16 de diciembre de 2024

Atleti 1 - Getafe 0. Un Atlético camaleónico.

 

Una de las cosas que más me están gustando de este año, referente al Atleti, es la capacidad que anda teniendo el equipo de adaptarse a distintas vicisitudes y circunstancias de todo tipo y color. Tras el bache y desconcierto inicial de las primeras jornadas (más producto de la impaciencia que producen los resultados adversos, los lógicos trastazos que ha ido dando el Cholo hasta ir haciéndose a la idea de lo que tenía y cómo lo tenía, la falta de acoplamiento de los jugadores contratados, en definitiva, la obligación de jugar una pretemporada en plena competición, precisamente por la ausencia de la misma), hemos ido comprobando diferentes modos  de afrontar los partidos la muchachada.

 

Todo empieza a raíz del partido del PSG, en la que contemplamos una versión bastante conocida de nuestro Atleti, la del sufrimiento continuo, del desgaste, del aguantar lo indecible, la del orden defensivo, para sentenciar en el último suspiro. El Atlético superviviente.

 

Después, en Valladolid o en Champions fuera de casa hemos visto la versión del Atleti martillo pilón. Machaca a sus rivales a base de goles sin parar. Sin embargo, en Copa hemos visto el Atleti obrero. A remangarse y a currar tocan a base de adaptarse a las circunstancias de los rivales que teníamos enfrente y escenarios que suelen conllevar dicha competición.

 

Cómo no, nos la gozamos a tope con ese Atleti que no pierde la fe, con el equipo que nunca deja de creer, con el que no se rinde jamás, con el que derrocha coraje y corazón en todos los poros de su piel, el Atleti jabato, como resultó el día del Sevilla.

 

Y ayer nos tocó, por qué no, disfrutar también, aunque sea de otra forma igual menos vistosa para el espectador, del Atleti ordenado, pertinaz, solidario. De un Atleti en la que el sentido “equipo” tuvo su máximo exponente, un Atlético roedor, un Atleti continuo, un Atleti constante: el Atléti Paciente.

 

Porque los encuentros frente al Getafe suelen ser así. Hay que ir trabajándolos, ir desgastándoles, no perder la calma, jamás desesperarse, que nuestro momento, llegará. Y así fue el guión exacto que se escribió ayer. Despacito y buena letra. Y, por fin, y gracias a la vuelta a la animación de la muchachada del Frente, empecé desde el primer instante enganchado a que estaba viendo un partido del primer equipo del Atleti  de verdad, con la grada vibrando y latiendo al son del encuentro. Llamativo, eso sí, el detalle de que no se corease en ningún momento el nombre de Don Diego Pablo, por un lado, y de ningún jugador en particular, por otro, así como el saludo final al término del partido entre los jugadores y el Fondo fue frío, distante y muy breve. Las heridas provocadas por los delincuentes del palco, como es normal, están en pleno proceso de cicatrización, así que, sana, sana, colita de rana.

 

El Atleti fue dominador del encuentro de cabo a rabo. Tuvo momentos de buena circulación de balón, otros (los menos) de imprecisión en la misma, pero fue constante y consistente, especialmente comandado por esa banda izquierda en la que Opá Galán se ha quedado sin cemento armado de tanta y tanta bocaza que anda tapando.

 

A los 13 minutos tuvimos la primera gran ocasión del encuentro, en un centro de Llorente al que Lino llega a rematar emulando al mismismo Don Radamel Falcao, pero su toque se fue lamiendo al palo. Cinco minutos más, tarde, esta vez fue De Paul el que puso otro gran pase de los suyos hacia el el propio Samu Lino, pero de nuevo el brasileiro mandó fuera la pintiparada ocasión. Este primer tiempo terminó con otra buena acción atacante, que el gran Julián Álvarez remató algo manso a las manos de David Soria, y una final  posterior, en la que Galán puso un centro potente sobre el área, Giuliano emuló esta vez a Don Jose Eulogio Gárate, se anticipó a Juan Iglesias, pero su cabezazo cruzado al final salió lamiendo el palo. Con el 0-0 inicial nos fuimos al descanso.

 

En la segunda parte los Cholo-cambios esta vez estuvieron insuperables. Quitó a Lino y sacó al “difícil de comentar” (copyright, mi cachorrín David, perfecta definición la suya, vive Dios) Capitán Ahab Sorloth. Parece enfadado con el mundo este hombre, su primera acción demostró una torpeza supina en un balón que le puso Llorente dentro del área, pero que no supo si lo que le habían mandado era una coliflor o un repollo. 


Poco después entró Molina por el propio Lechugo, y una vez los dos interfectos en el campo en cuestión, resultó que el propio Nahuel puso uno de los pases más majestuosamente tocados hacia el segundo palo que he visto en bastante tiempo en el Metropolitano, el inoperante Capitán Ahab leyó el mismo a la perfección, tirando el demarque hacia la espalda del defensor, y de un toque de cabeza sutil y perfectamente calculado, cruzó el balón ante la portería de Soria, poniendo el ansiado 1-0 en el marcador. El gol es, sencillamente, de exposición. Y aquí supimos todos que se terminó el partido.

 

Minutos finales de mero control del mismo, sin pasar el más mínimo apuro en defensa, y tres puntazos de oro que nos llevamos a la buchaca. Vimos la cara de este Atleti más frío, calculador, controlador, pero confiado al máximo en su potencial. La versión paciente de nuestro Atleti. Un Atlético Camaleónico.

 

Árbitro: Soto Grande.

¿Saben lo que es el mal? Pues este hombre bien podría ser la personificación del mismo. Es un ser soberbio, despreciable, con ademanes chulescos, sibilino, ruin y miserable, que intentó por todos los medios que no nos llevásemos la victoria final a base de obviar faltas del contrario, freírnos a tarjetas, e intentar desestabilizar a la muchachada de la mejor forma que supiera. Dicen por ahí que los cánticos generan violencia. También lo hace el material del Frente, o el enseñar el escudo de  tu máximo rival con un símbolo de prohibido. Pues bien, si todo eso resulta violento, qué podemos decir del ínclito Soto Grande de mierda en cuestión. Por momentos, tuve sensaciones parecidas a hace un montón de años en un Atleti-Zaragoza con Álvarez Margüenda haciendo el sinvergüenza. El mal. Es el mal, sin más.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Me gustó muchísimo la pareja de centrales esta vez, con un Lenglet que se lo está poniendo en chino filipino al bueno de Le Normand, y con un Comandante Giménez en su línea imperial que tanto me encandila, pero para mi el partido tuvo 3 personajes principales. El trabajo constante y la voracidad ofensiva de Javi Galán, la omnipresencia y personalidad echándose el equipo a la espalda de De Paul, y el trabajo incansable del entusiasmante Julián Álvarez. Tres tipos a los que confiaría ahora mismo mi vida sin dudarlo.




LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

La vergonzosa a la par que vergonzante caza de prendas del Frente Atlético realizada por los ACAB y adláteres chupapollas al servicio de los delincuentes del palco. Que pena de vida, madre.


Podría llevar muchos más, pero bien es cierto que no juega todos los minutos ni mucho menos, así que, seguiremos expectantes.

  

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (-4 GRADOS).

Que redoblen los tambores, señores … Síiii, pesaos, si … Subidón, subidón de 2 gradazos, nada más y nada menos. Para que vean lo magnánimo y contento que anda el Termómetro con la imparable racha del equipo. Si es que se me quejan por todo, carallo …

 

Y el sábado, Barcelona, para acabar el año dando un puntapié de los que duelen, pero de verdad. Nada se conseguirá si se vence en Palancolandia, cierto. Tampoco nada se perderá. Pero hay ganas, hay ilusión, hay esperanza, hay equipo, y, por qué no, hay que intentarlo. O morir en el intento, lo que más rabia le den … “Junto a ti, hasta morir” …



9 de diciembre de 2024

Atleti 4 - Sevilla 3. Crece la Leyenda del Metropolitano.

 

Tras el partidazo de Copa que disfrutamos a la par que tanto sufrimos el pasado jueves, llegó otro no menos espectacular este pasado domingo, frente a un Sevilla que tuvo el partido en su mano, pero que fue incapaz de aguantar finalmente el vendaval rojiblanco de fútbol y goles con que nos deleitó en el encuentro de ayer, a pesar de ir ganando por 1-3 a falta de tan solo 25 minutos para el final del mismo.

 

El encuentro no tuvo un solo instante de tregua, y puede perfectamente ser el partido del año en lo que va de liga. Muy significativo es que varios aficionados de otros equipos me han invadido esta mañana el guapap indicándome que les encantó el espectáculo ofrecido, y que estuvieron enganchados desde el minuto 1 al 98. Como para no disfrutarlo.

 

El primer susto lo dieron los palanganas, en un centro que ese auténtico incordio llamado Isaac Romero no llegó por un pelo. Sin embargo, a los 6 minutos Diosito Griezmann, más Diosito que nunca, remató al larguero tras una buena conexión con Julián Álvarez. Dos minutos más tarde, otra combinación entre Llorente y de nuevo Antoine, y su remate a bocajarro lo despejó como pudo Álvaro Fernández. Y en el minuto 10, llegó el primer tanto en un gran disparo colocado desde fuera del área de De Paul. La cosa parecía que iba a ser un recital de goles para el Atleti, y lo fue, claro, pero con bastantes más apuros de los que presagiábamos los presentes. De hecho, apenas 2 minutos más tarde, Lukebaio batió a Oblak desde el borde del área golpeando al balón con una violencia inusitada. Por cierto, y sin hacer para nada mal partido el belga (creo que es de esa nacionalidad) ya me contarán como le pueden dar el MVP a un jugador cuyo equipo ha terminado perdiendo, cuando enfrente el rival tuvo otro omnipresente y glorioso que decidió el mismo con sus acciones y con 2 tantos, entre ellos, el de la victoria final, como fue Griezmann. Qué cosas tiene la vida, madre.

 

El Sevilla empezó a controlar el cotarro tras el tanto del empate, y pronto se fue adueñando de la situación, hasta que de nuevo, Isaac Romero, en una contra del chaval contra el mundo,  cruzándose prácticamente todo el campo y  ganando en carrera y posicionamiento final a nuestros centrales (la realidad es que defensivamente no estuvimos nada finos ninguna de las 2 escuadras, las cosas como son) logró batir de remate cruzado a Jan, poniendo el 1-2 en el tanteador. Tocaba sufrir, y de lo lindo.

 

A falta de 5 minutos llegó la acción del penalti de Álvaro sobre Connor. A mi en principio no me lo pareció, pero, sin  embargo, sí que finalmente fue claro el contacto del guardameta sobre la pierna de apoyo del inglés, que hizo lo suficiente para desequilibrarle, aunque éste intentase el remate final a portería. Está claro, la honradez en esta vida no suele tener su justo premio. Y aún así, logramos empatar ya en el 45, pero el tanto de Julián Álvarez fue anulado por un fuera de juego previo de un cordón de Simeone Junior. O eso tiene uno que creerse. Y ojito, que en el 47 pudimos haber encajado el 1-3, tras otra excelente acción individual de Lukeakio, que Lenglet despejó milagrosamente cuando se encontraba solo Isaac Romero para anotar dicho tanto en el segundo palo. Así que así, sin respiro alguno, nos fuimos al descanso.

 

La segunda parte fue un auténtico ejercicio de fe, de lucha, de constancia, de superar lo maginable e inimaginable, y también, por qué no decirlo, sin olvidarnos en ningún momento de seguir jugando al fútbol, ofensivamente, por momentos, como los putos ángeles, sin parar. Porque fuimos un rodillo constante hasta aplastar a nuestro rival por completo.

 

Giuliano siguió percutando sin par por su banda, con ese ejercicio de convicción y de no dar ni un solo instante de su vida perdida para ayudar a su Atleti a remontar lo que haga falta, y más. Pero, mientras esto pasaba, casi ya en el 60 de juego, llegó el mazazo que parecía definitivo: otra gran combinación atacante del conjunto andaluz, controlando el balón de banda a banda, Kike Salas puso un gran balón al segundo palo, y Juanlu Sánchez remachó más solo que la una a la red. Recibir 3 goles en un solo partido, encima jugando en tu casa, mientras que el resto de la temporada has encajado exclusivamente 8, es un dato extraño, sí, preocupante, también. La cosa pintaba en chino filipino. Había que meter un tanto ya, de nuevo, y rapidito, para que volviesen a sentir nuestro aliento en su nuca.

 

Y mi deseo funcionó, porque solo 2 minutos más tarde, un pase majestuoso de Pableras Barrios sobre Antoine, recordando al más puro estilo de Don Jesús Landáburu (ya saben, escuadra y cartabón en mano) dejó solo a Griezmann para batir con facilidad al portero del Nervión. 2-3, y otra vez el partido patas arriba.

 

A partir de ahí, y gracias a los Cholo cambios, ocasiones a go-gó: un impresionante zambombazo desde fuera del área de Opá Galán que salió lamiendo la escuadra por aquí, su ración diaria de 2 o 3 tantos cantados de Sorloth (ojo, encima de cabeza, lo que se presupone que es su especialidad) a cual más hecho de ambos, y que por rematar al muñeco, hizo que Álvaro Fernández pareciese la reencarnación de la araña negra Dasaev, y ya por el 80 casi, el desesperante Lino de Cáceres, se convirtió por arte de birlibirloque en el fantástica Samu de la temporada anterior, y de un chutazo impresionante desde fuera del área, raso, bien potente y ajustado al palo, puso el empate en el marcador. Había tiempo, a morir los míos mueren, y estaban por la labor, nada podía fallar.

 

LLegamos al añadido (minuto 93), otra asistencia de Lino hizo que Diosito Grizzi aprovechase el resbalón del defensa sevillista, se internase en el área y cruzase el balón de un zurdazo que se coló como una exhalación sobre la portería visitante. Un partido para llorar, para emocionarse, para recordar, para nuestra historia, para que tanto España como Europa entera sepa que, cuando uno se anda jugando los cuartos en el Metropolitano, casi nada ni casi nadie nos puede parar. Y no es ya ni siquiera amenaza, es una auténtica realidad. La Leyenda del Metropolitano se sigue agigantando más y más. Dichosos aquellos que lo disfrutaron en el campo, porque de ellos será el Reino de una de las fechas más épicas recordadas en la historia de nuestra nueva casa. Disfruten de lo vivido.

 

Árbitro: El levantador de pesas del Alberola Rojas.

Pues es mi árbitro favorito, pero ayer no tuvo su día. Puedo entender que el penalti no lo pitase porque si el mamón del árbitro que está en el VAR no le avisa, es difícil de comprobar. Del fuera de juego, qué os voy a contar. Si la tecnología dice que lo es, pues lo será. Con las tarjetas estuvo espantoso, eso sí. Mal arbitraje el suyo.



EL CRACK DEL PARTIDO:

Yo creo que no hay ninguna duda, hay que dárselo a Antoine, sí o también, y hay que reconocerle que, errores cometidos en el pasado aparte, ha entrado ya, en mi humilde opinión, en los anales de nuestra historia como el mejor jugador de la misma. Un tipo que lleva, encima, más de 200 chicharros con la Rojiblanca puesta … Bah, que es una puta pasada, joder … Desde que dejó la puta Selección, aparte, está en un momento éxtasis sumun de juego. Ya te echaremos bien de menos cuando no estés, ya … (y qué pena que hicieses la bobería de probar en otro sitio, una lástima de par de temporadas perdidas, que fíjate si hubiese agrandado tu figura aún más, a un límite ya inimaginable). Pero bueno, sigamos disfrutándole, que es lo que toca.



LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

La defensa no me gustó nada (o el sistema defensivo empleado, más bien). Mucha relajación con el 1-0, Giménez ni se enteró del Isaac, el Opá se comió el tercer tanto, tampoco a Oblak le vi especialmente decisivo, el único que salvó un poco los muebles fue Lenglet.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 6 GRADOS).

La épica de un partido es una cosa, la obligación de vencer el mismo es otra, con lo cual, el Termómetro sigue inmóvil, se mantiene. Hala, señores, que me tengo que ir. Que sí, que vale …

 

Y el miércoles, la Champions League frente al Slovan de Bratislava, o el de Praga, o el de Parla, o el de Algeciras, o el Spartak de Edimburgo, me da exactamente igual, que estoy de los nombrecitos hasta no saben dónde. Hay que ganar como sea, que van los últimos, y sería dar un nuevo paso de gigante para nuestra clasificación a la siguiente ronda. Y, por favor, aunque saben que sigo a muerte con el tema de la protesta del Frente, ojalá y acabe pronto la misma, porque perdemos potencial sin ellos, y como el resto del estadio, salvo para rebuznar de vez en cuando, no parece que ande muy por la labor … “Ya lo verás, a todo el Mundo la vuelta vamos a dar” …




3 de diciembre de 2024

Pucela 0 - Atleti 5. Un Atleti de Fantasía.

 

Una semana sencillamente perfecta, impoluta, sensacional, por todo, y en todo lo referente a nuestro Atleti, con un Madrileño lanzado y en puestos de promoción de ascenso, un juvenil que ganó su partido y aprovechó el  tropiezo de la cervatada para depender de sí mismo en la consecución del título liguero, y un Grande que se paseó brillantemente en Europa en su vista a Praga, y que remató la faena dando una exhibición, por momentos, primorosa, de fútbol el pasado sábado en Valladolid, remontando nada más y nada menos que 8 puntos a un Barcelona, que hace apenas menos de un mes, parecía ya estar en Canaletas celebrando un nuevo título liguero.

 

Ya. Ya sé que los rivales no son precisamente primeras líneas europeas y tal, pero este tipo de partidos frente a otros que sí que son de un nivel similar, nos ha costado sacarlos (ojo, cuando lo hemos conseguido) sangre, sudor y lágrimas. Los Qarabag de turno siempre estarán en el recuerdo, y lo mal que se nos da los equipos fuera de casa que andan en descenso en nuestro campeonato doméstico, ni os cuento. Así que hay que valorar todo esto en su justa medida. Los partidos son siempre partidos, se pueden jugar mal, regular, bien, o cómo los jugó el Atleti. Un Atleti renovado en su ilusión, rejuvenecido en ideas, con movilidad en todas sus líneas, dominante a la par que controlante de los tiempos del juego, y, por qué no decirlo, con más que momentos de un fútbol espectacular, primoroso y fresco a más no poder.

 

Y ya me pasó (no sé por qué) el día del Sparta, pero a este Atleti le empiezas a ver jugar, y sabes que algo bueno va a pasar. Los ves enchufados, los ves confiados, los ves alegres, nada encorsetados, y, a su vez, bien disciplinados en sus respectivas funciones. Sabéis que no soy un gran experto en rollos tácticos y demás, pero está muy claro que el 4-4-2 nos está funcionando como la seda, con respecto al 3-5-2, que a veces hasta se convertía hasta en el infame 3-6-1. Es decir, laterales ejerciendo de laterales, apoyados por interiores ejerciendo también como tales. Presión adelantada y ordenada, y a por el rival, carallo. No le veo más misterio al tema, y así estamos siendo una puta máquina de jugar al fútbol.

 

También puede ser que la victoria conseguida en París haya sido un punto de inflexión para que este equipo empiece a crecer a la par que creer de verdad (y lo ha sido fijo, no me bajo de este carro). El caso es que la primera parte de Valladolid se convirtió en un maravilloso espectáculo de fútbol en su más puro estado y estilo, en el que el colectivo funciona tan engrasadamente impolutos que parezcan todos que son de un mismo ente en realidad. Fuimos como si fuésemos un equipo de fútbol sincronizado, de hecho. Comandados por un Julián Álvarez que empieza a demostrar ese jugador que a mi tanto me encandiló  en el City. Un tipo que juega, hace jugar, mete goles, es joven, muy inteligente y cada día va a más. A los 12 minutos de juego ya empezó (el-su) recital, al intentar poner un centro chut  tras sutil toque de tacón de Griezmann, que, por qué no decirlo, el pasado sábado tuvo momentos tan celestiales, que hasta levitó por el campo, en vez de caminar.

 

A los 21, de nuevo el Juli lo intentó de nuevo desde fuera del área, a lo que Hein (con perdón) desvió su remate a córner. Si a todo esto añadimos que De Paul se ha vuelto daltónico, y dónde antes veía rayas rojiblancas en su camiseta, ahora lo ve todo albiceleste, a que Don Giuliano Simeone se está convirtiendo en algo más que el jugador de esta Liga, con un entusiasmo contagiante para todos a más no poder, siempre respaldado por el Lechugo Llorente, que también fue otro puñal por su banda, mientras que por la izquierda entre Javi Galán y Gallagher se hacían dueños y señores de su parcela, el recital estaba empezando a comenzar, pero de verdad.

 

Así a los 26, Llorente pone una perfecta asistencia sobre Lenglet, y el francés, a placer, marca el 0-1 en el marcador, aprovechando que estaba por allí tras el saque de un córner anterior, creo recordad. Precisamente Lenglet es otro que sigue creciendo exponencialmente con respecto a la muchachada. Apenas 6 minutos más tarde, le anulan un gol al hiperactivo Giuliano por un fuera de juego, por poco, pero que lo era. Y en el 35, llega el segundo chicharro, de Julián Álvarez, tras una excelente jugada individual de Simeone Jr, cuyo pase de la muerte remató Griezmann, el balón lo rechazó mayonesas Hein, y el Juli demostró su oportunismo en el área batiéndole a placer. 0-2.

 

La siguiente jugada fue dirigida por el gran Ennio Simeone, porque sonó a música celestial, en una internada de Javi Galán, combinando a la perfección con Connor, el “Opá” da un centro de escuadra y cartabón sobre Don Antoine, que levita de nuevo dejando pasar el balón de forma sublime, sabiendo con esa inteligencia que él solo posee la llegada de De Paul desde atrás, cuyo remate al balón con el interior del pie al primer toque se convirtió en el 0-3 en el tanteador. Una jugada para saborearla, disfrutarla y extasiarse con ella, para qué vamos a decir lo contrario.


El ciclón colchonero no paraba, y en el 45 se anuló un tanto de cabeza al Comandante Giménez, tras prodigioso vuelo dentro del área, no sé muy bien por cuál extraña acción anterior. Daba igual, los pucelanos estaban como aprisionados por tal vendaval de juego rojiblanco, mientras que el público local atendía atónito ante tal exhibición, y, por supuesto, nuestra gente desplazaba, se la gozaba sin parangón.

 

Vamos a por la segunda parte. El show debe continuar, que diría mi admirado Freddie. Y vaya que si lo hizo. Llegó la jugada de la noche, de la Liga, y seguramente, la del campeonato. Arrancada fulgurante de Giuliano, que se va como solo él sabe hacerlo hacia la portería contraria. Cede el balón sobre Griezmann, éste hace la pared con Don Julián, tirada a la perfección, Diosito se gira de espaldas haciendo un regate de los que solo él hace sin tocar el balón, girando sobre sí mismo, gana la posición y ante la salida del Hein la pica suavemente hacia el palo contrario. La gente no aguantó más, locales y visitantes aplaudieron emocionados ese tanto, esa obra de arte, esa fantasía, esa flipada de jugada tanto colectiva como individual. Un gol para la Historia, no tengan la más mínima duda.

 

A partir de ahí, se acabó el partido (si no es que estaba acabado ya, probablemente, desde que empezó). Era tal el desconcierto pucelano, que hasta ví lo que jamás logré contemplar a un equipo rival: en una acción del partido, sacaron de banda 2 jugadores del Pucela paralelamente, cada uno ajeno a lo que andaba haciendo el otro sobre el terreno de juego. Tengo la impresión de que el Atleti, jugando el encuentro tal y como lo hizo, hizo un gran favor al equipo local, mandando a tomar por viento fresco a ese ser tan soberbio y esperpéntico como es Pezzolano (me la tocas con la ... bueno... me la tocabas). Igual a partir de ahora empiezan a construir algo medio serio, porque peor, imposible.

 

A falta de un cuarto de hora, un tal Iván Sánchez estrelló un gran disparo desde fuera del área en la portería de Oblak (alguien tiró al fin de algo de amor propio). Salió Angelito Correa que quiso buscar, como siempre, su golito de rigor cuando parte desde el banquillo. Y ya en el descuento, Gallagher da un excelente pase filtrado sobre Suburbial Correíta, éste ve el desmarque de Sorloth, y el noruego (que sigue sin transmitirme gran cosa), a lo tonto, a lo tonto, suma un golito más. Bueno sea también.

 

Me pone muy contento ver a nuestro Atleti así. Encima es que transmiten alegría por los cuatro costados de su rojiblanca camiseta. Un Atleti para soñar. Un Atleti de fantasía. Pura fantasía.

 

Árbitro: Cuadra Fernández.

Lo haga mal, lo haga menos mal, siempre me pone contento cuando nos arbitra este tipo, porque solemos ganar siempre, así que, ayer se superó el hombre. De diez.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Es complicado quedarse con uno solo: el buen hacer y la profesionalidad extrema de Opá Galán, el crecimiento exponencial de Lenglet, las no lesiones de Josema, el entusiasmo desbordante que me produce el juego del eléctrico Simeone Junior, la ilusión y el buen hacer de Gallagher, la solidez de Pableras, la recuperación del Lechugo, la fantasía animada de Antoine, la inteligencia y el liderazgo cada vez más evidente del Juli … Pero hoy se lo voy a dar al que más palos se lleva siempre: Rodrigo De Paul. Su partido del pasado sábado es el mejor, y con diferencia, del que ha hecho con la rojiblanca, esta vez sí, al nivel de su rendimiento con la albiceleste. Dios quiera que siga así, porque terminará de producirse el romance entre la afición y él. Que no sea flor de un día, queridísimo.



 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

¿Pero qué decepción ni qué ocho cuartos, canalla?

 

 


TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 6 GRADOS).

Obviamente, el Termómetro está radiante con la nueva imagen de nuestro Atleti, y sube 2 grados más la temperatura. Queda mucho por recorrer, cierto, pero se está, por fin, en la senda del mejor calorcito posible.

 

Y el jueves, la Copa. O, mejor dicho, la vergüenza de la misma. Un torneo popular donde los haya, que es una auténtica fiesta siendo a partido único tanto para el equipo de menor categoría que la juega, como para muchos de los de mayor, cuyas aficiones vivimos y suspiramos por y para ella, van y ponen las entradas a 95 pavetes (rebaja posterior a 70, según dicen). No aprendieron nada estos ni de Soria ni del "Almazán Te quiero". No se han enterado de nada …”Volveremos otra vez, Volveremos a ser Campeones”



25 de noviembre de 2024

Atleti 2 - Alavés 1. Seguimos aburriendo, seguimos sumando.

 

O aburrimos de no parar de sumar. O estamos tan aburridos que no podemos parar de hacerlo. O aburrimos sí, remontamos, también. O dame pan y llámame tonto. Denominarlo como queráis, pero el equipo, que es cierto que no juega un pimiento al fútbol, que anda con una espesura soez a la hora de intentar construir juego, al final termina sobreponiéndose a todo, y lleva ya unos cuantos partidos remontando, encima, y demás. Porque ahora mismo somos una escuadra de la que nadie se puede fiar en el último cuarto de hora final, por muy mal que lo andemos haciendo, y esto también nos tiene que valer para algo. Ya os dije en la anterior crónica que quiero ser optimista, aunque cada día me cueste más el serlo. Seguimos en la misma línea editorial, pues.

 

Y menos mal, porque, ahora mismo, tengo una sensación de desangelamiento total cada vez que entro al campo. Eso de no latir, de no vibrar, de no participar con los cánticos del Frente lo llevo fatal (aunque ande a muerte secundando dicha huelga de animación, solo faltaba). El sábado pasado (que eran 3 puntos de oro), muchísima de mi gente faltó al campo, y tengo la sensación de que estoy yendo al fútbol por ir, pero sin la presencia de mis Herman@s de grada, no es ni mucho menos lo mismo. Bueno. Ya escampará (espero, vamos). Al menos, deportivamente hablando, las cosas van saliendo hacia adelante. Y es con lo que hay que quedarse.


Así que, con este estado de ánimo entramos Don Raúl Molinos y servidora al campo, allá por el minuto 10 de juego. Ambiente frío y distante con el que nos topamos, al igual que el estado en que estaba el equipo ante un Alavés bien plantado en el terreno de juego, sí, defendiendo con orden y concierto, pero nula capacidad ofensiva también. A los 19 minutos, una jugada llevada a trompicones por el ayer inoperante Correa, hace que el balón llegase finalmente a Griezmann, este cediese el balón a su vez a un Lino completamente solo al borde del área pequeña, que, incomprensiblemente, (bueno, incomprensiblemente, no, por borrico, por zopenco y por quererse llenar de balón cuando el tanto estaba más que hecho), de un vulgar zapatazo mandó el balón al larguero. Esto fue lo más incisivo que realizamos durante  todo este primer tiempo. Un zapatazo lejano de Koke sin fe y convicción alguna, un par de remates alocados y con poca clase de Llorente que fueron atajados por el bobito del Sivera, y con el empate a cero en el marcador nos fuimos al descanso … O eso pensaba yo, al menos, porque, durante el transcurso del mismo, me dio por mirar al móvil y contemplé ojiplático una alerta de un supuesto tanto que había conseguido el Alavés en el minuto, 7, de un tal Guridi. Lo primero que pensé es que a ver si era el Madrileño, en realidad, pero me extrañaba, porque sabía que jugaba el domingo por la tarde. A continuación, me dio por pensar que esa alerta debería de ser de algún que otro enfrentamiento anterior con el Alavés, y no le quise dar mayor importancia. Obviamente, ni me dio por mirar en ningún momento del partido al marcador, claro, y como en el descanso estaba dando la murga nuestro insoportable “speaker” (cómo le puedo odiar tanto, madre, y al engendro de anglicismo también, ya puestos) con no sé qué penaltis que andaba lanzando la peña en el campo, pues pasé de todo, hasta que ya me mosqueé, me dio por mirar de nuevo al videomarcador al comienzo de la segunda parte, y … ¡Hostia puta, qué vamos palmando 0-1 y todo! Lo más cojonudo del tema es que mi compañero ayer de grada, el ínclito ya citado Don Raúl, andaba como yo, pensando en que íbamos al descanso empatados a cero. Sí. Ya me lo digo yo. Dos tontos en apuros. País.

 

Dicho esto, y al hilo de lo contado al principio de esta cronicucha del orto, fijo que si el Frente hubiese estado activado y en condiciones, al subir las escaleras hubiésemos sabido tras su natural reacción que algo había pasado, porque yo lo único que recuerdo es unos cuantos silbidos continuados, eso sí, pero poco más al respecto. Aprendí la lección (o eso espero, vamos, que conmigo, nunca se sabe).

 

La segunda parte, con el “cambio inesperado de resultado”, al menos, sirvió para que entrase mucho más en tensión en relación con el juego del equipo que en el estado de hibernación con la que entré a formar parte de la grada. Entre eso, y la presencia de Giuliano, que es capaz hasta de hacer animar hasta a una parte del Fondo Sur, sin querer hacerlo siquiera, ya bastó.

 

Al borde del cuarto de hora, el Señor Antoine puso un balón de esos dulces y aterciopelados que le da por asistir de vez en cuando a la cabecita de Lenglet, el cual, completamente solo en el área, le dio por cabecear con tortículis y mandó el balón fuera cuando lo más fácil era clavarlo dentro de la portería.

 

Diez minutos más tarde, otra vez Don Simeone Junior haciendo de las suyas, en una salvaje cabalgada cuyo remate final despejó Sivera a córner. Y ya por el 75 de juego, balón que pone De Paul sobre Sorloth, éste por fin le apetece disputar un balón aéreo, y su remate final da en la mano de Manu Sánchez, creo recordar. El penalti lo transformó Griezmann poniendo nooo, nada del 1-0 en el marcador … Que va. El empate a uno, y gracias.

 

A partir de ese instante, el Atleti pasa a modo ciclón, Giuliano sigue desatado, y falta de 3 minutos del final, al tronco noruego del Sorloth le apetece realizar otro desmarque en movimiento en ataque (muy bueno, todo hay que decirlo), De Paul le pone una delicia de asistencia, digna de lo que todos esperamos de él, y el noruego bate de un latigazo seco y al primer palo al pierdetiempos del guardameta visitante, poniendo el 2-1 final en el tanteador. Ya en el descuento, tuvo otra Antoine que obligó de nuevo a lucirse a Sivera, que, como ven, y a pesar de los pesares, al final se convirtió en el mejor jugador del Alavés, y con diferencia. Así que, anécdotas más o menos pintorescas con el tanteador en cuestión, la victoria es nuestra, con lo que, ya saben: dame pan, y llámame tonto.

 

Árbitro: García Verdura.

Ni sabía de la existencia de tal personaje tan sanote él, la verdad. Acierta en los dos penales.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Buena noticia el regreso de Azpilicueta. Aunque en muchos momentos me desespere, tengo que reconocer que, ahora mismo, el único centrocampista medio creativo y con visión y precisión de juego que tenemos es De Paul, que realizó una gran segunda parte, siendo decisiva su participación, sin duda, pero el auténtico crack del mismo fue Giuliano, porque, gracias a su entusiasmo y a su fútbol desbordado, logra contagiar tanto a sus propios compañeros como hasta la grada, y eso vale su peso en oro. Determinante del todo, una vez más, el chaval.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Soy muy defensor de Koke, pero le veo cada vez más fundido y falto de ideas en el campo. Dicho esto, el tono grisáceo que tiene el equipo de forma general tampoco ayuda en exceso a que destaque nadie en particular, vamos, que pongo a Koke, pero podría poner también a Correa, a Lino, a Llorente, a Galán, a mí mismo, etc.


La verdad es que sigo muy decepcionado con el rendimiento del noruego, cuya falta de movilidad en muchas ocasiones me exaspera hasta decir basta, pero ayer, al final, consiguió un golazo que vale su peso en oro, así que vamos a dejarlo estar, va. Pero tranqui, Don Edu. Su bigote lucirá a final de temporada con más esplendor y viveza que nunca, como si del mismísimo don Enrique Allende se tratase.



 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 8 GRADOS).

El Termómetro sigue nublaete, y con bastante biruji encima, así que permanece inasequible al desaliento en su afán de que cada nuevo grado que se consiga, sea a base de sangre, sudor y lágrimas.

 

Y mañana, a Praga, en donde de nuevo nos jugamos otra vez la vida en Europa. No es por meter presión, pero hay que ganar, sí … o también. Que Don Diego Pablo Simeone reparta suerte … “Te queremos, te adoramos, junto a ti, hasta morir” …



11 de noviembre de 2024

Mallorca 0 - Atleti 1. Cuatro de cuatro.

 

Desde la última crónica que hice el día del Betis, han pasado tantísimas cosas que uno no sabe bien ni cómo empezar. Cosas deportivas y otras no tantas y mucho más graves, si cabe. Y cuando pasa una movida de estas, ves que 217 personas se han ido de este mundo, la cantidad de gente que se ha quedado sin nada, buena parte por culpa de que la naturaleza cada día anda más revuelta y rebelde, otra buena parte también por esta clase política que nos ha dado Dios, en la que un Presidente de una Comunidad autónoma está plácidamente de comilona mientras su tierra se le anda inundando y llevándose hogares, coches, pueblos y personas, y, a su vez, el Estado es incapaz de tomar iniciativa propia porque la susodicha Comunidad no le pide ayuda alguna (aquí se ve claramente lo valiosas que son las Autonomías, qué duda cabe), el caso es que cada cual lava su conciencia e intenta esconder su clara incompetencia para afrontar este tipo de historias, y es que, ese es el precisamente el meollo de la cuestión: se ha demostrado claramente el supino desconocimiento y la flagrante falta de preparación que tiene nuestra clase política, individuos en su mayoría elegidos a dedo por toda clase de favores y chanchullos de coleguitas, en lo que prima precisamente esto por encima de la formación, conocimientos y preparación que debe de tener cualquier alto cargo público. Así nos va.

 

Pero no, tranquis, que no os voy a dar un charlote infumable sobre política y tal (ni entiendo de la misma, ni quiero entender). Vamos a lo que nos mola, que es nuestro Atleti. Reconozco que el día del Betis acabe tocadísimo con lo que vi, y, por lo tanto, he decidido girar de nuevo el rumbo de la nave de mi mente, y en vez de verla ir hacia el precipicio más profundo en el que pensaba después de tan deplorable espectáculo que padecimos en el Villamarín, voy a intentar ver todo este rollo de otra forma. Tampoco voy a engañar a nadie: no me gusta cómo anda jugando el equipo especialmente fuera de casa de un año ya a esta parte, pero vamos a intentar construir desde todos lados y a ver qué nos sale al final, así que desde este vuestro bloq, también vamos a empujar a ello. Al Cholo le veo más convencido que nunca de que lo que está haciendo, nos parezca que lo ande realizando como nos parezca, y nos tiene que valer, porque crédito, obviamente, tiene ilimitado. Los títulos, competitividad y regularidad conseguida ni puede ni debe obviarse en ningún momento.

 

Se pasó el trámite de la Copa (que no era fácil). Después recibimos a Las Palmas en una jornada liguera que jamás se debió de disputar (lávese usted también la conciencia como pueda, Señor Tebas, y, por favor, establezca un número determinados de fallecidos para suspender una jornada liguera, ya sabemos que 217 no han sido suficientes). Después llegó la heroica de París, en el cual conseguimos una victoria sencillamente vital para seguir vivos y con ilusión renovada en Europa, y hemos vencido también en Mallorca, que esté año está jugando  bien, defendiendo mejor si cabe, y que, en su feudo, es un equipo altamente complicado, y si no, pregunten a nuestros adorables vecinos cómo les fue a ellos en su visita a la isla. Quieras que no, son 4 victorias consecutivas, 3 fuera de casa, y nos guste más o menos la forma de jugar del equipo, esto nos tiene que servir de punto de inflexión para volver a ver al equipo con ilusión renovada. Eso, o no morir en el intento, va.

 

Se acercan las Navidades, así que el primer aperitivito de las mismas ya lo tuvimos ayer, tragándonos un bocata de polvorones a palo seco como fue el Mallorca-Atleti, claro que, sinceramente, no esperaba otro partido más que el que ví. Un Atleti más o menos controlador, más o menos bien ordenadito, una primera línea defensiva de 3 jugadores, otra segunda más adelantada de 6, y Julián Álvarez en plan Robinson Crusoe, buscándose la vida de aquí para allá.. Al Mallorca, por su parte, tampoco le importó en exceso asumir su papel. Todos estaban felices con el guión establecido, y yo como me preparé bien para el mismo con un buen mini de café, pues hasta logré dominar las siempre molestas cabezadas de un dominguito cualquiera a dichas horas. Lo de intentar pasar al campo contrario ya lo dejaremos para la segunda parte, si eso.

 

Un único sobresalto final en este primer tiempo, en el que Darder puso un buen balón sobre la cabeza de Larín, pero su remate fue espléndidamente despejado por el no menos espléndido Oblak, que ya no es que esté siendo el jugador más decisivo del equipo dándonos puntos y más puntos, sino que ahora también está empezando a asumir la de organizador de juego.

 

En la segunda parte, el Atleti salió con otra intención de disputa del encuentro, más dominador, más jugando en campo rival, más reconocible de Simeone, a saber: primera parte de desgaste, segunda de control hasta conseguir adelantarnos en el marcador. Y pronto llegó esa jugada que fue, sencillamente emocionante, la verdad. Resulta que a Don Jan Oblak le dejaron los brazos del gran Hércules en París, para dar ese fantástico pase a Antoine que supuso el tanto final del de siempre, nuestro celestial Angelito Correa. Pues bien, ayer, sin embargo, le tomó prestada la pierna a Don Bernardo Schuster, vio el desmarque disparado de Giuliano Simeone, éste se fue en velocidad a por un balón que parecía imposible dada la presencia de 2 rivales también en la persecución del mismo, se dio un vertiginoso sprint, humilló a Maffeo tal y como quiso, y se adelantó a ambos rivales para, ante la salida del portero, darse cuenta del acompañamiento a su izquierda de Julián Álvarez, el cual medio picando el balón marcó prácticamente a puerta vacía. Tenía pinta de que este partido se acababa aquí, como así fue a la postre. Lo de Oblak es sencillamente emocionante. Va de recital en recital, pero ojo lo de Giuliano. La mayoría de la gente solo le ve como un trotón con muchos cojones sin más. Pues bien, a todos vosotros os digo desde ya que no. Ahí hay jugador también, y de los buenos. El  tiempo dará o quitará razones, no se me sufra nadie en exceso.

 

Sobre el 64 de juego, Riquelme tuvo el 0-2, pero prefirió rematar a puerta antes de darle el gol medio hecho a Correa. Sé que estoy solipandi en esta opinión, pero a mi no me pareció mal que rematase directamente el chaval. Era una buena ocasión y debería de tener la capacidad suficiente él solito para conseguir batir a Greif. Dicho esto, el guardameta se la sacó, y ya está. Como pasa tantas y tantas veces con otros muchos jugadores de fútbol. Aparte, todos conocemos a Correa  tanto para lo excelso, como para errar lo infallable, y nadie me hubiese garantizado que el bueno de Angelito hubiese transformado dicho tanto. Al ciento por cien, nadie, desde luego.

 

De aquí al final del partido, dominio prácticamente total del Mallorca en busca del empate, pero con poca claridad de ideas finales para conseguirlo. Solamente en el 85, en un balón en el que Witsel de disfrazó de la tonadillera de turno, dejó solo a Abdón (sigo diciendo que en la serie Narcos este tipo se saldría) delante de Jan, pero, y otra vez más de nuevo, Don Obli Oblak desbarató el tanto del empate final.

 

Poco más que contar. 3 puntacos de oro. Sorprendentemente, volvemos a estar vivos del todo cuando hace apenas 15 días andábamos por el Acueducto de Segovia buscando el resquicio para realizar el suicidio colectivo (ojito, yo el primero, por si las dudas), así que, a lo práctico. Cuatro de cuatro, y es que estoy contento solo sí, veo ganar al Atleti …

 

 

Árbitro: Sánchez Martínez.  No es un tipo para nada de mi agrado tampoco, pero bueno, no molestó en exceso. Se le pidió por parte local la segunda amarilla a Lenglet por una segunda falta tras agarrón continuado la cual, sinceramente, me pareció una acción de fútbol sin más, lo que pasa es que con el histerismo generalizado que hay hoy  en día con todo, pues vaya usted a saber …

 


EL CRACK DEL PARTIDO:

A veces, la grandeza de un Club no solo se mide por sus logros deportivos, sino por la personalidad de sus aficiones, y el ejemplo que ha dado el Frente Atlético este fin de semana en su ayuda desinteresada al pueblo valenciano es buena prueba de ello, plantándose allí después de que en el anterior organizara una espectacular recogida de productos necesarios para toda esa buena gente, y los plantasen el mismo lunes en las zonas afectadas. Por todo lo cual, solamente les puedo dar las gracias por ello, porque me siento representado y muy orgulloso de todos y cada uno de los presentes. Que nadie lo dude, el Atleti consiguió 3 puntos de oro en Mallorca, sí, pero subió 3 espléndidos escalones más también su grandeza como institución gracias al auténtico corazón, antes del Calderón, y ahora del Metropolitano. Gracias, Camaradas. Millones de millones de gracias.


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Ese afán que tenemos el ser humano de siempre señalar un chivo expiatorio y sacudirle sin piedad es algo de lo que más detesto profundamente del nuestra forma de ser (y mira que tenemos actuaciones ya despreciables de por sí). Seguramente Riquelme no tuvo su mejor día, vale. Puede que en la ocasión que tuvo pecase un poco de egoísta (todo buen pelotero lo es, no nos engañemos todos en exceso). Pero leñe, un chaval que juega de higos a brevas, que cuando sale tiene siempre esa presión añadida de querer demostrar todo en tan poco tiempo que se le da, y que oigan, da la cara, yo ayer no le vi escondido en ningún momento, lo intentó siempre, e, inclusive, hasta diría que la primera parte fue el jugador más incisivo que tuvimos, pues leche, váyanse con sus lacitos de horca, guadañas y demás a otro estercolero que les plazca, pero aquí, a este canterano se le va a criticar y darle caña, cierto, pero siempre desde el respeto y, especialmente, desde el cariño más profundo que uno tiene (o debe de tener) por uno de los suyos. ¡Mucho Ánimo, chaval!




Aquí les actualizo el tema los tantos conseguidos por el bastante frío e inoperante Sorloth, jugador que, hasta el momento, al menos, se esta convirtiendo en mi gran decepción de la temporada. Esperemos que la cosa vaya cambiando aunque sea poco a poco, eso sí.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 8 GRADOS).

 

Inamovible. Tanto la victoria frente a los Pío-Pío como la conseguida ayer en Ensalmadandia, son de obligado cumplimiento, como no podría ser de otra forma, por otro lado.

 

Y ahora, otro delicioso paroncito de Selecciones, del cual tan mal solemos venir últimamente. Que no haya lesionados, y que consigamos nuestra 5ª victoria, jugando mejor, jugando peor, o como hasta ahora … Como sea, pero VENCER O MORIR. “Los Años han pasado, el Frente sigue igual” …



28 de octubre de 2024

Betis 1 - Atleti 0. Apocalypse Now

 

En Navidades, tengo la extraña costumbre siempre de, aprovechando dichas fechas tan “entrañables”, verme una de mis películas de culto favoritas, como no es otra que la magistral Apocalypse Now. Sí, ya sé, no es precisamente “The Polar Express”, película probablemente mucho más indicada para esos días (y la cual, por cierto, y en su género, no está nada mal tampoco, dicho sea de paso), pero uno es como es, y de donde no hay, no se puede sacar, qué le vamos a hacer.

 

Aunque yo creo que el argumento es conocido por casi todo el mundo, el resumen del mismo trata de un militar brillante y ejemplar como ninguno (Coronel Kurtz, interpretado de forma sublime por Marlon Brando), que, probablemente sometido finalmente por una terrible presión de propios y extraños tras una guerra desquiciante a la par que interminable, se vuelve un zumbado perdido, y se pira a Camboya con un ejército de montañeses, desertores y colgaos que van apareciendo de uno y otro confín, y empieza a actuar sin sentido alguno, realizando barbaridad tras barbaridad.

 

Pues bien, actualmente, es como veo la situación del Atleti en estos instantes. Simeone está asumiendo a la perfección el papel del Coronel Kurtz (solo le falta raparse la cabeza), y, secundado por una panda de jugadores que andan entre un estado entre desorientados, desganados y yo diría que, por momentos, parecen hasta bajo los efectos de un buen puñado de sustancias tóxicas, van deambulando por uno y otro campo de la vieja Europa y España sin ningún tipo de orden y concierto alguno. Y, francamente, no me gustaría que esta historia terminase como la película. Ni muchísimo menos se merece un final así nuestro Coronel Don Diego Pablo. Pero, tampoco encuentro ahora mismo ninguna solución ni a corto ni a medio plazo posible, con lo cual, creo que lo mejor es, vista ya que la temporada, a 28 de Octubre, anda ya medio tirada en Liga y CHL, y solo nos va a quedar el clavo ardiendo de la Copa,  aguantarla como buenamente se pueda, y al final de la misma, que cada uno se mire al espejo, saque sus propias conclusiones, y oigan, que no pasa nada por reconocer que igual uno se ha quedado agotado y sin argumento alguno para seguir dirigiendo esta nave. Es un acto completamente normal y es sumamente complicado mantenerte en la élite durante 13 temporadas consecutivas. Lo más inteligente debería de ser poner un paréntesis en su trayectoria, darle al mode pause, y que venga otro con ideas renovadas y a ver qué podemos hacer el próximo año. Es lo más sensato. Porque lo único que tengo claro ahora mismo, es que vamos camino de El Horror … El Horror.


Dicho todo  esto, el Coronel Kurtz no está solo. Qué va. Allá en su montaña, le sigue un ejército de individuos a cual más pintoresco y enloquecido personaje … Uno de ellos llama un montón la atención. Es el de un periodista que no para de decir incongruencias, el cual interpreta fantásticamente también Dennis Hoopper, y que creo que llegó a dicho estado de enloquecimiento sin control, cuando alguien le intentó convencer de que Molina era el lateral derecho de la Selección campeona del mundo, y, por lo tanto, también del Club Atlético de Madrid. No me voy a repetir mucho más de lo meramente imprescindible. Observen cualquier partido que dispute nuestro Club, vean por dónde los rivales nos hacen sangre una, y otra, y otra vez, de forma machacona y repetitiva, y saquen ustedes vuestras propias conclusiones. Sobran más comentarios al respecto.


Otro ejemplar interesante es Witsel, individuo que le han puesto en la primera línea de la retaguardia, y el hombre ya no anda ni para bajar a por una barra de pan a la esquina. Pero claro, supongo que los 21 o 22 tacos que tiene ya Kostics no sirven para decidir ponerlo de una santa y puñetera vez, visto el daño que nos está haciendo la baja de Le Normand. Tiene que seguir pudriéndose en 1ª RFEF para que nunca logremos saber si puede ser un jugador medianamente aprovechable o no para el primer equipo. Y digo yo, ¿Tanto riesgo hay en darle un oportunidad al chaval? ¿Realmente piensan que lo va a hacer mucho peor que un jugador de 35 años que solamente lleva un 1 año de experiencia en dicha posición, y que, obviamente, sus condiciones van a menos?

 

Pero hay más incongruencias, no se vayan a pensar. La barra libre no ha hecho más que comenzar. Resulta que el pobre Reinildo (que ya era un jugador técnicamente muy limitado de por sí, aunque defendía con cierta solvencia y autoridad), después de su lesión, desgraciadamente, cada vez parece más un exjugador de fútbol, y ya ni defiende, ni ataca, ni estorba, salvo para nuestros propios intereses, claro. Bien. Después de 2 años (cesión incluida durante toda una 2ª vuelta a la Real Sociedad jugando absolutamente todos los encuentros, equipo que sin ser el Bayer de Munich, tampoco es que sea el Orihuela precisamente), el coronel Kurtz decide darle, al fin, un oportunidad a Javi Galán y oigan, que sin ser la reencarnación de Luis Filipe y Capón precisamente, parece que al chaval, dándole confianza y demás, igual logramos tener algo medio en condiciones por la izquierda. Algo. Al menos, algo. ¿Quieren confianza? Pues toma confianza. Vuelta a la suplencia en favor de la titularidad de esos andares de seda que representa el tal Mondava ese. Me quiero morir.

 

Lino, sin embargo, ha caído en un agujero obscuro, hasta tal punto de que yo en la segunda parte pensé que el Coronel le había sustituido y todo, y tuvo que ser Don Pablo el que me hiciese ver mi error (el tema es que dejé de ver al jugador, pero no dejó de "estar", aun sin estar en realidad, al igual que en la primera parte, vamos). ¿Se han enterado de algo? Yo tampoco. Se me jodan, oigan ...

 

Los que tienen que ser las cabezas pensantes de todo este desaguisado, entiendo que deberían de ser De Paul y Koke. El primero no deja de ser un meme de jugador: poses y más poses, perdonando vidas aquí y allá, que salga bien en la foto y a pensar en mi Argentina del alma, que es el equipo que realmente le importa. Nosotros no dejamos más que ser un mal necesario, poco más. Solo le pagamos el sueldo, y ya saben que el dinero no entiende de razones que solo el corazón conoce. El segundo, por su parte, está absolutamente saturado, fuera de forma, de sitio y por momentos, también desquiciado perdido. Como para darle la capitanía de toda esta panda, vamos … Sin embargo, el Coronel Kurt, cuánto peor le ve y más necesita descanso, más le saca de principio a fin, y más allá. Yo creo que, inclusive, le hace jugar 30 minutos más todos los partidos, después de concluir los mismos. Y correr, y correr, y volver a correr. Hasta el esperanzador Gallagher ha pasado de ser uno de los grandes líderes de Oasis, a convertirse en MaConnor del Bombo (otro que no sé si lo sustituyó al final del partido de ayer o qué, no me entero de nada, estoy para irme con ellos a Camboya también, está claro).

 

Por si fuésemos poquitos, parió la abuela, y se suma a la fies un turista francés que se va dando vueltas por el campo coleccionando sonrisitas y sinsabores, y, en medio de todo esto, anda el pobre Julián Álvarez, que debe de estar pensando en qué habrá hecho en esta vida para acabar con esta panda de desequilibrados sin fronteras.

 

El caos se resume en lo siguiente: no se defiende nada, no se encima nada, no se presiona nada, no se construye tampoco nada, no se guarda orden ni concierto alguno, y todo es una consecución continua y constante durante 90 y pico minutos de despropósito va, desquiciamiento tiene.

Añadan el problema de nuestras bajas en nuestras filas, claro. Lo de Le Normand lo entiendo, porque es una lesión más grave y delicada de lo que parece, pero, ¿Y el resto ? ¿Qué fue de Llorente? ¿Murió? ¿Le ejecutaron? ¿Quedó cojo quizás? ¿Y Pableras? ¿Se sabe algo de él? ¿Le imputaron algún miembro? ¿Ha vuelto al Castilla, acaso? ¿Y Lenglet? ¿Le hemos devuelto al Barsapasta quizás? ¿Y Azpilicueta? ¿Se ha retirado ya del fútbol, dicen? Esto es un sinvivir insoportable, por Dios Santo ...

 

Lo peor de todo que siempre el Coronel Simeone, cuando las cosas se torcían en exceso, convencía a la muchachada de que estaba prohibido bajar los brazos y dejarse llevar a su suerte. Pero ahora, por primera vez en 13 años, da la impresión que todo le ha superado, todo se desmorona sin control alguno, y todo se convierte en la gran ceremonia del desbarajuste total.

 

Así pues, y con estos condicionantes, agravados encima con una directiva que se permite el lujo de sancionar a 5000 clientes por quedar bien con el poder establecido, no sea que me jodan mi venta final al mejor postor, y con un grupo Ultra que es lo mejor y más auténtico que tenemos y que anda en plena huelga más que justificada de animación, en solidaridad con su gente, pues ya me contarán cómo ven ustedes el percal, porque no detecto ahora mismo solución posible a corto plazo para el equipo, y creo firmemente que la huelga de animación ha venido para no abandonarnos durante un buen puñado de tiempo. Que cada uno asuma su incompetencia.

Eso sí, recuerden siempre. El auténtico enemigo son ellos ... Los Charlies ... El auténtico Vietcong.



Y esto es lo que hay. Si nos les parece todo el relato de una auténtica película de terror, al menos, a mi sí que encuentro bastante similitud con aquella pandilla de descontrolados que campaban a sus anchas por Camboya. El HORROR …


TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 8 GRADOS).

Lo bajo ya un solo grado, ¿Total? Mentiras piadosas que lo llaman …

 

Y el jueves, a las 19 h. Partido de Copa. En condiciones normales, estaría como una moto ante tal evento, sea el rival que se trate. Sin embargo, ahora mismo estoy temblando más que si el mismísimo Capitán Willard estuviese persiguiendo mi propia cabeza … “Cuando deje esta vida para siempre, diré bien alto, tuve la suerte, fui Colchonero, hasta la muerte” …



21 de octubre de 2024

Atleti 3 - Leganés 1. El día de las Penas.

 

No creo que la fecha de ayer pase a la historia de este Bendito Club prácticamente por nada, la verdad. Si acaso porque se celebró el día de las Peñas, sin estar presente el colectivo más numeroso, bullicioso, auténtico corazón tanto del Calderón como del Metropolitano, y ya se sabe que un cuerpo sin corazón es inerte, completamente sin vida.

He leído por ahí a algún cachondo que la animación fue fantástica (si, claro, igualita), mientras que los parásitos periolistos se regodeaban indicando que la gente cantaba más que en otras ocasiones precisamente para demostrar que no es necesaria la presencia del Frente Atlético con el fin de llevar en volandas al equipo. Un auténtico insulto a nuestra inteligencia como otro cualquiera, y el que así realmente lo crea, es que es mucho más estúpido de lo mínimamente permisible. El día de las penas, más bien.

 

Porque, y ya futbolísticamente hablando, la primera parte fue penosa en sí misma. Otro auténtico homenaje a la sin razón, con un Atleti practicando un fútbol ofensivamente plano, sin creatividad alguna, sin movilidad, sin desborde, teniendo como único objetivo el colgar balones a Sorlloh que el noruego, a su vez, tampoco es que hiciese gran cosa ni por rematarlos, ni por abrir huecos, ni por nada. Para sacarse los ojos, vamos. Y demos gracia a la timidez del Lega, porque, aunque se adelantase en el marcador, nunca tuvo claro ni creyó excesivamente en sus propias posibilidades, que si no ...

Corría el minuto 34 de ¿juego? (por llamarlo de alguna forma “artística”), un  tal Neyou entra como Don Pablo Raso en el bar de Don Antonio para tomar uno de sus múltiples aperitivos, lanza un latigazo impresionante sobre la portería de Oblak y adelanta a los pepineros en el marcador. Muy curiosa la forma de defender dicha acción de Lenglet, más preocupado porque el balón no le diese en los brazos (secundario) que precisamente por lo principal: taponar el remate del negrata ese. En cuanto a las caras y gestos que puso el susodicho individuo tras anotar el tanto, casi que mejor me abstengo, pero vamos, juraría que los psiquiátricos andan copados de tipos como él, con camisa de fuerza e inclusive encadenados. Con este panorama tan desolador y sonora pitada de los “reyes de la animación” nos fuimos al descanso.

 

La segunda parte comenzó con el clásico gol que falla Correa y que tanto enerva a sus detractores (a sus pies, Don Javier), tras un regalo celestial de Antoine que le dejó solo ante el portero del Lega, pero que controló tan sumamente mal que ya se quedó casi sin ángulo para poder rematar bien y la terminó echando fuera lastimosamente. Otra pena más.

 

Pronto vio el Cholo que la cosa seguía por los mismos derroteros que la primera parte,  y movió el banquillo sacando al terreno de juego a Giuliano, Julián Álvarez y De Paul, y el equipo cambió, para bastante mejor (cosa que no era muy complicado conseguirlo, dicho sea de paso). Especialmente Simeone Junior dio la garra, verticalidad y profundidad que necesitábamos. Sobre el primer cuarto de hora de la segunda parte, el propio Giuliano puso un buen centro al segundo palo que Lino no terminó de rematar del todo bien, salvo su propio tobillo sobre el palo de la portería (afortunadamente todo acabó en un susto). Poco después, Witsel realizó una entrada criminal por detrás a Lenglet, pillando desprevenido al jugador francés, que le ha provocado a la postre un esguince  de tobillo y rodilla a la par (toma ya, lo que no pase en este bendito Club) … Y ya en el 70 de juego, otro nuevo pase de Giuliano sobre el propio carnicero belga Witsel, éste realiza un doble intento de asistencia sobre Sorloth, y al final el noruego, de un extraño taconazo con su pierna mala, logra poner el ansiado empate en el marcador. Jugada rarita dónde las haya, pero efectiva, que es lo que cuenta. Este partido ya no se le podía escapar al Atleti, estaba claro.

 

Sobre el 78, De Paul tuvo el 2-1 en sus botas, pero su remate, que era gol sí o también, repelió en la rodilla de Tapia. Y tres minutos más tarde, la jugada del partido, en una acción en la que Simeone Junior persiguió un balón imposible, emulando claramente al noble apellido que porta, puso un fantástico centro sobre Griezmann, y el francés remata desviando sutilmente con la bota de su pie, haciendo que Dmitrovic no se enterase ni por dónde le entró. Si es un golazo tanto por ejecución como por elaboración previa, se dice y no pasa nada, está claro.

 

Después vino el show de Munuera Montero (penoso árbitro dónde los haya, bienvenido también al festival) buscándonos las cosquillas más que el mismísimo propio rival que teníamos enfrente, en el descuento Sorloth falla otro gol clamoroso tipo Angelito Correa, y ya en el último suspiro, esta vez sí, acertó el noruego para poner el 3-1 en el marcador, engañoso dónde los haya, ciertamente, pero no menos cierto que finalmente merecido por esta aceptable segunda parte que la muchachada hizo tras los cambios. Y me alegro mucho porque la victoria es de oro, pero en realidad, hubo poco que celebrar frente a un rival, no olvidemos, que no deja de ser un recién ascendido. Así que, con la pena final de cuando uno se siente traicionado tanto por propios como por extraños, se terminó  este oscuro y gris día de la las penas.

 

Árbitro: Munuera Montero.

A coalición con todo, una pena de árbitro, rastrero, con ganas de perjudicarnos cuando logramos remontar como fuera, expulsando a Griezzman agarrándose a un clavo ardiendo que afortunadamente le corrigió el VAR, o buscando finalmente de forma pendenciera y ruin a Giuliano, tarjeta en mano. Nada nuevo sobre el horizonte, vamos.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Muy buenos minutos de nuestro jugador franquicia, Julián Álvarez, que incomprensiblemente juega todo con Argentina mientras en su Club se le reserva para que pueda disputar todo con su Selección plácidamente. Nos hemos gastado 80 millones en un pibe para que juegue ratitos y tal, vamos … Debe de estar el chaval flipando en colorines. Muy bien Pableras Barrios (salvo su nueva y maldita lesión) pero el mejor y más resolutivo ayer fue Giuliano, sin duda alguna. Todo el peligro de la segunda parte rojiblanca estuvo en su banda y salió de sus botas. Y esa emoción que transmite cuando Diosito Grizzi remonta el partido tras su fantástica acción individual … Esa emoción …


LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Socialmente hablando, están siendo unos días espantosos, horripilantes. Y conste que de la mierda que nos salpica desde fuera como que me la trae al pairo bastante. Pero la de dentro ya no tanto. Y que el Club tenga los Santos cojones de ser el máximo sancionador posible frente a su gente, frente a los que siempre defienden al Atleti a capa y espada, me parece algo tan triste como inadmisible. Lo de la “sanción” de 5 partidos sin venderles entradas es sencillamente delirante. Para colmo, el “hombre de Club” sale disfrazado el sábado pasado de yonqui de los 90 (solo le faltó en la sala de prensa la yonquilata , la chuta, la papela y la cucharita, el decorado hubiese sido sencillamente niquelado) y tiene el poco tacto, la poca solidaridad y menos saber estar de poco más o menos decir que le importan un bledo los 5000 sancionados, y que cuenta con 60 mil pibes más. Qué curiosa es la vida, y, sobre todo, qué injusta, con los que le defienden prácticamente siempre por encima del bien y del mal. Que sí, que ayer lo intentó medio arreglar, completamente forzado y a desgana, diciendo que también se acordaba de esos 5000 ... Mentiras piadosas que se las puede meter por dónde más le plazca, Caballero.

Si todo esto no fuese bastante, el acabose fue presenciar el vacío de nuestro glorioso Fondo Sur con una pancarta que indicaba “El Fútbol que queremos”, todo ello aderezado de una babosil, forzada y completamente teledirigida supuesta campaña orquestada protagonizada por alguno de nuestros símbolos más significativos. El estupor que sentí al contemplar al pobre Niño Torres metido/vendido en este percal fue especialmente como una auténtica puñalada al corazón, y miren que será uno por cicatrices, oigan ... Métanse la campañita y la pancartita por dónde les quepan, queridos, y si realmente tienen cojones y quisiesen algo a este bendito Club, esta y no otra debería de ser la pancarta que en realidad debería de haber cubierto nuestro sagrado Fondo Sur.

 


A pesar de los dos tantos de ayer, vaya usted sin cuidado, Hermano Datitos, que puede dejarse bigote, barba, hacerse hippie, hipster o hacerse rabino inclusive, que la apuesta no me la llevo ni de coña, vamos.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 7 GRADOS).

Partido de obligadísimo cumplimiento, como no puede ser de otra manera. Y, por favor, no me hablen de remontadas y demás… Tengan un poquito de dignidad y quiéranse más, carallo. Que no podemos estar siempre arrastrándonos de esta manera.

 

Y el miércoles, Champions de nuevo, frente al equipo que logró vencer al Innombrable en la pasada jornada europea. Ya podemos atarnos bien los machos, y, sobre todo, ojalá y que todo vuelva a la “normalidad” en la grada, aunque, por supuesto, cualquier decisión que tenga a bien tomar el Frente Atlético, me parecerá fantástica, justa, correcta y probablemente, hasta necesaria. No todo vale en esta vida. O no todo debería de valer … “Había una vez, un circo, que alegraba siempre el Calderón” …



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