Cómo me gusta ver un campo ayer como se encontraba San Mamés. Un auténtico hervidero hostil hacia nuestro equipo, y de apoyo total e incondicional al suyo. Ayer fue la segunda mejor entrada en la historia de ese precioso campo, por encima de todo el resto de equipos de la geografía española que han tenido como visitantes (incluidos los dos celestiales). Eso, en el fondo, es símbolo de respeto. Saben a quién se enfrentan, la dificultad de la batalla, y deciden tener bien prietas las filas, porque el combate no será sencillo. No les resultó, de hecho, y bien que me alegro de ello. Continuará.
Porque me da que al Atleti le han pasado un par de acontecimientos últimamente que nos va a servir (o que nos puede servir, mejor dicho) para asentarnos y caminar con paso firme y seguro en nuestro futuro devenir liguero. De primeras, me resulta fundamental que jueguen juntos nuestra pareja de centrales, Savic y Giménez. El equipo es otro, está más tranquilo sobre el terreno de juego, transmiten sobriedad, saber estar y confianza. Y esto, en un equipo que este año anda tan en pinzas en tantas y tantas cosas, vale su peso en oro, Hermanos. Por desgracia, no sé cuando volverá a romperse la cadena, así que, mientras tanto, caminemos con la mayor seguridad posible y construyamos sobre ello.
Otro factor clave ha sido la estabilidad definitiva conseguida con el fichaje de Diosito Grizzi (y yo me pregunto, ¿esto mismo no se pudo hacer este verano con la directiva del Barsapalancas? ¡Qué manera de desperdiciar 2 meses de Competición, de verdad! ¡Qué dejadez!). Esto implica que nuestro “hombre de Club” se puede quitar ya ese ridículo a la par que bufonesco disfraz y volver a convertirse en nuestro Don Diego Pablo Simeone de siempre. Ya no está obligado, como se comprobó ayer, a sacar el organillo, el taburete y la cabra, una y otra vez, para tener que sacar en el minuto 60 a Diosito sí o también junto con 2 compinches para tener que meterlos como fuese, descompense lo que descomponga y desestabilice lo que igual hasta estaba funcionando y todo. Ahora puede ser un hombre más pausado y hacer los cambios cuando realmente le apetezcan y moviendo las fichas que él considere pertinente. Nos dará estabilidad mental y emocional.
Y todo esto, por no hablar del más que asentamiento total de Grizzi sobre el terreno de juego. Ya no tiene en media hora que demostrar todo. Ahora tiene hasta los 36 años para seguir demostrando lo que hizo ayer: ser nuestro líder, nuestro mejor y más inteligente jugador en el campo, y campar a sus anchas con la tranquilidad del saberse ya tranquilo, asentado y con la confianza total necesaria por parte de todo el mundo (incluida la afición, que cada vez somos más lo que vamos pasando de nuevo por su aro, en mi caso, al menos, no tengo remedio, ya perdonarán).
Así que con estos antecedentes resultó el encuentro. Disputado, muy entretenido, pero en el al menos durante 80 minutos de juego, el mismo se disputó bajo la orden y el mandato de nuestro Atleti, que estuvo estupendamente plantado en el campo, maravillosamente concentrado en defensa, y lanzando alguna que otra prodigiosa contra que acabó en tanto de mi protegido Don Álvaro, pero que un malnacido sin fronteras se emperró durante toda la noche en convertirse en su mejor marcador, ya que ni tanto Iñigo Martínez como Yeray lograron sujetarle de ninguna de las maneras ayer, salvo la infame cantidad de faltas que recibió y que el señor colegiado se hizo el sueco a la hora de señalizarlas. Mucho asquito dio el personajito éste ayer, ¿Eh? Pero mucho. Este árbitro no era sevillano. Era Biruta directamente. Hijo de su madre … El tanto anulado fue en el minuto nueve de juego.
¿Y qué fue de los Williams? Pues se los afeitó tal y como quiso nuestro Emperador Reinildo, que hizo uno de los encuentros más emocionantes que uno pueda recordar a cualquier defensa. El pobre Nico tendrá pesadillas ya con él durante el resto de su vida. Me le estoy imaginando esta noche llegando a casa, y dándose la vuelta antes de abrir la puerta para ver si le andaba siguiendo. Fijo que también al entrar en casa, encendió raudo y veloz la luz por si le estaba esperando vigilante en algún lado. Miró debajo del sofá, de la cama, se asomó a la ducha acojonado, abrió la puerta de la nevera temiendo encontrarse con su angelical cara de nuevo, e, inclusive, durmió toda la noche del mismo lado, no fuese que al darse la vuelta y cambiar de posición le apareciese él de nuevo. Lo más cojonudo, es que en la segunda parte le sustituyó y puso a su hermano mayor en su banda para ver si él sí que podría con nuestro Emperador Mandava. Al final terminó yendo también a pasar la jornada a casa del Nico, ya que tampoco se atrevió a entrar en su propia casa. ¡Qué brutalidad de defensor, por Dios Santo!
Allá por el 35 de juego, sin embargo, Morata sufrió un durísimo golpe con Unai Simón, compañero de Selección y que tuvo que llamar alarmado a las asistencias médicas porque había quedado semi inconsciente nuestro jugador. Sin embargo, San Mamés entero, una vez más, demostró su señorío, saber estar y que son unos ejemplares únicos en su especie, y en un ejercicio de nobleza sin parangón, decidieron dar una atronadora ovación a Don Álvaro cuando vieron su pronta recuperación. Cuánto nos queda por aprender a otras aficiones racistas, asesinas y homófobas que hay por el resto de este país.
Con el empate caprichoso decidido por el Señor Figueroa Vázquez se llegó al descanso.
Nada más empezar la segunda parte llegó nuestro ansiado gol, en una brillante combinación en la que Don Álvaro se desmarca hacia la línea de fondo, cede majestuosamente atrás viendo el desmarque de Grizzi, y Diosito, en un remate sutil, lleno de pose, de tranquilidad, y toneladas y toneladas de clase infinita, bate con Maestría al bueno del Simón. Golazo más que justo y mucho más que merecido.
A los 53 minutos la cosa se nos empezó a torcer tras un choque entre Berenguer y Oblak en el que nuestro guardameta acabó lesionado en su hombro. Le tuvo que sustituir Grbic. Yo estaba acojonado perdido, desde luego, con este cambio, y empecé a visualizar goles del Athletic por todos lados y de todas las formas posibles, pero el chaval estuvo sencillamente perfecto en los minutos que disputó, erigiéndose en amo y señor de todo el área y transmitiendo poderío y tranquilidad a sus compañeros. Espectacular. ¡Bravo por él!
Salió también mi admirado Don Raúl todo lo que haces lo haces bien García, y como era de esperar, el Athletic se volcó y empezó a generar bastante peligro. Añadan los esperpénticos minutos disputados por dos de nuestros cambios, Correa vs. Saúl (que vaya tela, madre) y la cosa se complicó, y de qué manera, contando, encima, el equipo local, con la inestimable colaboración del Biruta del árbitro, que el hombre se lio a sacarnos tarjetas a diestro y siniestro (¡inclusive a Oblak cuando se iba del terreno de juego corriendo, cuando se lesionó!), viendo manos y señalando penaltis absolutamente incomprensibles, añadiendo más de diez minutos al terreno de juego … El propio Raúl García tuvo el empate en un disparo a quemarropa, que atajó disfrazándose del mejor Oblak el gran Reinildo, poniendo el broche de oro a su entusiasmante encuentro, en el cual quedó claramente demostrado lo que, por otro lado, todo el mundo sabe al dedillo: Solo hay un Atleti, y es el de Madrid.
EL CRACK DEL PARTIDO:
Pues hoy hay hostias para entrar aquí, señores. Excelentes minutos de Grbic, asumiendo a la perfección el rol de lo que necesita el equipo de él, gran trabajo de Don Álvaro, luchando contra todo y contra todos como un poseso, omnipresente Diosito Grizzi, hizo de todo, y todo lo hizo como los ángeles, nuestro pilar fundamental, pero me quedo con Reinildo, porque su exhibición defensiva ayer (¡sin cometer apenas faltas!) es digna solo de elegidos. Reconozco que es un defensa muy extraño. Él nunca suele ir a aguantar acompañando a su rival en carrera. Él lo tiene claro. Él ve un balón, y lo ataja. No se complica la vida un solo instante. Directo, y al esférico. Me va a costar olvidar su partido de ayer. Claro, que, a los Williams, ni os cuento …
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
Parece ser que el niñato portugués se nos ha hecho pupa de tanto tirar los petos contra el suelo y con tanta rabia (especialmente escatológico fue verle cuando saltaron todos sus compañeros preocupados por la acción de Morata cuando quedo semi inconsciente en el suelo tras su choque con Unai Simón, y el nene, impasible, ni levanto siquiera una triste pestaña para mostrar algo de preocupación por su compañero, qué pasada de gente, macho, de verdad). También me alegro muchísimo de la milagrosa recuperación de una enfermedad tan dura y seria como un cáncer, como la que ha sufrido el padre del posturitas del De Paul. Siempre lo he dicho, la ciencia evoluciona a una velocidad de vértigo. Tanto como la caradura y la sinvergonzonería de otros.
ÁRBITRO: Figueroa Vázquez.
Un Biri anda suelto. Su marcaje sobre Don Álvaro fue fundamental. Nos cosió con 7 amarillas (por supuesto, ninguna al equipo local). Alargó o no los tiempos de cada parte según le interesaba para su macabra intención. Anula un gol a Morata en la que él, solo él y nadie más que él sabe lo que ve. Anda tan desesperado al final por ayudar al Athletic a conseguir el empate que se inventa una mano dentro de nuestro área a falta de 5 minutos por brutal balonazo que casi le arranca la cabeza al propio Reinildo. De verdad, hasta cuando tenemos que estar soportando esto. Se que hacemos muchas veces las cosas mal, pero oigan, otras al menos tenemos propósito de enmienda, y tener siempre que luchar contra tantos elementos externos, produce un desgaste físico y mental sencillamente desequilibrante. Porque hay que tener los cojones muy firmes para que Morata no fuese ayer expulsado, a pesar del ensañamiento personal que tuvo con él ese escombro intelectual, provocándole constantemente. O el propio Cholo, o cualquiera que sienta estos colores como suyos y propios como nosotros. Personalmente me enajena que este tipo de villanos campen a sus anchas y a su libre albedrío. Así que valoren bien la victoria de ayer, Hermanos míos. Valórenla, y mucho. Porque fue contra mucho contra lo que hubo que doblegar.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 2 GRADOS).
¡La vida nos vuelve a sonreír, señores! ¡Ya en positivo! ¡El Termómetro se ha levantado magnánimo a la par que espléndido, y otorga 3 gradotes más, para uso, goce y disfrute del personal. Hay que seguir en positivo como sea, Señores. ¡Qué corra el Champlán!
Y martes, el Rayito. En teoría, hemos pasado un Tourmalet de la leche y estamos situados ahí, en donde a mi me mola estar, en plena pomada, pero sin hacer demasiado ruido tampoco. Ahora nos vienen rivales que deberían de ser más asequibles (que no más fáciles) pero para eso hay que seguir en la línea de ayer. Ya el día del Brujas se hizo todo para ganar y, aunque al final no se consiguió la ansiada victoria (es lo que tiene no hacer los deberes según te los van poniendo, evidentemente) se vio al Atleti que a mi, al menos, me gusta contemplar. Ayer también se jugó un excelente partido de fútbol. La línea está trazada. No no separemos de la misma… “Marcharemos junto a ti, nunca solo tu estarás” …
Quiero acabar esta crónica deseándole la mayor, mejor y más rápida de las recuperaciones posibles a nuestro Presidente de la Peña Atlética Rock and Roll Don Cristóbal. Su rebeldía y su corazón salvaje Atlético sé que podrá con todo, Don Cris, así que, mucho ánimo, y ¡Dale Campeón, Carajo!
1 comentario:
Gran reflexión sobre el señorío de San Mamés, sí señor. Para mi del árbitro lo peor no fue el gol anulado, que en estos tiempos de VAR raro es cuando no se desdicen, pero el trato descarado y sibilino en general es para desmoralizar a cualquiera. Desde hace un año o así se me cayó la venda con los árbitros, son malos pero también malvados. Sin ánimo de spamear, pásate si gustas algún día por mi casa que estoy escribiendo ahora más. Un abrazo!
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