parte de la encrucijada en la que nos hemos metido en esta temporada ha sido su prácticamente nula aportación. Está claro. En la mayor de las ocasiones, segundas partes nunca han sido buenas.

 

ÁRBITRO: Soto Grado.

El penalti lo pitó el VAR. A mi me pilló en el otro fondo, con lo cual vi entre poco y nada. Por todo lo demás, a mi me parece un arbitraje correcto (reitero, no he visto nada por televisión, me comentan por ahí que merecimos 345 mil amarillas y blablablá, berea el cervatillo sin cesar).

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 7 GRADOS).

 

El bochorno de Bilbao lo doy ya por cotidiano, asumible, con lo que el Termómetro pasa cantidad del tema, y, subimos 3 grados por el tema del derbi, porque, y aunque debería de ser de “obligado cumplimiento”, como bien me comentaba ayer Don Rubio, dichos puntos valen su peso en oro en nuestra clasificación para la próxima edición de la Champions League, así que, buenos sean.

 

Y el miércoles, a certificar el tema en Elche, el cual, imagino, se andará jugando la vida. Veremos a ver qué versión le da por dar a la muchachada si la orgullosa y valiente de ayer, o la apática y descafeinada que, en demasiadas ocasiones, hemos contemplado en este campeonato liguero que jamás se acaba. “Que se enteren los vikingos, quién manda en la Capital”.

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