26 de febrero de 2024

Almería 2 - Atleti 2. Bilbao: la lógica de la sinrazón.

 Resulta complicado el intentar escribir algo sobre el partido del sábado sin tener que morderme la lengua previamente, debido a la situación estratégica del mismo entre dos batallas que van a decidir de forma definitiva el devenir de nuestra temporada. La primera fue saldada con derrota remontable frente al Inter. La segunda será el jueves que viene, frente al Athletic, que es la mayor de nuestras batallas posibles en la actualidad.

 También sería interesante analizar la maldición que sufre este equipo históricamente frente a los rivales que ocupan las últimas plazas de la Liga. Da igual que el equipo esté mejor, peor, ande jugándose una Liga, o bailando un vals. Los Málagas, Levantes, Almerías, Alaveses, Cádiz, Granadas, y un largo etcétera de estos mismos, suelen ser una auténtica pesadilla para el Atleti. Añadan esa propensión que solemos tener también de mezclar indiscriminadamente cagadas históricas con victorias casi imposibles. Nuestra vida es un puto tobogán constante, por eso, uno no es muy dado ni a dejarse llevar por grandes euforias en nuestros mejores momentos, ni me suele dar por cortarme las venas ante ridículos como se puede catalogar el que, un equipo que va el colista, y que no ha ganado un solo encuentro en el campeonato liguero, siendo ya el peor histórico colista de la de la Liga, sea capaz de remontarte en dos ocasiones el que te hayas puesto en ventaja en el marcador (encima, en cada tiempo del partido). Por eso no sé muy bien si ponerme a despellejar a la peña, o intentar mantener de alguna forma la compostura. La lógica de la sinrazón.

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Como ya os he dicho, la cosa empezó pintiparada para el Atleti. Primer minuto de juego, jugadón de Reinildo, evocando casi al mejor de los Carrascos posibles, internada por banda hasta la línea de fondo, pase de la muerte y Marginal Correa que bate a placer al guardameta local. Todo olía a partido cómodo y relativamente sencillo para el Atleti. Y para el Atleti de otras temporadas igual así hubiese sido, pero al Atleti de este año fuera de nuestro Metropolitano, no puede ser, y además es que es imposible. La muchachada este año da igual que se adelante, que no lo haga o que lo deje de hacer. Tiene menos firmeza defensiva que el equipo en el que jugaba de mi barrio, cuando disputábamos la liga municipal un sábado a las 9 h, e íbamos al mismo prácticamente la totalidad del equipo de empalmada, y medio mamaos. Un auténtico desastre.

 Aún así, Memphis tuvo una buena ocasión a los 10 minutos en un remate muy suyo a media vuelta, pero el mismo  salió rozando el palo. Pero que da igual. Ni con 0-2 este equipo, fuera de casa, puede estar ya uno medianamente relajado. Su devenir es el siguiente: o salen agilipollados perdidos, y van ya a remolque todo el encuentro, o salen enchufados en cada periodo del mismo, consiguen adelantarse en el marcador, y, una vez conseguido el objetivo inicial, de repente el partido parece acabado para ellos. Van reculando sin el mayor sentido, pierden intensidad, concentración, se dejan llevar, y al final pasa lo que tiene que pasar: o nos empatan, o hasta nos remontan directamente. Y hombre, un partido, dos … Bueno está. Pero oigan, que sea la tónica general de la puñetera temporadita, como que no. El globo que se desincha.

 

Con estos condicionantes de juego, minuto 28, un tal Luka Romero, que pareció el pasado sábado la reencarnación de Torpedo Muller, se revolvió al borde del área y se sacó de la chistera una barbaridad de disparo seco y ajustado al palo, ante el que el bueno de Oblak poco o nada pudo hacer (encima le botó el balón previamente). Hala, otra vez vuelta a empezar.

 

Lino tiró de orgullo en el minuto 31, en un gran remate que Maximiliano sacó con una mano prodigiosa a córner, y el partido terminó en un peligroso correcalles sin mucho sentido de un lado a otro. ¿Conclusión? Empatito al descanso en el marcador, pues.

 

La segunda parte fue casi un calco de la primera. Salimos otra vez con ganas, intensidad y demás, Memphis tuvo una buena falta al borde del área (hablando de este asunto, ¿Cuál fue el último gol que conseguimos de esta guisa? Tirando de memoria, yo diría que uno de Griezmman en el Molinón – y encima palmamos, para no perder las buenas costumbres, vamos-. Sé que andamos en época de sequías y demás, pero juraría que algo ha llovido, ¿Eh? Resulta algo desesperante el asunto, la verdad, si bien es cierto que, en general, cada día veo menos goles de falta, eso es así también.

 

Llorente salió en la segunda parte y, al menos, su entusiasmo pareció contagiar al resto del equipo, aunque siga diciendo que tiene una muy extraña forma de conducir el balón. Poco antes de llegar al cuarto de hora de juego de esta segunda parte, Molina se sacó un zambombazo quién sabe hacia dónde, con la fortuna de que le cayó el balón a De Paul, este fue conduciendo el mismo hasta adentrarse en el área, y su posterior remate a puerta lo desvió un pie de un rival y entró en la portería. ¡Al fin el argentino se decidió a intentar él resolver directamente! Tanto él, como principalmente Koke, deberían de probar más a hacerlo (porque Pableras sí que lo suele hacer, las cosas como son).

 

Cualquier equipo serio, inclusive, medio serio también, reitero, CUALQUIERA, que, simplemente, sea consciente de la situación del rival, con que se dedique simplemente a estar bien concentradito en el campo, presionar medianamente como Dios manda, juegue con los cambios de forma inteligente y éstos respondan un poquito a las expectativas del Míster, vuelvo a insistir, CUALQUIERA, se lleva ese partido mientras se fuma un pitillo plácidamente desde la grada.  Pero no. Nosotros no. Nosotros volvemos a lo de siempre, a lo de la primera parte, a lo de casi cualquier desplazamiento fuera de casa, y  tocarnos la vaina de nuevo, ver la vida venir, y esperar a que pase el tiempo mirando cómo reacciona el rival.

 

Y el rival, que en este caso se sabe ya que anda muerto y más que muerto del todo, no tiene nada que perder, y ni siquiera un extraño disparo de Riquelme desde fuera del área que terminó repeliendo el larguero por su parte de arriba, le intimidó ni lo más mínimo en intentar de nuevo nivelar el tanteador, y así lo consiguió de nuevo Luka Romero, en una internada en la que entró el punta argentino con el balón controlado, le dio  tiempo a ver bien la situación, acomodarse el balón, tomar la decisión de por dónde quería anotar el tanto, y con el exterior del pie, sacarse un fantástico gesto técnico que se coló irremisiblemente por la escuadra de Oblak. El gol es un golazo, conste, pero me resulta del todo incomprensible cómo un chaval de 19 años puede tener tanto tiempo dentro del área para poder decidir qué hacer con el balón, y no tener ni el más mínimo incomodo por parte de nuestra ridícula zaga o sistema defensivo. Llámenlo como quieran, me importa un bledo.

 

Para colmo de males, Morata falló sus dos ocasiones clarísimas de rigor de forma incomprensible, y aún pudimos perder y todo, en una postrera contra, ocasión clarísima incluida, del entusiasta equipo local.

 

Así que sí, uno anda ya un poco harto de lo que está pasando este año fuera de casa. Quiero pensar que es una cuestión de rachas, de mala suerte, de inutilidad, yo que sé … Quizás es que no quiera pensar en exceso, ya que solo retruena sobre mi cerebro una palabra: BILBAO. Así que no quiero darle más vueltas hoy al asunto. Lo dicho: BILBAO.


EL CRACK DEL PARTIDO:

Pues como que no tengo muchas ganas de destacar a ninguno de estos hoy, la verdad, me doy a quedar con el incomparable marco en el que vi el encuentro, que no fue otro sitio que el bar de Don Juan José Rubio, el tímido del Atlético de Madrid. Buen ambiente colchonero dónde los haya, y mejor aún la inestimable compañía que decidió aguantarme durante el desarrollo del mismo. Gracias a ell@s me  acosté con una sonrisa en la boca, y no con la cara de gilipollas habitual en este tipo de “partidos” (por llamarlos de alguna forma).

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Pues vuelvo a dudar muy mucho de la condición de futbolista que tiene Molina. También me gustaría que alguien me explicase si no hubiese sido esta una fantástica ocasión para ir viendo el devenir de Vermeeren desde el principio del encuentro, pero hoy, y con todo el dolor de mi corazón, se lo doy a Don Álvaro Morata.

 

Por mucho que se empeñe todo el mundo en indicarme lo contrario, tengo claro que todos los delanteros que hay en el fútbol fallan ocasiones de gol. Absolutamente todos. Pero hombre, hay formas y formas. Y cuando Don Álvaro se disfraza de recluta patoso por el campo, resulta un jugador, por momentos, irritantemente exasperante. Qué barbaridad. Es que no doy crédito, vamos … En vez de rematar a puerta un balón, parece que lo anda intentando con cochinillos voladores. Por favor …

 

ÁRBITRO: Alberola Rojas.

Probablemente, el mejor árbitro que hay hoy en día en el fútbol español. Personalidad, saber hacer y llevar un encuentro como Dios manda. Se reclamó un penalti por una mano de un defensa local, pero para mi eso ni es penalti ni es nada. Por lo tanto, impecable labor la suya. Grande el levantador de pesas.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 16 GRADOS).

 

Partíamos de 13 grados. Victoria de obligado cumplimiento frente a Las Palmas, sumamos, sin embargo, 3 grados más por la goleada, y referente al Almería, y gracias a la derrota del Athletic, doy por bueno el punto conseguido, a pesar de los pesares (de obligado cumplimiento ambos encuentros, claro). Total, y como la Liga pasó ya a la historia, lo dejamos en 16 grados, y que viva Cartagena.

 

Pues nada. El jueves, todo o nada. Espero que sea consciente la muchachada de lo que se juega, porque, a pesar de los pesares, puede terminar siendo una temporada histórica para nosotros. Y, por favor, piensen en los palizones que se andan dando nuestros seguidores por seguirles a todas partes, los días de vacaciones gastadas, las horas de sueño ya perdidas, el sacar pasta de dónde no la tienen … Piensen en todo esto, y actúen en consecuencia, por favor … “Nadie sabía su nombre, cuando el equipo sufría, el escudo del Atleti, grabado en el corazón” …




12 de febrero de 2024

Sevilla 1 - Atleti 0. Premios Poya 2024.

 



Buenas noches, y saludos cordiales, mis pomposos espectadores y estúpidos adyacentes. Un año más, volvemos a dar la matraca de nuevo con los insufribles a más no poder Premios Poya, los cuales cada día dan más pereza por tanta hipocresía y falsedad junta. Buena fiestuki  que se monta esta gente a costa de todos, claro está, pero como hoy en día, todo, según votes o pienses, es “cultura” o fascismo, pues nada, seguiremos invirtiendo pasta gansa en estos festivales de ellos y para ellos, por un lado, mientras que nuestros Guardias Civiles seguirán patrullando nuestras costas con  balsas hinchables, y ya se sobran, que con el valor y el coraje ya tienen suficiente. Ya que nadie de esta peña se dignó a acordarse de ellos en sus múltiples mensajes reivindicativos de sus gilipolleces, sirva este post para darles todo mi cariño y apoyo desde este humilde bloq.



Premio Poya mejor Película: "Anatomía de una caída".

Una vez más, y por estas fechas, nos despedimos ya de forma definitiva de la lucha por el Campeonato Liguero. Empieza, por lo tanto, época de rasgaduras de vestiduras, de cortes de venas, y de sacar la Guadaña sin piedad frente a todo aquello que se mueva. Curiosamente, quiénes más lo hagan, serán los que, a su vez, más les vendieron la moto de la mejor plantilla del mundo mundial y demás. Esto es cíclico, siempre son los mismos, y verterán todo su odio y toda su mierda hacia su muñeco preferido de siempre, Don Diego Pablo Simeone, así que, a su vez, comienza también la movilización necesaria que tendremos que hacer la Vieja Guardia para defender lo nuestro, y a la gente que realmente nos importa.

 

Premio Poya mejor dirección, a De Paul, por “La Isla de la Esperanza”.

El mejor ayer, y con diferencia. Una isla de ilusión en medio de tanto compañero desgastado, desfondado y sin ideas. Eso sí, yo le pediría un esfuerzo más, y no es otro que pruebe de vez en cuando a disparar desde fuera del área, especialmente en partidos con el de ayer, en el que se nublaron completamente todas las ideas en cuanto nos adentrábamos en la misma. Este es el auténtico De Paul al que he visto dejarse hasta su última gota de sangre con su Selección, y que, al fin, ha encontrado su verdadero sitio entre nosotros, así que, bienvenido sea.

 

Premio Poya Protagonista, a, Diosito Grizzi, por “Fuera de sí, sin descanso”.

Comparen cuando les apetezca (si les apetece, claro) al Antoine de Diciembre con el Griezzman que estuvo ayer en el campo, y encuéntrenme las 700 diferencias en 1 minuto. Y ya sé que, aún con esta versión trasnochada de ayer, sin duda es capaz de dar una asistencia genial, una pared imposible, meter un gol por toda la escuadra o robarle el balón a un rival cuando encare solo nuestra portería. Pero no se trata de eso. Esta versión del francés no nos sirve, y ante los acontecimientos que acechan, o se le da descanso, o descanso se le da. Es que no hay más. No podemos prescindir de tanto talento. Y no es tema de compromiso, como alguno da a entender por ahí, es todo mucho más sencillo. Cuando el oxígeno no te llega a la cabeza, no defines ni piensas con claridad. El cansancio tanto físico como especialmente mental le tiene fundido.

 

Premio Poya actor de reparto. Jan Oblak, por “El portero incombustible”.

Otro nuevo recital de Jan, dando una nueva exhibición de lo que hay que pedirle a un guardameta: seriedad, compromiso, personalidad y saber estar. Es curioso, cuánto más lo quieren jubilar, más me sigue convenciendo con sus paradas imposibles, y con sus manos de acero blindadas. Y encima, hablando clarito y sin pelos en la lengua, en su misión de Capitán cada vez que el equipo palma. Siempre en mi equipo, siempre de los míos.

 

Premio Poya actor Revelación. Paulista, por “El Debutante”.

Pues no me disgustó el debut del brasileño, la verdad. Le vi con buena colocación sobre el terreno de juego, dando la impresión de seguridad y saber estar. Le deben de faltar como medio millón de automatismos con los compañeros, está claro, pero puede suplir su carencia de los mismos con su veteranía y experiencia en nuestra liga. Seguiremos observándole.

 

Premio Poya Dirección novel. Pableras Barrios, por “Perdido”.

Me cuesta un horror escribir mal de Barrios, lo reconozco, porque veo en él un talento descomunal. Me encanta su verticalidad, personalidad en el campo y el montón de inverosímiles gestos técnicos con los que nos suele deleitar. Pero, al andar en proceso de formación, y cuando un equipo sale tan presionante como lo hicieron ayer los sevillanos, se le ven en exceso también sus asuntos por curtir, especialmente en tareas defensivas, donde o se complica la vida en exceso o despeja el balón sin encontrarse situado tanto física como mentalmente sobre la zona del campo en la que se encuentra situado, y esto nos puede costar muy caro. Tiene que madurar en ese aspecto. A seguir creciendo.

 

Premio Poya guión original. La Puta Gitana, por “En busca de las cartas perdidas”.

Me parece a mi que la gitana le ha dado en exceso al rebujito, y ha lanzado las cartas con tanto entusiasmo y tan lejos que ahora no hay Dios quien las encuentre, al igual que le pasa al Atleti con el puñetero gol. Y no será por ocasiones, o por intentarlo de mil formas posibles, pero nos ha llegado la sequía justamente en el peor momento de la temporada, y cuando más los necesitamos. Es cuestión de rachas, lo sé, así que alguien le pegue un duchazo a la puñetera gitana en cuestión, porque necesitamos que encuentre las dichosas cartas del gol.

 

Premio Poya película de animación. Morata. “El muñeco infeliz”.

Ayer no estaba teniendo su día, es cierto, fallando esas ocasiones que suele errar que tan claras nos parecen a todos, pero es un ejemplo a seguir, por profesionalidad, por superar adversidades (propias y ajenas), por empecinamiento, por buena persona y porque tiene que clavar un par de tantos más como sea, carallo. Pocos jugadores con su status reciben tan poco respeto (por parte nuestra y ajena), cuando nos anda dando tanto. Dicho esto, en mi humilde servidor tendrá a su valiente Quijote que le defenderá contra todo y contra todos a capa y espada, botellín a botellín. Muchísimo ánimo, Don Álvaro.


Premio Poya película Europea. Vermaelen. “La necesidad”.

Si queremos dar descanso especialmente al gran Koke, se me antoja una ocasión pintiparada el que juegue el próximo domingo frente a Las Palmas. Con un poco más de tiempo entrenando con el equipo, jugando en casita y demás, es hora de ir viéndole desenvolverse, que vaya pillando ritmo de competición, y que nos demuestre cómo lo va llevando el chaval. Aparte, que para esto se le ha fichado, ¿No? Pues es su momento. No esperemos más.

 

Premio Poya maquillaje y peluquería. Memphis. "Vergüenza y respeto”.

Siempre lo he dicho: cada uno, con su vida puede hacer lo que quiera, pueda o sepa, mientras se ande representando a sí mismo. Por mí como si se lo quiere hacer con una cebra, vamos. Pero un menda que llega de esta guisa con el chándal oficial de nuestro Club (gafitas, pañuelo y bolso, todo muy conjuntadito), o se le explica la lección desde el Club, o alguien tendría que explicársela. Más le valdría ponerse en forma como Dios manda, que con hacer el ridículo fuera del campo ya nos sobra. Niñatos millonarios, con el Atleti, no vale cualquier cosa.


 

Premio Poya canción original. Al Frente Atlético, por “Obscena Obsesión”

“¡Queremos ganar la Copa, esta hinchada está muy loca. No queremos en la grada, los que se callan la boca!”  No sé lo que opinarán ustedes, pero, hoy por hoy, es mi auténtica y permanente obsesión. Ni quiero, ni puedo pensar con claridad en otra cosa que no sea ésta. Nada me haría más feliz.  Ni CHL, ni gaitas. La Copa. Mi Copa.

 

Premio Poya montaje. Florentino. "La Sociedad de la Nieve"

¿Cuántas cantidades de farlopa había ingerido el colega cuando afirmó esto a su cervatil audiencia? …

 



Premio Poya película documental. Iglesias Villanueva. “El árbitro valiente”.

Independientemente de que cada día ando más que harto de que se enjuicie la labor arbitral hasta el punto extenuante con que se les anda midiendo todo en la actualidad, y a pesar de que ayer se comiera 2 penaltis (un penaltazo de Aquino sobre Morata, otro de Molina sobre un gitanaco aparcacoches desentaos de esos,) este árbitro, al menos, me gustó su intención de dejar jugar el máximo posible el juego por parte de ambos bandos. Y chico, si ves que el rival reparte estopa y sale de rositas, ya sabes lo que debes de hacer tu también. Porque el Sevilla ayer nos comió en bastantes duelos divididos la tostada precisamente por eso, y, no se equivoquen, de eso no tiene culpa alguna árbitro ninguno. Si me dan, doy. Y no hay más.

 

Premio Poya guión adaptado.Termómetro Rojiblanco, por “El Pastor de almas”.

Al Termómetro el cambio climático también le anda afectando, y, por lo tanto, baja 5 gradacos de ayer, porque, no es de recibo palmar en el campo de un equipo que en su casa ha sido solamente capaz de ganar un partido (más el nuestro, claro) y, encima, no lograr siquiera anotarles un triste tanto. Es patético a más no poder (nuestra tónica general fuera de casa, por desgracia) así que lo dejamos en 13 grados … Y gracias.

 

Premio Poya película Iberoamericana. Las Palmas, por, “El Canario Amarillo”.

El sábado tenemos un partido durito de cojones, señores, que esta gente nos barrió del campo casi de una forma insultante en el partido jugado en Gran Canaria (y otra exhibición fuera de casa, para variar). Tiempo de que la segunda línea de fuego de un puñetazo en la mesa y adquiera su auténtico protagonismo dentro de la muchachada. Y nosotros, desde la grada, a lo nuestro. No desfallezcamos, que eso es lo fácil, lo sencillo, y lo que esperan nuestros enemigos. No es no.

 Premio Poya dirección de fotografía. Vicente Calderón. “Los mejores años de nuestras vidas”.

Siempre en nuestro corazón. Ni olvidamos, ni queremos dejar de hacerlo. Nuestra casa, nuestra forma de vida, nuestro sentimiento más puro, sincero y leal. Corazón salvaje.



5 de febrero de 2024

Vikingos 1 - Atleti 1. El Espíritu de Albertini.

 

Fue mi último derbi de muchos en ese estadio (y bien que los hecho de menos, ojo, aunque uno tiene unos principios, y cada día que pasa, menos los cambio por ningún otro). Recuerdo que era un día entre semana. No recuerdo que el Atleti fuese especialmente bien, ni que hiciésemos encaje de bolillos en nuestro juego, precisamente. Pero me acuerdo a la perfección de que era ya el tiempo de descuento, la falta se lanzó en la portería del Fondo Sur (yo estaba en el norte, al lado de las estrellas, para variar), vi al Maestro Demetrio encarar al balón con esa clase y porte que tenía el italiano, y lanzar un derechazo que, tras repeler en el larguero, le dijo en la chepa del "chivato" (Mouriño dixit), y entró en su portería sin remisión posible. Alegrón de la leche, y cuando ya nos retirábamos, recuerdo comentarle a Antonio lo siguiente: “Joder, qué alegrón, aunque hemos tenido algo de suerte”. Él me sentenció: “que se jodan, y prueben su propia medicina”. No hay más preguntas, Señoría. Por cierto, de entrenador andaba este buen hombre, y así celebró el tanto aquel día  precisamente (no sé si les sonará de algo su cara).


Luego, este mundo del fútbol se puede mirar siempre desde varios prismas, colores, objetivos y sensaciones. Seguramente, todos válidos y, por supuesto, todos respetables. Algunos siempre tenemos como referencia lo más alto, la cabeza, el disputar hasta el final un título (se consiga o no, probablemente eso sea lo de menos). Otros, sin embargo, siguen al pie de la letra los objetivos que marca la entidad, y se sienten satisfechos con ellos. Quieren estar entre los 4 primeros, y su referencia es la distancia que marcan a los perseguidores, sin importarles en exceso la referencia de la cabeza de la Liga (la cual dan muchos por perdida, de hecho). No juzgo a nadie, reitero, ojo, pero mis miras y mis objetivos siempre tendré claro hacia dónde enfocan, hasta que yo y solo yo decida cambiar dicho faro. Y tengo demasiados palos encima ya como para que nadie me intente convencer de lo contrario.

 Sección Pajas mentales de ayer y de hoy aparte, sinceramente, a mi no me gustó casi nada este derbi. Tengo la impresión de que cada equipo tuvo como lema lo que el gran John Lennon sentenció en su día: “la vida es lo que te pasa mientras tu sigues ocupado en otros planes”. Los locales tenían suficiente distancia en la tabla clasificatoria como para no tener que forzar demasiado la máquina en conseguir esta victoria, salvo, eso sí, lo que les jode y lo mucho que lo hace, el no conseguirlo (malos tiempos para la lírica, mis queridísimos vecinos). 

El Atleti, como es lógico pensar, el miércoles tiene su partido de Copa marcado en sangre, y no estaba por la labor de malgastar tampoco demasiadas naves en el intento de vencer ayer. Y, aunque lo comprendo (cómo no lo voy a hacer), en el fondo, perdió una gran ocasión de llevarse la victoria, frente a un equipo cuyos centrales fueron un lateral reconvertido, por un lado, y al que jamás le vi desenvolverse en dicha posición (el carnicero de Leganés), y el otro, más experimentado, ciertamente, lo que pasa es que debido a su eterna juventud, siempre se le excusan sus entradas a destiempo, posibles despistes y demás (como no podría ser de otra forma, hablamos del primo hermano de Jordi Hurtado, el imberbe “Joven Nacho”). Añadan que, y aparte de los lesionados que tiene ya por sí arrastrando toda la temporada (culpa del Profe Ortega, como bien ya se sabe, menos mal que al fin se pira), sufrió también un repentino mareo de última hora el nuevo premio Nobel de la Paz, Mahatma Binicius. Para qué queremos más.

Pero ni con esas. Concedimos un gol a los 20 minutos porque Riquelme, de medio campo para detrás, es un auténtico disparate de jugador, porque Saúl cada vez empiezo a pensar en él más por todo y lo mucho que nos dio, que por lo que le queda ya por darnos, en que Koke decidió devolver una pared a un atacante vikingo, para colmo de males, y que oigan, si un tío es capaz de hacer 2 paredes en el área y meterse casi hasta dentro de la portería con el balón en los pies, pues cómo diablos esperan que acaben la jugada si no. Lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible.

 Salvo una asistencia inicial del dosificado Diosito Grizzi sobre Morata, que este remato cruzado y despejó como pudo Lunin (putos “Lunin” del orto, ya puestos), después del tanto vikingoidal prosiguieron dos buenas acciones atacantes por nuestra parte de tanto Witsel como Savic, en sendos remates de cabeza, que el del cantante de Boney M. repelió el pobre Lunin como pudo, y el de Savic, no fue gol, porque no lo fue. Para acabar casi el primer tiempo, otro cabezazo de Saúl, en el que puso tanto el molde previo que se le marchó también demasiado desviado del poste. ¿Conclusión? Si es que no tenían centrales, joder .. Cualquier centro de cabeza era nuestro. Si cuando yo les digo que no ando nada contento. No se nos debió escapar esta victoria jamás, hombre. Jamás.

 Nada más comenzar la segunda parte, vino la movida del gol anulado a Savic, que nos hubiese venido como perlas, y a partir de ese momento, ni nos sentó bien dicha anulación, ni aportaron gran cosa los Cholo-Cambios (aunque la “dejada” de Memphis a Llorente resultase decisiva), e, inclusive, el equipo local tuvo hasta ocasiones más claras que las nuestras propias (con alguna que otra opción polémica también en nuestra área, luego me explayaré).

Del letargo rojiblanco solamente me sacó una buena acción de Suburbial Correa por banda, que remató de tacón Antoine, y que el portero se encontró, rechazando de nuevo a córner (y me da que, aunque hubiese entrado ese balón, nos lo hubiesen anulado también), y, cómo no, la prepotencia, el borreguismo, la falta de respeto y, por qué no decirlo, el cazurrismo de la afición del equipo local, cuando se da el lujo de corear con olés una serie de pases absolutamente intrascendentes en el juego de sus jugadores, quedando, encima, casi 20 minutos para el final del encuentro, y yendo ganando por la mínima ventaja, encima. En esta vida se puede tonto, MUY TONTO o lo que son ellos, TOOONTOOSSS desde que su padre y su madre eran novios (lo menos).

 Así que el partido acabó de la siguiente manera: minuto 93 (¡OLLEEEEEEE!), Depay gana y pincha un balón aéreo entre los citados carniceros de Leganés y la eterna juventud de Nacho (¡OLLEEEEEEE!), el uno por el otro, la casa sin barrer (¡OLLEEEEEEE!), y aparece como una exhalación nuestro Lechugo favorito (¡OLLEEEEEEE!), excanterano cervatil, como todo el mundo sabe (¡OLLEEEEEEE!), y  bate de un testarazo irrefutable al guardameta local, poniendo el empate final en el tanteador (¡Y OLLEEEEEEE!). Y reitero, probablemente nosotros desperdiciamos una buena ocasión de darles por culo sin piedad, pero ojo, no es menos cierto que ellos, en su casa, tampoco consiguieron vencer al, probablemente, Atleti más ocupado en sus próximos planes futuros que se van a encontrar jamás. Así que, bueno está el empate (especialmente por la forma en que se ha producido) y, aunque solamente haya sido por el recuerdo imborrable de aquel mítico gol de Albertini, ya mereció la pena todo.


EL CRACK DEL PARTIDO:

El que más me gustó de la muchachada fue el incombustible Witsel, sin duda alguna. Es que cada día le veo mejor, y lo que aún me mola más, tengo total seguridad ya en él, y en sus acciones.



LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Pues hay unos cuantos que no me gustaron nada (PERO NADA), pero como  en este tipo de partidos no me gusta en exceso señalar a nadie tampoco, lo vamos a dejar desierto hasta mejor ocasión.

 

ÁRBITRO: Sánchez Martínez.

Aquí sé que me van a dar palos hasta en el DNI, pero yo tengo que ser fiel a mis principios y contar lo que ví, que fue lo siguiente:

 

-     Criterio con las tarjetas amarillas. Como siempre, absurdo rayando lo grotesco, y perjudicándonos siempre. Aquí sí que os doy la razón a los más críticos, aunque esto no es exclusiva de este tipo, ojo. Es, más bien, una tónica habitual.

-         Gol anulado a Savic. Pues está perfectamente anulado, qué queréis que os diga. Saúl está en fuera de juego, y delante del portero. Y si está éste fuera de la línea de meta Lunin, es precisamente porque su espacio lo está ocupando nuestro canterano. Me recordó mucho a un gol que le anularon a McTominay (mi Hermano escocés, como fácilmente pueden comprobar) frente a España. Ahí les paso el enlace por si quieren echarle un vistazo: 

https://www.tycsports.com/video/eliminatorias-eurocopa/el-golazo-anulado-de-mctominay-en-el-espana-escocia-id629991.html

-         Penalty de Savic sobre el nuevo inventor del fútbol, que no nos mete un gol ni aunque salga Oblak atado a un poste. Tan absurdo como clamoroso, la verdad. Lo de este muchacho es que …

-         Y ya está. Todo lo demás es fútbol, y fuera (ni el supuesto de Llorente, ni el propio de Saúl, ni los 345 restantes que Real Cierva TV ande manipulando a su antojo, pero que está bien, ¿Eh? Que cada uno en esta vida hace el ridículo conforme más acorde le parezca).

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (+ 18 GRADOS).


Partíamos de 16 grados, subo 2 gradacos más por ganar al Rayito en el auténtico derbi  de verdad que hay en Madrid, y por el empate frente al tercer o cuarto equipo de la Capital, lo dejo como estaba, ya que es el mínimo resultado exigible que debíamos de conseguir, así que, 18 grados nos contemplan, Hermanos.

 Y el miércoles, aquí sí, el partido de nuestras vidas, sí o también. ¿El Bilbao? ¿El Athletic? A mi me gusta llamar a las cosas por su nombre, así que en este bloq, preferimos denominarles “Athletic”, aunque si hacemos una encuesta en toda España, estoy convencido de que  el 70 por ciento de la peña le conoce más como el Bilbao, y ojo, de eso no tiene tampoco la culpa el Cholo, ¿Eh? Mueran con nosotros, por favor … “No queremos en la grada, los que se callan la boca



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