20 de diciembre de 2023

Atleti 3 - Getafe 3. Día de Valientes.

 

Valiente Getafe.

Menudo partidazo se marcaron ayer los azulones. No cambiaron su registro desde el minuto 1 hasta el 90 (bueno, hasta que el malnacido del árbitro quiso). Presión agobiante, línea defensiva muy adelantada, dominaron machaconamente, y probablemente, el único momento de debilidad en su juego fue cuando curiosamente se quedaron con superioridad numérica hasta el final de la primera parte, producto de lo cual conseguimos nuestro primer tanto. Fueron un continúo y constante martillo pilón golpeando sin cesar sobre nuestra portería, con especial mención a Greenwood, una pesadilla constante. Ya había oído hablar de él, pero ayer lo sufrimos en nuestras propias carnes. Velocidad endiablada, descaro, dinamita pura en sus latigazos que suelta. Es todo un diamante por pulir, cierto es (menos mal que lo de dar el último pase, de momento, no es lo suyo .. menos mal), pero en manos del Papi Bordalás (¿Quién coño dice que este menda es defensivo, por Dios Santo?) tiene un futuro demoledor si sigue bajo su tutelaje.

 

Cuando se pusieron 3-1 por detrás en el marcador, ya en la segunda parte, cualquier otro equipo se hubiese, probablemente, dejado llevar a su suerte, pero ellos no variaron ni un ápice su intención de juego. No sé si siempre jugarán así o que (frase favorita de mi hermano cuando un rival nos mete un buen meneo), pero, desde luego, me pareció el mejor equipo que ha pasado por el Metropolitano, en bastante tiempo. Un diez para ellos, pues.

 

Valiente Atleti.

Porque tiene mucho mérito, frente a un rival que nos desgastó tanto como ayer nos hizo currar el Geta, jugando casi 70 minutos nada más y nada menos que en inferioridad numérica, estando metidos en CHL como primeros de Grupo y demás (con el desgaste que llevamos ya encima), haber tenido los santos cojones de, ya estando así, adelantarnos en el marcador, reaccionando con coraje y corazón, a dicha situación (una injusticia como otra cualquiera, aunque de eso hablaremos más adelante), voltear el tema al borde del descanso, con el tanto de Diosito tras asistencia de Roro, volvernos a levantar, a pesar del empate visitante obra de cualquiera de esos cervatillos del orto con que les gusta castigarnos los periolistos en cualquier momento de nuestra existencia y bajo cualquier circunstancia, voltear la situación de nuevo gracias a la buena acción individual de Llorente e impecable remate posterior de Don Álvaro (clink, clink, caja para el menda lerenda, su cambio, gracias), y aún poner más tierra de por medio, con otro nuevo tanto de Grizzi, esta vez de penalti.

 

Es frustrante, cierto, que en el minuto 86 vayas ganado 3-1 y te empaten al final el partido. Correcto. A mi el plan este que utiliza el Cholo de encular al equipo dentro del área y no moverlo de ahí, no me hace ninguna gracia. Pero es que nunca me la ha hecho, ni nunca me la hará. Muchas veces nos suena la flauta y sacamos el tema adelante. Pero ayer era demasié para el body, y no, no tocó (y yo diría que hasta gracias y todo, que doy por bueno el punto, tras lo visto, no deja de ser un punto que suma, y no, no he bebido hoy todavía).

 

Y hubo muchos defectos tácticos en el equipo (no entendí qué coño pinta Lino de media punta, cuando Riquelme ha jugado toda su vida ahí, por ejemplo). Tampoco entendí el coladero constante y continuo que padecimos en nuestro flanco izquierdo (y no me reprochen nada a Hermoso ayer, por favor, hizo un partido descomunal, se multiplicó por todas partes, realizó cortes inverosímiles, asumió riesgos brutales en despejes más que comprometidos que se podían haber convertido en la humillación de gol en propia meta, miren que voy a sentir su marcha, carallo). Pero bueno, al menos, los nuestros, como ya os he indicado, dignificaron nuestro Escudo con los valores mínimos e imprescindibles que debe de tener cualquier tipo que porte la rojiblanca. El Cholo, por su parte, también corrigió algún que otro desajuste propio. Y a mi, con todo eso, ya me vale.

 

Valiente Partidazo.

A quién más, quién menos, se nos llena siempre la boca comparando la Premier con la Liga (y conste, yo soy el líder de esa campaña, se siente), pero, sinceramente, lo de ayer me pareció que no tuvo absolutamente nada que envidiar a dicha competición: goles a go-gó, emoción, espectáculo, dos equipos explotando al máximo sus virtudes, fantástico ambiente ... No creo que a nadie que le guste este deporte, sea del equipo que sea, se aburriese ni un ápice de lo contempló en el Metropolitano. Y también brindo por esto, qué carajo, porque, cuando unos superen el mal trago de la fantástica ocasión perdida, por un lado, y otros encajemos mejor el disgusto de que nos empataran un encuentro que teníamos dominado con ventaja de dos goles faltando 4 minutos, por otro, antes nos daremos cuenta de lo que disfrutamos ayer en realidad, que no fue otra que esta: un partidazo de fútbol, así … PARTIDAZO.

 

Valiente Afición.

Y sin matracas, por si las dudas. Hay que tener mucha ilusión, derrochar sentimiento por los cuatro costados, desafiando horarios, atascos, incomodidades en forma de deleznables transportes públicos que cuando indican que se refuerzan no sé a muy bien se refieren en realidad (lo único que sale reforzado es el caos que me monta allí), temperatura atmosférica y demás cosas que se me puedan ocurrir, y que ya me callo, para ir en dichas condiciones para ir a ver el partido de ayer. Así es que no debo ni puedo más que aplaudir a todos los presentes, darles las gracias por la fantástica animación (que fue buena, pero de verdad, por cierto), y que sigan así, porque ellos, y solo ellos, son los que mantienen, han mantenido y mantendrán, siempre la pasión prohibida de este Club en lo más alto que nos podamos imaginar. Y sin ellos, el resto, sencillamente, no somos nada. Meros comparsas, a lo sumo.

 

Valiente HDP.

Lo del Munuera ayer no tiene nombre (o sí, qué ya está bien de callarse uno todo). Fue una persecución implacable, con un solo objetivo final: nuestra masacre. Desde la primera amarilla a Savic, por una acción que no fue ni falta (en la segunda, nada que objetar, salvo la capacidad mental y física de nuestro propio jugador, pero ese es otro asunto), hasta permitir todo tipo de acciones violentas visitantes ante su mirada contemplativa, como el que anda en un mirador de un puerto, viendo las olas del mar, como por ejemplo poco antes de la segunda amarilla al montenegrino, no haber expulsado a Jaime Mata (valiente garrulo, ya puestos a opinar y llamar las “cosas” por su nombre también) en un salvaje pisotón que hizo sobre De Paul, el cual se quedó revolviéndose en el suelo, y el trencilla, es que ni mostró preocupación alguna siquiera por su estado de salud. Ver, oír, mugir y pastar.

 

Para colmo de males, estuvo fielmente escoltado por un linier obsesivo-compulsivo, que levantaba el banderín de forma irritante ante cualquier intento de avance nuestro durante todo lo que duró el partido, duración la cual, por cierto, a su vez, se encargó el malnacido del colegiado de alargar hasta el infinito y más allá. Imagino que al final, cuando llevaba ya casi de alargue de 14 minutos, viendo que el Atleti empezaba a rondar de medio el medio campo de los getafenses, de nuevo, debió de pensar algo así como “Bah. Ya les he jodido bastante, lo corto ya, no sea que estos al final me la líen de nuevo” … Y así, cuando al señor ya contempló 10 cadáveres rojiblancos a su espalda, extenuados de todo el trabajo realizado, se fue tan orgulloso y campante con esa malévola sonrisa que solo le queda a la gentuza cuando ha cumplido su misión de haber extorsionado, robado y desquiciado todo lo que ha podido así que, enhorabuena, Campeón. No te tienes que morir nunca: TE TENEMOS QUE MATAR.

 

Valiente Griezman vs. Valiente Don Luis Aragonés.

Antes de acostarme, leí a mi Hermano Don Rubio decir en el estado de su móvil algo así como … “Nadie escribió la historia con números”. Me impactó la frase, lo reconozco, y, aunque entiendo por dónde va, no deja de tener razón en la misma. Admiro a Griezmann profundamente. Me parece el jugador más completo que hay ahora mismo sobre un terreno de juego en el mundo entero, y le agradezco los huevos e ilusión que le ha echado por hacer historia aquí, con nosotros. Y que ande tranquilo, ya lo ha conseguido, y volteando una situación solo para elegidos, que los Atléticos no somos fáciles de reconquistar (y el Señor Don Rubén es el mejor ejemplo de lo que digo, y conozco a un buen puñado más, añado).

Dicho esto, quién se piense que por superar a Don Luis Aragonés en sus goles (que lo va a lograr, y, ojalá, con creces), va a desplazar, igualar o siquiera rozar el pódium dentro de nuestro corazón que ocupa el Sabio de Hortaleza, o la importancia que tiene dentro del status y de los valores que nos inculcó Luis en nuestra Historia, o bien no se ha enterado de nada, o sigue sin enterarse, o, directamente, no es del Club Atlético de Madrid. Porque Luis Aragonés es precisamente eso … Atleti, en su más puro estado. En todo, por todo y por encima de todo. Y eso, evidentemente, es sencillamente tan incontestable, como inabordable, probablemente, absolutamente por nadie. O, al menos, por nadie mientras yo viva.


EL CRACK DEL PARTIDO:

Mis tres cachorros favoritos: Izan, Adrián y Rubén. Todo lo que he escrito en el apartado de la crónica “Valiente Afición”, va enteramente por ellos (del papuchi ya hablaremos otro día, que me tiene “contento” con la obsesión que le ha dado ahora con mi año de nacimiento y lo que ello conlleva sobre mi persona, Diosss). Y hasta con dos de ellos he tenido ya la inmensa suerte de haber realizado un desplazamiento y todo. No lo intenten superar, siquiera igualar tampoco.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

No sé de que estoy más harto, de las expulsiones de Savic o de las lesiones de Giménez. Lo único que, entiendo que lo del segundo, el pibe, por más que lo intente, no lo puede evitar. Sin embargo, lo del primero, sí que se puede hacer … O igual no. Depende del estado en que ande su única neurona. Eso sí, luego se hace una foto en plan malote con cualquiera de la plantilla, y a todos se nos hace el culo Pepsi-cola con ello. Ciertamente, tampoco nos libramos de ser, en determinadas circunstancias, una afición de pandereta como otra cualquiera.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (15 GRADOS).

 

Tras mi incalificable cabreo el día del Athletic (empezando por el tema de la equipación con la que salimos al terreno de juego en fecha tan señalada, y acabando por el esquizofrénico espectáculo realizado), bajo 3 grados por la derrota, y dos grados más por el bochorno añadido. ¿Lo de ayer? Ni frío ni caliente, entiéndame la gente. Lo dejo estar. Tengo argumentos tanto para subir como para hundirles en la miseria, y eso a mi gente no se lo hago, así que lo dicho.


Que no se olvide, qué diablos. Otro buen gol de Don Álvaro.

 Y el próximo sábado, despedimos el año futbolístico, y se nos va a ir sabiendo si, aún podemos hacer algo en Liga (teniendo en cuenta el enfrentamiento directo que tenemos en breve también frente al Girona, claro está) o, por el contrario, la muchachada va a tener que ponerse el mono de faena para intentar asaltar otros objetivos finales. Yo no me rindo (aún), así que, tu menos, ¿Vale?  … 


“NO PASA NADA, RORO” …


14 de diciembre de 2023

Atlético 2 - Merda Laziale 0. El saco de Roma (by Don Pablo Mármol).

 El mago de la pluma (aka Gandulf) está volviendo todavía del Estadio Nuevo Metropolitano. De tal manera, aquí me veo nuevamente solo, ante el peligro y con una página en blanco que tengo que completar. Y no sé muy bien qué contarles hoy, la verdad (el título de la crónica es una trampa para engancharles, discúlpenme); pero vamos a intentarlo y a ver qué sacamos. Como les digo siempre, yo me pondría a perder el tiempo en otra cosa. Si hay algún culpable, ese es únicamente el Dueño.

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La Champions League, en líneas generales, es una competición asquerosa. Me da, como ya saben ustedes, infinita pereza. Sabedor que nunca vamos a ganar este trozo de metal, aburrido de ver casi siempre a los mismos equipos (este año ha molado un poco más), la fase de grupos, en casa, la enfoco como un día de reunión con los Camaradas para hacer un poco más llevadera la semana, aunque termine siendo contraproducente y realmente se convierte en una noche durilla que nos hace llegar renqueantes, si no dolientes, al fin de semana. Ojo, que tampoco veo mucho más, que no es poco, en los cruces.

La Champions League esa, una especie de Concierto de Año Nuevo, viene a ser un espectáculo al que sólo puede asistir la clase privilegiada, unos comparsas para hacer que haya más partidos (pasta) y el Charlie Bucket de cada año. El ganador será uno de los equipos con más poder económico, los comparsas competiremos lo que podamos (o nos dejen) para sacar el máximo dinero posible y el premiado asistirá con ojos extasiados al evento.

Observo con asombro y cierta pena cómo mucho seguidor Atlético desprecia la Europa League (con lo felices que nos hizo). Un torneo menor, dicen. Con todos mis respetos es un pedazo de torneo, en el que sólo se gana mucha menos pasta que en la otra. Con mucha envidia veo cómo en la EL hay un nivel de Aficiones bestial. En la CL las gradas locales y visitantes parecen atadas, están atadas, y se limitan a ser una especie de atrezo del espectáculo. Explíquenme a qué vienen los miles y miles de seguidores visitantes, partido tras partido, en la CL. A los de ayer, por cierto, se les oyó un poco, cosa que se agradece bastante; ya que obliga a esforzarse más y da cierto empaque a la noche. ¿Pero el resto que ha pasado por aquí? Simples elementos decorativos. Algunos, los apestados, intentamos salirnos de este corsé, pero con el tiempo todos terminaremos encorsetados.

Se preguntarán por qué este gilipollas que les aburre no se da de baja del abono total. No se crean que no lo ha pensado; es más, hace dos años estuvo a puntito. Pero la Copa del Rey le tiene totalmente secuestrado.

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El partido de esta semana era y es el del Athletic Club (la maldita Champions ya nos ha costado seis puntos como mínimo en Liga). Conocedor de ello, Diego Pablo Simeone planteó un once con varios cambios de jugadores y posiciones. Nuestro Gran Capitán, Ojos Bonitos o Morata se quedaban tan ricamente haciéndole compañía, Witsel se adelantaba para dejar sitio a un muy necesitado de minutos Savić, saliendo el Equipo con el objetivo de sentenciar pronto (el empate valía), para poder rotar a más gente y hacer el mínimo esfuerzo posible. Vamos, que si marcábamos pronto entrenamiento habuimus.

Salió el Atlético dispuesto a cumplir el guion previsto. Y así se encontró muy pronto con el 1-0, tras un gran balón recuperado por Lino, asistencia magistral y remate sutil de Griezmann. Golazo. Comenzaba el entrenamiento.

Hasta el descanso casi nada más que destacar. Los visitantes, que tampoco es que se esforzaran mucho, intentaron tener la pelota y acercarse, aunque fuera a saludar, a Oblak. Apenas un par de casisustos y poco más. Por el contrario, el Atlético recuperó el control del juego, intentando sentenciar antes del descanso. Tuvo Antoine el segundo, mas se llenó de balón y no vio la llegada de Saúl. Hermoso lo hizo, pero Lino, parece ser, interfería en la visión del portero que nos marcó en Roma y se anuló el tanto. El mismo Lino (partidazo el suyo) cruzó poco después demasiado.





Intermedio. Buen momento para compartir pitillo y conversación con los FAmigos. Y de un tiempo a esta parte también la música ambiente, buena en general, aunque alguien debiera decirle al pincha del Metropolitano que vale ya con el Should I Stay Or Should I Go, ¡coño! Bueno, vale ya de cualquiera de los Clash. Eso o tendremos que averiguar dónde tiene los platos e ir a poner Música de verdad.





Quedaron en el descanso Antoine y Giménez (amonestado y mal en la salida de balón), para rodar a Depay, que empeoró al primero, y a Söyüncü, que mejoró al segundo. El 2-0 llegó enseguida, con un golazo de Lino. Salieron entonces a estirar un rato Morata, Koke y Azpilicueta. La seriedad de Saúl, inmenso todo el partido, nos llevó al final sin ningún sobresalto. Bueno, uno sí. Ver que en el rival jugaba Guendouzi.

Servidor es un tipo con alguna manía. Y mucha es la que ha tenido siempre a este ¿jugador? Ya desde sus tiempos en el Arsenal apuntaba a calamidad. Salvo por los pelos, dudo mucho que alguno de ustedes se haya fijado en el sujeto en cuestión. Les cuento, que para eso estoy (vale, y no sé qué más contarles). Es el típico David Luiz con mucha presencia estética, pero ninguna futbolística. Le he visto varias veces, principalmente en el Olympique argelino, y es la nada absoluta. Es que no sé ni de qué juega. Yo creo que su entrenador, compinchado claramente con su representante, le saca al campo y le pone donde menos pueda estorbar a sus compañeros de vestuario. Un crack.





Perdonen, continuo. Comentábamos que sin ningún apuro se llegó al término del encuentro. A la hora de partido los italianos hubieran firmado el final. Ni el árbitro quiso descontar más que los dos minutos de cortesía. Los Aficionados lo agradecimos, ya que hacía fresco y no era cuestión de prolongar el entrenamiento. Como la noche era desapacible, no apetecía liarse mucho. Como tampoco había nada especial que celebrar, la Afición emprendió enseguida la vuelta a casa.



Centrados en el Athletic, toca darlo todo el sábado. Rival dificilísimo, en buen momento, lo pondrá muy complicado. Partido de cuatro puntos, por lo menos. Ganar nos pondría en …. Vaaale, vaaale, vaaale. Partido a partido.

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¡PRIETAS LAS FILAS!

FORZA ATLETI SIEMPRE

11 de diciembre de 2023

Atleti 2 - Almería 1. Partido importante más que brillante.

Mi gran hermano del alma Rafita me anda malacostumbrando últimamente invitándome a su palco VIP de turno, la verdad. Y reconozco que, aunque es otra forma de ver el fútbol, evidentemente, es una auténtica gozada el poder disfrutar de ello de vez en cuando (y digo bien, de vez en cuando, porque si yo tuviese la inmensa fortuna de poder ir todos los encuentros al mismo, no creo que llegase sano, vivo y coleando hasta final de temporada). Uno puede degustar una gran variedad de pinchos de todas clases, colores y formas, beberse todas las cosechas de vino habidas y por haber, sabiamente mezcladas con todas las birras también que uno pueda llegar a engullir. Encima, su sitio es de lo mejor del Metropolitano: en primera línea de sector, teniendo a tu izquierda todo el ambiente que logre crear el Frente, pudiendo ver el fútbol y dejar cómodamente las bebidas tanto en el sitio habilitado en el propio asiento, como en la parte de enfrente del propio sector. Asientos más amplios y confortables que los del resto del campo, tienes tus propios baños habilitados, y después del encuentro puedes permanecer engullendo sin parar hasta 1 hora después, tiempo más que de sobra para salir tranquilamente del campo sin atascos ni sobresaltos de multitudes, ¿Qué más se puede pedir?


Pues ya puestos, ver un mejor partido, por ejemplo. Porque la primera parte del Atleti, por momentos, fue eléctrica, y la segunda, por otros momentos, sencillamente deplorable. Démosle caña al caviar, pues, primero.

 

A los seis minutos ya ganábamos con un tanto de Diosito Grizzi, pero el mismo fue anulado de forma incomprensible por la gentuza del VAR. Dio igual, el Atleti siguió a lo suyo: presión brutal sobre el contrario, fantástica velocidad en la conducción del balón, movilidad y desmarques constantes. Un gusto verles así. A los 9 minutos, De Paul pudo adelantarnos en el marcador, pero quiso ajustar tanto su lanzamiento desde fuera del área y apuró tantísimo tiempo, que al final se le marchó fuera. Los futbolistas cuando tienen demasiado tiempo para pensar, hacen estas cosas.

 

Poco después, sin embargo, el propio De Paul le pone un delicioso pase al primer toque sobre Angelete Correa, y este remata tras control y toque según entra en el área y el balón sale lamiendo el palo, si es que no lo golpea. Aunque marrase la citada ocasión, Marginal Correa hizo lo que debía de hacer: primer toque, y ese toque delicioso que suele tener con la punterita (es único en el arte del tac-tac). Un minuto después, Diosito roba el enésimo balón, ve el desmarque de Don Alvaro Morata, éste se adentra en el área, sortea a su rival con un autopase, amaga en primera instancia el golpeo al balón para burlar la salida del guardameta visitante, y bate finalmente a puerta vacía marcando el primer gol de la tarde. Un golazo como otro cualquiera.

 

El Atleti estaba desatado, y en el minuto 22 consiguió el segundo tanto, obra de Correita, tras asistencia del Lechugo Llorente. El tema olía a goleada por todos lados, y yo creo que buena parte del cabreo que tenía el personal en la segunda parte fue precisamente por eso: el Atleti calentó, pero no quemó. Como yo cuando salgo de jarana por ahí, vamos.

 

El caso es que el Atleti empezó poco a poco a ponerse en ese modo insulso en el que tan poquito transmite, y el Almería, colista de la competición, empezó a pensar que no tenía nada que perder, que le daba ya igual palmar por 8 que por ochenta, y poco a poco empezó a embotellar a la muchachada atrás. Con este 2-0 nos fuimos al descanso (a mi es un resultado que nunca me ha gustado, porque este tipo de partidos ya los he visto miles de veces, y luego pasa lo que pasa).

 

En la segunda parte el Atleti se desenchufó casi por completo, y el Almería dominó y casi nos empató y todo. Encima, esta vez los Cholo-Cambios fueron a peor (a Memphis cada pierna parece que le pesa 234 kilos, y Saúl salió nervioso e impreciso), así que, en el 62, pasó lo que tenía que pone en el manual del 2-0 al descanso, gol de Leo Baptistao, el cual, por supuesto, no celebró su tanto. Es curioso que un menda que apenas creo que estuvo una temporada nos tenga mucho más respeto que otro niñato piojoso que anda por ahí y que todavía es nuestro, cosas de saber estar, supongo.

 

El mismo jugador pudo empatar, en un remate colocado que se le fue lamiendo la escuadra de Oblak. Por su parte, Garitano quitó del terreno de juego al carabanchelero Embarba (que hizo lucirse, y de lo lindo, a Oblak, en un remate de cabeza a bocajarro más solo que la una), y buen cable que nos echó, porque el menda estaba siendo una pesadilla por todas partes. A poco del final, Depay pudo sentenciar el encuentro tras asistencia de Koke, pero se llenó tanto de balón como de hamburguesas en verano, y su remate se marchó al limbo filipino, lo menos. Y en los 6 minutos de descuento, el Almería nos remató nada menos que 3 veces en franca situación, y nos botó 2 córners, así que acabamos como acabamos, con el corazón saliéndonos por la garganta, una vez más. Pero tampoco ni nos vamos a cortar las venas, ni vamos a ir de Valdanitos consumados con exquisiteces ni más milongas. Ayer el partido salió así (mejor dicho, la segunda parte, que la primera media hora fue muy potable, a todos los equipos les pasa, por otro lado) y fuera. Lo importante es que recortamos ventaja a Barsapasta y Mandril, y aguantamos el ritmo infernal que está marcando el cada vez  menos sorprendente Girona. Y con esto, y unos cuantos vinitos más después del partido, se acabó esta cronicucha del orto, todo ella aderezada con el dulce dolor de cabeza que produce cualquier buena resaca que se precie (Rafita, cómo se puede querer tanto a un pibe a la par que odiar al día siguiente, es como la primera parte del Atleti ayer y luego la segunda). Hasta en eso llevamos en la sangre a este bendito Club.

EL CRACK DEL PARTIDO:

Me quedo con la vuelta al gol de Marginal Correa y de Don Álvaro Morata, y con los reflejos del siempre vital Don Jan Oblak, que nos sigue regalando puntos sin parar, mal que pese por ahí.

 


 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Lo mal que salieron en la segunda parte tanto Saúl como Memphis, y ese dejarse llevar del Atleti al que este año, afortunadamente, no nos tiene acostumbrados. Pero sí: hay que espabilar. Por cierto, ¿Savic está tan espantoso como me parece, o son producto de alucinaciones mías?

 

ÁRBITRO: De Burgos Bengoetxea.

Esperpéntico es poco. Disparate va, despropósito viene. Y en un partido en el que el Almería jugó casi al límite del reglamento (es su obligación, dada su situación actual, en la que no ha ganado siquiera un triste encuentro en lo que va de año), la tarjeta, encima, se la llevó el “violento” Koke. Se tiene uno que reír.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (20 GRADOS).

 

Victoria de obligado cumplimiento frente al colista ayer, derrota (desgraciadamente) de obligado cumplimiento también de nuevo en Barcelona, así que la vida sigue igual, ni sube, ni baja.

 



 

Otro tantito más para la buchaca de Don Álvaro. A ver si pilla otra buena racha, y para después de Navidades, sentenciamos ya casi la apuesta.

 



Y el miércoles, partido importantísimo para asegurarnos el liderato frente a la siempre despreciable “Lazio, Lazio, va fan culo”. Partido que presenciaré en el campo, cortesía de nuevo, de mi amigo, qué digo amigo, de mi hermano, qué digo hermano, de mi luz, qué digo luz, de mi panacea, qué digo …¡BASTA YA DE PELOTEO INFAME! De Rafita, joder. Hemos prometido ambos portarnos bien, ante la avalancha de semanita que tenemos por diversas celebraciones. Cantemos todos que es la hinchada que hoy alienta, que es el Frente que hoy anima, Forza Atleti Campeón …

 

 



Atleti 2 - Almería 1. Partido importante más que brillante.

Mi gran hermano del alma Rafita me anda malacostumbrando últimamente invitándome a su palco VIP de turno, la verdad. Y reconozco que, aunque es otra forma de ver el fútbol, evidentemente, es una auténtica gozada el poder disfrutar de ello de vez en cuando (y digo bien, de vez en cuando, porque si yo tuviese la inmensa fortuna de poder ir todos los encuentros al mismo, no creo que llegase sano, vivo y coleando hasta final de temporada). Uno puede degustar una gran variedad de pinchos de todas clases, colores y formas, beberse todas las cosechas de  vino habidas y por haber, sabiamente mezcladas con todas las birras también que uno pueda llegar a engullir. Encima, su sitio es de lo mejor del Metropolitano: en primera línea de sector, teniendo a tu izquierda todo el ambiente que logre crear el Frente, pudiendo ver el fútbol y dejar cómodamente las bebidas tanto en el sitio habilitado en el propio asiento, como en la parte de enfrente del propio sector. Asientos más amplios y confortables que los del resto del campo, tienes tus propios baños habilitados, y después del encuentro puedes permanecer engullendo sin parar hasta 1 hora después, tiempo más que de sobra para salir tranquilamente del campo sin atascos ni sobresaltos de multitudes, ¿Qué más se puede pedir?

 

 

 

Pues ya puestos, ver un mejor partido, por ejemplo. Porque la primera parte del Atleti, por momentos, fue eléctrica, y la segunda, por otros momentos, sencillamente deplorable. Démosle caña al caviar, pues, primero.

 

A los seis minutos ya ganábamos con un tanto de Diosito Grizzi, pero el mismo fue anulado de forma incomprensible por la gentuza del VAR. Dio igual, el Atleti siguió a lo suyo: presión brutal sobre el contrario, fantástica velocidad en la conducción del balón, movilidad y desmarques constantes. Un gusto verles así. A los 9 minutos, De Paul pudo adelantarnos en el marcador, pero quiso ajustar tanto su lanzamiento desde fuera del área y apuró tantísimo tiempo, que al final se le marchó fuera. Los futbolistas cuando tienen demasiado tiempo para pensar, hacen estas cosas.

 

Poco después, sin embargo, el propio De Paul le pone un delicioso pase al primer toque sobre Angelete Correa, y este remata tras control y toque según entra en el área y el balón sale lamiendo el palo, si es que no lo golpea. Aunque marrase la citada ocasión, Marginal Correa hizo lo que debía de hacer: primer toque, y ese toque delicioso que suele tener con la punterita (es único en el arte del tac-tac). Un minuto después, Diosito roba el enésimo balón, ve el desmarque de Don Alvaro Morata, éste se adentra en el área, sortea a su rival con un autopase, amaga en primera instancia el golpeo al balón para burlar la salida del guardameta visitante, y bate finalmente a puerta vacía marcando el primer gol de la tarde. Un golazo como otro cualquiera.

 

El Atleti estaba desatado, y en el minuto 22 consiguió el segundo tanto, obra de Correita, tras asistencia del Lechugo Llorente. El tema olía a goleada por todos lados, y yo creo que buena parte del cabreo que tenía el personal en la segunda parte fue precisamente por eso: el Atleti calentó, pero no quemó. Como yo cuando salgo de jarana por ahí, vamos.

 

El caso es que el Atleti empezó poco a poco a ponerse en ese modo insulso en el que tan poquito transmite, y el Almería, colista de la competición, empezó a pensar que no tenía nada que perder, que le daba ya igual palmar por 8 que por ochenta, y poco a poco empezó a embotellar a la muchachada atrás. Con este 2-0 nos fuimos al descanso (a mi es un resultado que nunca me ha gustado, porque este tipo de partidos ya los he visto miles de veces, y luego pasa lo que pasa).

 

En la segunda parte el Atleti se desenchufó casi por completo, y el Almería dominó y casi nos empató y todo. Encima, esta vez los Cholo-Cambios fueron a peor (a Memphis cada pierna parece que le pesa 234 kilos, y Saúl salió nervioso e impreciso), así que, en el 62, pasó lo que tenía que pone en el manual del 2-0 al descanso, gol de Leo Baptistao, el cual, por supuesto, no celebró su tanto. Es curioso que un menda que apenas creo que estuvo una temporada nos tenga mucho más respeto que otro niñato piojoso que anda por ahí y que todavía es nuestro, cosas de saber estar, supongo.

 

El mismo jugador pudo empatar, en un remate colocado que se le fue lamiendo la escuadra de Oblak. Por su parte, Garitano quitó del terreno de juego al carabanchelero Embarba (que hizo lucirse, y de lo lindo, a Oblak, en un remate de cabeza a bocajarro más solo que la una), y buen cable que nos echó, porque el menda estaba siendo una pesadilla por todas partes. A poco del final, Depay pudo sentenciar el encuentro tras asistencia de Koke, pero se llenó tanto de balón como de hamburguesas en verano, y su remate se marchó al limbo filipino, lo menos. Y en los 6 minutos de descuento, el Almería nos remató nada menos que 3 veces en franca situación, y nos botó 2 córners, así que acabamos como acabamos, con el corazón saliéndonos por la garganta, una vez más. Pero tampoco ni nos vamos a cortar las venas, ni vamos a ir de Valdanitos consumados con exquisiteces ni más milongas. Ayer el partido salió así (mejor dicho, la segunda parte, que la primera media hora fue muy potable, a todos los equipos les pasa, por otro lado) y fuera. Lo importante es que recortamos ventaja a Barsapasta y Mandril, y aguantamos el ritmo infernal que está marcando el cada vez  menos sorprendente Girona. Y con esto, y unos cuantos vinitos más después del partido, se acabó esta cronicucha del orto, todo ella aderezada con el dulce dolor de cabeza que produce cualquier buena resaca que se precie (Rafita, cómo se puede querer tanto a un pibe a la par que odiar al día siguiente, es como la primera parte del Atleti ayer y luego la segunda). Hasta en eso llevamos en la sangre a este bendito Club.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Me quedo con la vuelta al gol de Marginal Correa y de Don Álvaro Morata, y con los reflejos del siempre vital Don Jan Oblak, que nos sigue regalando puntos sin parar, mal que pese por ahí.

 

 

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Lo mal que salieron en la segunda parte tanto Saúl como Memphis, y ese dejarse llevar del Atleti al que este año, afortunadamente, no nos tiene acostumbrados. Pero sí: hay que espabilar. Por cierto, ¿Savic está tan espantoso como me parece, o son producto de alucinaciones mías?

 

ÁRBITRO: De Burgos Bengoetxea.

Esperpéntico es poco. Disparate va, despropósito viene. Y en un partido en el que el Almería jugó casi al límite del reglamento (es su obligación, dada su situación actual, en la que no ha ganado siquiera un triste encuentro en lo que va de año), la tarjeta, encima, se la llevó el “violento” Koke. Se tiene uno que reír.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (20 GRADOS).

 

Victoria de obligado cumplimiento frente al colista ayer, derrota (desgraciadamente) de obligado cumplimiento también de nuevo en Barcelona, así que la vida sigue igual, ni sube, ni baja.

 

 

Otro tantito más para la buchaca de Don Álvaro. A ver si pilla otra buena racha, y para después de Navidades, sentenciamos ya casi la apuesta.

 

 

 

Y el miércoles, partido importantísimo para asegurarnos el liderato frente a la siempre despreciable “Lazio, Lazio, va fan culo”. Partido que presenciaré en el campo, cortesía de nuevo, de mi amigo, qué digo amigo, de mi hermano, qué digo hermano, de mi luz, qué digo luz, de mi panacea, qué digo …¡BASTA YA DE PELOTEO INFAME! De Rafita, joder. Hemos prometido ambos portarnos bien, ante la avalancha de semanita que tenemos por diversas celebraciones. Cantemos todos que es la hinchada que hoy alienta, que es el Frente que hoy anima, Forza Atleti Campeón …

 

 

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MAREANDO LA PERDIZ: "Desesperado"

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