A pesar de los pesares, a pesar de los Giles Manzano de turno, a pesar de repetirse de manera insistente y machacona siempre la misma historia, pasé una fantástica tarde de derbi en El Despacho, en medio de un ambiente espectacular a la par que sanote, y con la presencia a mi lado de Rafita y su hijo Alejandro, el cual podemos afirmar ya sin ningún tipo de duda que se ha convertido en un auténtico cachorro pata negra colchonero, y con las espaldas bien cubiertas por la entusiasta Doña Yayo (que me dejó varias perlas durante la velada para el recuerdo) y Don Ronin, que siempre, en sus visitas al Despacho las cuenta por victorias del Atleti, y casi también lo consigue en esta (una auténtica lástima) pero da igual, puedo asegurar y aseguro que todos los presentes nos machamos de allí con un sentimiento de orgullo y pertenencia sencillamente inigualable. Y es que ya lo expresé (o intenté, al menos) en un tuit después del encuentro:
El partido en sí fue un buen encuentro del Atleti. Fuimos un equipo serio, compacto, rocoso, solidario, dominante por momentos, y con personalidad en el terreno de juego. Tenemos un problema, eso sí, en la creación de ocasiones de gol, y es un contratiempo bastante frustrante, la verdad. El equipo de tres cuartos de campo hacia adelante lo hace de cine, pero, a la hora de tomar esa decisión final, ese pase definitorio, ese desmarque decisivo, casi siempre toma la decisión errónea, se equivoca o no está del todo punto preciso. Y es una pena, porque por ahí tenemos un importante agujero por el que se nos suelen escapar demasiadas futuras ocasiones de gol claras. También fuimos fuertes, nos sobrepusimos al palazo de lo de Reinildo (que es un auténtico palazo), a la expulsión del Marginal Correa, y hasta tuvimos los Santos cojones de, en inferioridad, adelantarnos en el marcador en el puto Santuario de ladrones ese. Poco más se le puede pedir al equipo en cuanto a actitud, desde luego.
Primera parte muy igualada, en la que el equipo del Imperio del ladrocinio solamente creó alguna ocasión en un disparo lejano de Ausencio, y en la que su gran figura estelar, el ínclito Gil Robaperas, a lo seis minutos de juego, ya se vió claro que tenía un plan a seguir y que casi le funcionó a la perfección, por cierto, cuando tuvo que decantarse por el equipo de sus amores una mano tan clara como absurda del pajarraco del Valverde (y ruego que alguien en la sala me explique la diferencia que hay entre la susodicha y la que le pitarón a Saúl el día del Geta en nuestra casa … ¿Hay alguien por ahí? Ya imaginaba. ¿Conclusión? Siguen sin pitarnos un penalti a nuestro favor. En toda la puta y Santa temporada. Otro día más en la oficina.
Otro dato a tener en cuenta fue la extraordinaria presión a la que nos sometió por todo el terreno pocilguil el fulero del Manzano. 5 faltas hubo en el total de la primera parte. ¡5! Pues bien, tres fueron tarjetas. Para que veáis el límite de despropósitos que hay en el arbitraje de este país, en la Premier (una liga mucho más física y de más contacto que la nuestra) llevan 16 tarjetas rojas solamente. Sin embargo, los pistoleros a sueldo de aquí llevan ya, a la misma altura de temporada, casi ¡100 tarjetas rojas! Demasié para el body, vamos.
A los 21 minutos de juego vino la lesión fortuita de Reinildo, que se pierde ya lo que queda de temporada. Mucho ánimo para él, al fin y la cabo, muchos jugadores han pasado por esa situación, y él parece fuerte tanto físicamente como de coco. Casi paralelamente, un buen remate desde fuera del área del anteayer trabajador Carrasco, que desvió el pequeño canguro a córner. Mientras tanto, el pistolero tarado que sigue a lo suyo, y ahora decide sacar otra psicodélica tarjeta a Koke (ya no es que te las saque, es la mirada que encima te echa el tipo de odio profundo y desprecio, qué ser, por Dios Santo), al minuto 36 el pistolero descontrolado ataca de nuevo, y saca otra amarilla no menos ridícula al Lechugo Llorente (tocó ligeramente en la cara al próximo premio Nobel de la paz denominada Binicius, o meméz análoga, sencillamente intolerable, vamos). Al borde del descanso, una buena opción de remate en segunda jugada que el gran Saúl de antaño hubiese conseguido tanto, mientras que el actual se trastabilla y no sabe ni cómo engancharla, y colorín, colorado, el final de la primera parte en la puta pocilga ha llegado.
En el segundo periodo el Cholo le dio de nuevo por cambiar de primeras a Barrios. No me gusta nada que le vaya pillando el gustillo a este automatismo, por cierto, por mucho que el que le sustituya sea el Suburbial Correa. Los Robaperas de blanco salieron a achuchar más (lógico, supuestamente se estaban jugando una liga), entrada criminal del joven Nacho (copyright, Doña Yayo) sobre Angelito, al cual le dejó la pierna como si hubiese bailado un chotis con un alambre de pinchos puesto, una buena ocasión de Diosito que se marcha lamiendo el palo de los robapartidos tras jugada de Yannick, a lo que los Fuleros bastardos contrarrestan estos con otro remate ajustado del ya citado Pajarraco Valverde.
Y en el 20 de la segunda parte, se repite la historia de nuevo. Esa historia cruel, indecente, nauseabunda a más no poder, de todos los años. En una acción en la que ese rascacielos plagado de mierda del Rudiger y Suburbial Correa andan disputando una posición, sin más. Angelito intenta zafarse de montón de mierda, y el Robaperas mayor del Reino de Gil Cadenas Manzano decide expulsar a nuestro suburbial favorito por manipular dicha acción a su capricho y convertirla en un codazo que solamente existió en su caliente mente vikinga. El homenaje a Amancio llego a su éxtasis principal. Para colmo, el futuro premio nobel de la paz del Binicius aparece por ahí para insultar y empujar a nuestro jugador, ante el aplauso ensordecedor de Alfredo Di Manzano. Todo tan asqueroso, todo tan deleznable, así se escribe la historia del Robaperas C.F. Por cierto, y los del VAR, ¿Bien, no? Pues no he visto yo rearbitrar rojas ni ná, pero claro … En el Santuario nunca toca. Si es que lo pone en el reglamento, joder. En fin …Poco más que añadir, otro día más en la oficina.
Pero hete aquí que el equipo, lejos de descomponerse, se pusieron el disfraz de espartanos colchoneros y decidieron dar un golpe sobre la mesa en el campo. A todo lo cual, y a falta apenas de 12 minutos para el final del encuentro, una maravillosa falta botada por Diosito Griezmann la cabeceó de forma sencillamente descomunal Giménez anotando nuestro tanto y poniendo al equipo por delante en el marcador, sí, con diez, sí, en el Santuario, sí, y a pesar del Ochaíta Manzano. ¡¡¡AUHHHHH, AUHHHHH, AUHHHHHH!!!
Y qué poquito nos faltó. Una lástima que el “MVP” del encuentro (es que te tienes que reír, un mamarracho que jugó apenas 13 minutos de juego) lograse empatarnos a la salida de un córner botado por el dopado del Modric, y que la citada reencarnación de Raúl, Di Stefáno y Zamorano juntos, logró empatar con un buen testarazo y poner el empate en el marcador, injusto a todas luces, sobre todo por coraje, por corazón, por personalidad, por superación ante las adversidades y por jugar, una vez más, con uno menos, y contra doce. Lo de siempre, vamos. Otro día más en la oficina.
El CRACK DEL PARTIDO:
La línea defensiva hizo un partidazo en líneas generales. Brutal Giménez los minutos que estuvo en el campo (golazo recordando al mejor Atlético Aviación posible incluido), Imperial Hermoso, bastante bien Molina, pero el jefe estelar del universo fue Don Stefan Savic. Juraría que no tuvo ni un solo error. Ni uno.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
Que se nos escapasen 3 puntos que teníamos ya hechos, máxime a la salida de un córner, en la que ahí la supuesta superioridad numérica de los ciervos se igualaba (aunque tampoco hubiese sido descartable que el propio Gil Juanito Manzano hubiese intentando el rematar también, vamos, se le tuvo que marcar estrechamente, e igual por ahí …).
¿ÁRBITRO?: Florentino Gil Manzano.
O el Atleti no plantea muy seriamente el tema de que vuelvan las recusaciones a los árbitros la siguiente temporada, o este problema lo vamos a tener siempre con este bastardo. No nos puede volver a arbitrar más, eso está claro. No tenemos el por qué aguantar los abusos de un tipo así. Como dijo el Cholo, yo pago una entrada, o un abono, por ver un espectáculo que este estúpido se encarga siempre de manipular y deformar a su antojo por la fobia que nos tiene. Y ya está bien, que esto cansa, y mucho.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 5 GRADOS).
Esta vez sí que voy a ser injusto, lo reconozco, porque corazón, mente y sentimiento me pide que suba los 3 gradazos reglamentarios que serían de rigor (e, inclusive, alguno más) pero mi conciencia, mi lealtad y mi personalidad no me permiten engañar al personal con euforias extrañas, así que demos por bueno la subida de, por otro lado, un importante y valioso grado positivo. Y la cantidad de palos que me van a dar los talibanes de turno va a ser de Campeonato, pero se siente, es lo que hay. Al fin y al cabo, mi lealtad hacia ustedes siempre será también de obligado cumplimiento.
Nada más. Aún ando muy mosqueado con todo este asunto pero toca seguir, y darnos ese aplauso más que merecido todos los Atléticos el próximo sábado precisamente por eso, por ser del Atleti. Para todo lo demás, Don Rubén Cano ya nos enseñó el camino …
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