Nueva gran semana deportiva de nuestro Atleti, en la que selló su brillante pase a los octavos de final de la CHL tras una nueva goleada fuera de casa, esta vez, 1-4, frente al Salzburgo, y que terminó certificando con otra nueva victoria liguera frente al Mallorca, en una jornada embriagada por la emoción de la pérdida de Don Salvador Santos Campano, y el recuerdo eterno e imborrable de nuestro siempre presente Don Luis Aragonés, minuto de silencio que fue también respetado por la afición visitante, en un noble gesto que les honra (al fin y al cabo, Zapatones los metió en Champions antes de remangarse para sacarnos del pozo tenebroso que es la Segunda División, justo a continuación de conseguir tal logro).
El mayor alivio de todos, aparte, es haber conseguido quitarnos de en
medio 2 partidos más, a vida o muerte, en otra eliminatoria infernal europea,
con todo el terrible desgate que eso nos conlleva. Por eso, siempre es mejor ir
teniendo los deberes hechos, y al día, a poder ser, tal y como vamos ahora
mismo. ¿Ah? Que a los “otros” no les gusta el nuevo formato de la competición y
tal … Curioso. Igual, si se hubiesen metido entre los 8 primeros, a lo mejor
les encajaba más, ¿Qué no? (el morro que se gasta esta peña es sencillamente
insultante).
El partido en sí fue como otro día en la oficina. Más o menos cómodo, sin apenas pasar apuros, fútbol control, y portería a cero, que con eso tienes buena parte de la gloria conseguida. Eso sí, estos partidos tienen su peligro. Están en medio de otros que nos pensamos que son más apasionantes, más divertidos, o más a vida a muerte, y parece que se toman los mismo con desgana, como dándolos por hecho, como restándoles importancia, y, creedme, son 3 puntos igual de importantes o más, inclusive, que los del sábado que viene.
Por otro lado, tampoco era de esperar un partido espectacular y tal, porque el Mallorca, aunque ahora mismo no ande en su mejor momento de juego, siempre es un equipo complicado de meter mano: gente ordenada, seria, que carece de bastante profundidad, cierto, pero que tampoco les importa en exceso, ya que a ellos, a su vez, tampoco es fácil meterles mano. Con estos condicionantes, hasta el minuto 19 de juego no se vio algo que nos levantase un poco de nuestros asientos, en un buen remate de Sorloth dentro del área que despejó bien el portero visitante.
La única ventana de aire fresco
la aportaba ya casi el de siempre, Don Giuliano Simeone. El chaval sigue
encandilando a propios y extraños, y una conducción suya tras robo del mucho
más entonado el sábado Le Normand, provocó la contra que condujo el argentino,
vio el desmarque en la otra punta de la banda de Lino, le cedió el balón, y el
brasileño, de disparo cruzado como mandan los cánones, batió sin remedio
posible al guardameta bermellón. 1-0, minuto 25 del juego, y todo iba ya
sobre rodado.
Llorente, Pableras, lo intentaron
de lejos también, pero sus remates apenas crearon peligro, así que, sin mucha
más historia, a la ducha, a la ducha, a la ducha Campeón.
La segunda parte fue bastante más
tediosa aún, aunque mantenía la tensión el que el Atleti era incapaz de poner
la sentencia final en el marcador, por un lado, y que el Mallorca, aún sin
profundidad, iba rumiando sobre el terreno de juego cada más con el balón en su
poder. A los 10 minutos de este segundo periodo, Koke probó fortuna pero su remate iba
tan extremadamente colocado que no dio fuerza alguna al mismo, atajando
cómodamente el balón Greif.
Lo más incisivo que hicieron los
ensaimadas fue un centro chut de estos que se van envenenando y que finalmente
repelió el larguero. Y ya en las postrimerías del encuentro, una gran falta que
lanza Riquelme y que repele el larguero, y después la delicatessen final de Don
Antoine, en una contra en la que se desmarca y ni siquiera controla el balón,
sino que, al primer toque, y con un ejercicio de técnica no depurada, sino excelsa, diría yo,
bate la portería ensaimadera con un “tac” picadito del balón sencillamente
delicioso, sublime, solo para elegidos, Diosito Grizzi, y nadie más. En
definitiva, partido trabajado, bien elaborado, mejor ejecutado, sin florituras
ni perfumitos extraños, y que nos deja con las pilas bien puestas para lo que
nos espera, así que, sí: estamos preparados para el Rock and Roll.
Árbitro: García Verdura.
Sin molestar en exceso.
EL CRACK DEL PARTIDO:
El clan Simeone. Don Diego Pablo,
por sus 500 partidos, que no son moco de pavo (a por otros 500), y Don
Giuliano, porque está empezando a escribir su historia con nosotros, sí, pero
tiene una pinta estupenda. Chaval generoso, lo da todo, contagia a todos, nos
representa como nadie, noble como él solo, y cada día, ampliando su repertorio
futbolístico más y más. Dos tipos muy de los nuestros. Soldados de Simeone.
LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:
No se me ocurre nadie para poblar hoy esta sección, la
verdad. No brillamos en exceso, pero nos sobró personalidad para manejar el
partido.
TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (0 GRADOS).
No se toca, partido claramente de obligado cumplimiento. Y
no quiero oír ni chistar al respecto, ¿Estamos?
Y mañana ya, empezamos la
semana castiza por excelencia, con nuestro duelo a muerte frente al Getafe de
Bordalás, partido que se disputa a la vergonzante hora de las 21,30 h., en
Febrero, con un frío polar y que a saber a qué hora saldremos al final del
Metrosiberiano. Pero la Copa es mucha Copa, y no podemos de dar ahora la
espalda al equipo, Se lo merecen, nos lo merecemos … “Forza Atleti, todo el Fondo
cantará, te queremos, te adoramos, junto a ti, hasta morir” …
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