Pues ya puestos, ver un mejor
partido, por ejemplo. Porque la primera parte del Atleti, por momentos, fue
eléctrica, y la segunda, por otros momentos, sencillamente deplorable. Démosle
caña al caviar, pues, primero.
A los seis minutos ya ganábamos
con un tanto de Diosito Grizzi, pero el mismo fue anulado de forma
incomprensible por la gentuza del VAR. Dio igual, el Atleti siguió a lo suyo:
presión brutal sobre el contrario, fantástica velocidad en la conducción del balón,
movilidad y desmarques constantes. Un gusto verles así. A los 9 minutos, De
Paul pudo adelantarnos en el marcador, pero quiso ajustar tanto su lanzamiento
desde fuera del área y apuró tantísimo tiempo, que al final se le marchó fuera.
Los futbolistas cuando tienen demasiado tiempo para pensar, hacen estas cosas.
Poco después, sin embargo, el
propio De Paul le pone un delicioso pase al primer toque sobre Angelete Correa,
y este remata tras control y toque según entra en el área y el balón sale
lamiendo el palo, si es que no lo golpea. Aunque marrase la citada ocasión,
Marginal Correa hizo lo que debía de hacer: primer toque, y ese toque delicioso
que suele tener con la punterita (es único en el arte del tac-tac). Un minuto
después, Diosito roba el enésimo balón, ve el desmarque de Don Alvaro Morata,
éste se adentra en el área, sortea a su rival con un autopase, amaga en primera
instancia el golpeo al balón para burlar la salida del guardameta visitante, y
bate finalmente a puerta vacía marcando el primer gol de la tarde. Un golazo
como otro cualquiera.
El Atleti estaba desatado, y en
el minuto 22 consiguió el segundo tanto, obra de Correita, tras asistencia del
Lechugo Llorente. El tema olía a goleada por todos lados, y yo creo que buena
parte del cabreo que tenía el personal en la segunda parte fue precisamente por
eso: el Atleti calentó, pero no quemó. Como yo cuando salgo de jarana por ahí,
vamos.
El caso es que el Atleti empezó
poco a poco a ponerse en ese modo insulso en el que tan poquito transmite, y el
Almería, colista de la competición, empezó a pensar que no tenía nada que
perder, que le daba ya igual palmar por 8 que por ochenta, y poco a poco empezó
a embotellar a la muchachada atrás. Con este 2-0 nos fuimos al descanso (a mi
es un resultado que nunca me ha gustado, porque este tipo de partidos ya los he
visto miles de veces, y luego pasa lo que pasa).
En la segunda parte el Atleti se
desenchufó casi por completo, y el Almería dominó y casi nos empató y todo.
Encima, esta vez los Cholo-Cambios fueron a peor (a Memphis cada pierna parece
que le pesa 234 kilos, y Saúl salió nervioso e impreciso), así que, en el 62,
pasó lo que tenía que pone en el manual del 2-0 al descanso, gol de Leo
Baptistao, el cual, por supuesto, no celebró su tanto. Es curioso que un menda
que apenas creo que estuvo una temporada nos tenga mucho más respeto que otro
niñato piojoso que anda por ahí y que todavía es nuestro, cosas de saber estar,
supongo.
El mismo jugador pudo empatar, en
un remate colocado que se le fue lamiendo la escuadra de Oblak. Por su parte,
Garitano quitó del terreno de juego al carabanchelero Embarba (que hizo
lucirse, y de lo lindo, a Oblak, en un remate de cabeza a bocajarro más solo
que la una), y buen cable que nos echó, porque el menda estaba siendo una
pesadilla por todas partes. A poco del final, Depay pudo sentenciar el
encuentro tras asistencia de Koke, pero se llenó tanto de balón como de
hamburguesas en verano, y su remate se marchó al limbo filipino, lo menos. Y en
los 6 minutos de descuento, el Almería nos remató nada menos que 3 veces en
franca situación, y nos botó 2 córners, así que acabamos como acabamos, con el
corazón saliéndonos por la garganta, una vez más. Pero tampoco ni nos vamos a
cortar las venas, ni vamos a ir de Valdanitos consumados con exquisiteces ni
más milongas. Ayer el partido salió así (mejor dicho, la segunda parte, que la
primera media hora fue muy potable, a todos los equipos les pasa, por otro lado)
y fuera. Lo importante es que recortamos ventaja a Barsapasta y Mandril, y
aguantamos el ritmo infernal que está marcando el cada vez menos
sorprendente Girona. Y con esto, y unos cuantos vinitos más después del
partido, se acabó esta cronicucha del orto, todo ella aderezada con el dulce
dolor de cabeza que produce cualquier buena resaca que se precie (Rafita, cómo
se puede querer tanto a un pibe a la par que odiar al día siguiente, es como la
primera parte del Atleti ayer y luego la segunda). Hasta en eso llevamos en la
sangre a este bendito Club.
EL CRACK DEL PARTIDO:
Me quedo con la vuelta al gol de
Marginal Correa y de Don Álvaro Morata, y con los reflejos del siempre vital
Don Jan Oblak, que nos sigue regalando puntos sin parar, mal que pese por ahí.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
Lo mal que salieron en la segunda
parte tanto Saúl como Memphis, y ese dejarse llevar del Atleti al que este año,
afortunadamente, no nos tiene acostumbrados. Pero sí: hay que espabilar. Por
cierto, ¿Savic está tan espantoso como me parece, o son producto de
alucinaciones mías?
ÁRBITRO: De Burgos Bengoetxea.
Esperpéntico es poco. Disparate
va, despropósito viene. Y en un partido en el que el Almería jugó casi al
límite del reglamento (es su obligación, dada su situación actual, en la que no
ha ganado siquiera un triste encuentro en lo que va de año), la tarjeta,
encima, se la llevó el “violento” Koke. Se tiene uno que reír.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (20 GRADOS).
Victoria de obligado cumplimiento
frente al colista ayer, derrota (desgraciadamente) de obligado cumplimiento
también de nuevo en Barcelona, así que la vida sigue igual, ni sube, ni baja.
Otro tantito más para la buchaca
de Don Álvaro. A ver si pilla otra buena racha, y para después de Navidades,
sentenciamos ya casi la apuesta.
Y el miércoles, partido
importantísimo para asegurarnos el liderato frente a la siempre despreciable “Lazio, Lazio, va fan culo”. Partido que
presenciaré en el campo, cortesía de nuevo, de mi amigo, qué digo amigo, de mi
hermano, qué digo hermano, de mi luz, qué digo luz, de mi panacea, qué digo
…¡BASTA YA DE PELOTEO INFAME! De Rafita, joder. Hemos prometido ambos portarnos
bien, ante la avalancha de semanita que tenemos por diversas celebraciones. Cantemos todos que es la hinchada que hoy alienta, que es el
Frente que hoy anima, Forza Atleti Campeón …
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