Vamos a comenzar la ceremonia de los premios Poya 2025, esta vez, encima,
coincidiendo con un nuevo derbi, encuentros los cuales, como bien saben, son un
manto de paz, de tranquilidad, de no meter presión a nadie, de apenas sacar
declaraciones altisonantes o comunicados que se piensan son amenazantes, y
demás. Todo como una balsa de aceite clandestino. Al ataque, pues:
- Premio Poya a la mejor
Película: “La guerra de los Mundos”.
El mundo de los que nunca
encuentran la felicidad plena, a pesar de su supuesto poderío, frente al mundo
real, de los que sabemos disfrutar de la vida, saboreando cada encuentro como
si fuese el último. Los primeros, hay que reconocerles, reinan en el Caos (en
cuanto la segunda parte se atolondró, por momentos, nos pasaron por encima).
Nosotros, lo hacemos dentro del orden, de la solidaridad, teniendo como
principal arma el concepto de equipo, en su máxima expresión (primera parte del
Atleti, tácticamente, yo diría que impoluta, salvo ese dichoso último pase,
último regate o último desmarque que a veces no sabemos realizar). En
definitiva, y como bien saben, unos lo tienen todo, nosotros, lo que les falta.
- Premio Poya al mejor
director, Don Diego Pablo Simeone, por … “El sueño Eterno”.
Puede que de vez en cuando no
entienda los cambios que realiza (este sábado flipé cantidad cuando sustituyo a
De Paul y a Julián Álvarez, respectivamente, carallo, que no hay partido entre
semana, y estaban siendo los 2 mejores, y con diferencia), quizás nuestro
Atleti, en determinadas circunstancias, muestre una timidez para dar ese pasito
final y conseguir aún logros más altos, como bien pudo conseguir el sábado. Por el contrario, igual el problema es que nos creamos
más que lo que somos realmente (deportivamente hablando) pero todo eso es
debido a su trabajo, a su rebeldía, a su forma de entender al Atleti, a su manera de defenderle a capa y espada y, francamente, da gusto disfrutar del status
social en el cual se anda acomodando actualmente nuestro equipo, que no es otro que
ser partícipe de encontrarse entre la élite nacional e internacional, como así
demuestran sus datos. A poca gente extraña que el actual Campeón de la Copa de
Europa lleve ya casi 3 años sin mojarnos la oreja (y bien escocidos que andan).
Así que, sin exigir nada (porque los Atléticos de verdad lo único que pedimos
es que se luche hasta el final de nuestras fuerzas por todo, y contra todo), pero ahora mismo,
a 10 de Febrero, estamos con posibilidades reales de soñar hasta el infinito, y más alla, por todo lo cual,
pase lo que pase al final (que esto es un deporte, recuerden, aunque algunos indeseables lo quieran convertir en su cortijo particular), que no decaiga nunca nuestro “sueño eterno”, porque
eso nos mantiene vivos, alerta y con ganas de seguir siguiendo. Reitero: pase
lo que pase al final.
- Premio Poya a la mejor
actriz, Ceballos, por "La carnicera desdentada”.
Hay tipos de jugadoras que, como
su aportación futbolística es prácticamente nula, deportivamente hablando,
sobre un terreno de juego, pues necesitan destacar en otras vicisitudes,
demostrando que son más que nadie, que quieren al Club más que ningún otro y
que se autoafirman en su convencimiento golpeándose con el puño el pecho salvajemente si es
menester. Este es un claro ejemplo de lo que sería este tipejo, comportamiento
muy común de todos estos “mi arma” que suele haber por ahí abajo, por otro lado. Tienes “suerte” de que
deambules en el equipo que hoy lo haces actualmente, porque terminarás
volviendo a tu antro original, y ahí, amigo, no te valdrá de nada ni tu
supuesto status, ni tus golpecitos en el pecho. La entrada que hizo sobre
Barrios está cargada de malicia, falta de respeto por un compañero (aunque se
trate de un rival) y cobardía, por hacerla en su “estercolera”, donde se siente más protegida ella. Valiente
carnicera maloliente andas hecha, si …
- Premio Poya mejor actor,
Don Jan Oblak, por “El Muro impenetrable”.
Salvo el tanto encajado, en el
que nada pudo hacer, de nuevo tuvo una actuación sobresaliente, como habitúa,
vamos. Ni en los peores momentos pierde la calma, ni cuando anda rodeado de "Charlies" bombardeándole por todas partes, su mayor virtud siempre es convertir
lo difícil en fácil. Tras un primer tiempo en el que fue un espectador más, en
el segundo, sin embargo, curreló lo suyo, enseñándonos sus características esenciales, con sobriedad, saber
estar y seguridad, manteniendo al equipo vivito y coleando. La vida no pasa por
este hombre, está claro.
- Premio Poya al actor de
reparto: Pablo Barrios, por “JASP” (joven, aunque sobradamente preparado).
Me gustó mucho el derbi que hizo
Pableras el pasado sábado, jugando con personalidad, de menos a más, sin
esconderse y cada vez más suelto y decidido, tanto en acciones ofensivas como
defensivas. Era un partido de altos vuelos, pero, esta vez sí, Pableras
respondió acorde con lo que todos vamos esperando de él. Tiene talento, tiene
trabajo, tiene humildad, tiene clase, e, inclusive, tiene más gol que con los
que nos suele obsequiar habitualmente (que es nada en dicho aspecto, todo sea
dicho de paso). Va por la senda del triunfo. No desmayes, por favor.
- Premio Poya mejor actor
revelación. Giuliano Simeone, por “Hijos de la revolución”.
No fue su mejor partido. Imagino
que le pudo un poco la presión de ser el encuentro que era y en el escenario
que se disputaba. Falló un gol cantado, tras virtuosa asistencia de Julián
Álvarez, no profundizó como suele, no fue ese puñal directo al corazón como
hizo por ejemplo el miércoles pasado frente al Getafe, pero da igual, porque
gracias a sus actuaciones anteriores estelares, cuando el equipo andaba más
perdido que Cerezo pidiendo una horchata por Valencia, se convirtió en el
auténtico Comandante en Jefe de la Revolución, gracias a su entusiasmo
que contagia y entusiasma por igual, a sus goles, a su lucha infatigable, a no dar un balón por
perdido, ni desechar esa carrera que muchos otros no se pegarían, ni desdeñar
ni una sola gota de su sangre y de su sudor en post de llevar a la Rojiblanca a
lo más alto que su corazón y su mente le de atender. Aparte, la experiencia de
haber disputado ya el primero de este tipo de encuentro de máxima rivalidad, ya no se la quita ni Dios, así que,
a seguir siguiendo, Hermano.
- Premio Poya mejor actriz
revelación, Mahatma Binicius, por, “La mascota invisible”.
Pues apenas padecimos a nuestro
nuevo mártir de la sociedad, la verdad. Es ver a Llorente delante, y Mohatma se
retira automáticamente de la banda para irse a meditar budismo por otras zonas del
terreno de juego. No montó ningún show extraño ni realizó sus características
monerías, con lo que nos gustan y las disfrutamos todos. ¿Se estará volviendo
un ser humano normal, o puede que la divinidad de su llegada a este mundo le
haga estar en otra dimensión sideral, muy por encima de nuestra propia
condición? Veremos a ver qué dice Netflix de todo esto.
- Premio Poya dirección
novel, Julián Álvarez por “La hora de la Araña”.
Ya lleva los mismos goles que en
su primera temporada en el City, y, aunque solo sea por ver cómo le clavó el
Panenkita al “Pequeño Canguro”, en pleno santuario, y encima, teniendo detrás
el fondo del “pegote blanco”, ya ha merecido la pena todo. Orgásmico a más no
poder.
- Premio Poya mejor guión
original, a Ancelotti por “Cuatro chicles para Carletto”.
Al bueno de Ancelotti solo le
faltó el bastón y el sombrero de copa que portaba Charlot para realizar alguno
de sus más famosos sketch en la banda. Todo gestitos él, todo teatralidad,
rozando el histrionismo, mientras rumia botes y botes de chicles sin cesar, los
cuales engulle con la misma facilidad que mi Hermano Tete devora botellines en
cualquier previa que se precie. Tenga cuidado no se nos vaya a atragantar, buen
hombre. Con lo buena persona que dice ser …
- Premio Poya mejor guión
adaptado, a el Derbi, por “Tiempo de ira”.
El derbi ha pasado de disputarse
en la grada a hastiarnos en los medios de incomunicación. El derbi ha pasado de
quedar en Plaza de Castilla y bajar todo el mundo con un corteo espectacular
con unos cascos rojos puestos, a obligarte a descalzarte y todo para poder
entrar en la pocilga. El derbi ha pasado de ser devoción a crear agotamiento (especialmente mental) ante todas las falacias interesadas que se cuentan. El
derbi ya no implica nobleza, sino vileza. El derbi es manipulación,
tergiversación de todo, en beneficio del de siempre. No quieren que haya un
derbi competido, quieren una rivalidad sumisa y a la carta. El derbi ha pasado
de volverme loco, de ser mi partido del año, del siglo, del Universo, de vivir
tal jornada desde primera hora de la mañana hasta la última, a producirme entre
pereza, indiferencia y saturación general. Los derbis, hoy en día, solo me
producen ira.
- Premio Poya mejor música
original: al Termómetro Rojiblanco, por “Obligado a matar”.
Pero no lo hicimos. El Termómetro
valora el punto conseguido, si, pero no le resulta suficiente, vista la
debilidad defensiva del rival. El Termómetro quiere más, y piensa que se ha
perdido una gran oportunidad de machacar a las plañideras vikingas tal y como se merecen que le
hagamos. El Termómetro, por lo tanto, no se mueve, y considera e empate de
obligado cumplimiento, por lo que, permanece con la temperatura de 0 grados. El
invierno no nos termina de dejar.
- Premio Poya mejor canción
Thouameni, por …”No me pises, que llevo chanclas”.
Y si lo haces, atente a las consecuencias, querido. Y conste que para mi no es penalti ni en broma, por si las dudas. Pero quién abrió este melón fueron ellos mismos con un penalti por pisotón a Mohatma en Anoeta, en otra acción completamente intrascendente, y es que, en esta vida sobran balbuceadoras, y faltan personas hechas y derechas de verdad, al igual que entidades, que sepan asumir con naturalidad que, lo que es para uno, implica que debe de ser para todos. No hay un reglamento aplicable al Real Madrid, por un lado, y al resto, por otro. Y si lo hay, no debería de existir.
- Premio Poya mejor
fotografía. Cholo Simeone, de nuevo, por … “El Hombre de Negro”.
Y miren que hay gente que no se
cansa de hacer el ridículo, ¿Qué no? Hay que adorarles, vanagloriarles, reírles
sus gracias, entender sus enfados, comprender sus plegarias, todos comportamientos indignos en un
Club con uno de los presupuestos más grandes del mundo, y, aún así, si todo eso
no es suficiente, hay que también, cuando entres en su Santuario, decirte cómo
puedes o no debes de llevar la chaqueta. Está muy claro que le temen, es el
enemigo público número 1 para el mundo cervatil, y cualquier cosa, cualquier
gilipollez, vale para malmeter e intoxicar. Ahora que si es que entra al campo
poniéndoles los cuernos y tal … Si es que saltan a la vista, hombre. Saltan a
la vista.
- Premio Poya montaje a Soto
Grande, por “El rostro impenetrable”.
Había tanto ruido previo con
respecto a este partidito, montado especialmente por su equipo favorito, y
curiosamente, en contra de sus propios vasallos al servicio (incluido él
mismo), que no tuvo más remedio que hacer caso al VAR y pitar penalti cuando no
había visto nada en realidad, ni puñetera ganas que tenía de señalarlo, por cierto. En
cuanto al tema Ceballos, si le saca la roja tampoco hubiese importado nada,
dicho lo cual, esta vez le tocó pasar un tanto por el aro ante tanta
expectación mediática creada y realizar un arbitraje medio decente.
- Premio Poya mejor película
Animación. El VAR, por “Disparate Nacional”.
Es curioso que algo que se creó
inicialmente para destapar cosas y robos flagrantes, se haya convertido en la
actualidad en el juguete favorito de 4 chalados sin fronteras que hacen y
deshacen a su antojo sin el más mínimo pudor. Goles anulados por fueras de
juego a través de líneas inimaginables (cuando el espíritu original de la regla
opinaba precisamente todo lo contrario, si un delantero anda en línea con el
defensor, se daba el gol en beneficio del espectáculo), manos grotescas
cuando los propios jugadores ni siquiera tienen intención de jugar nada con
ellas, pisotones o choques en acciones posteriores o anteriores a una jugada,
sin mayor trascendencia alguna, futbolistas desquiciados que ya se dedican más
a buscar o exagerar caídas, agresiones y demás, que a jugar a este lindo
deporte, confusión, caos, auténtica imagen tercermundista es la que andamos
dando con este peligroso juguete en manos de insensatos que apenas han jugado
al fútbol. He sido defensor a ultranza del VAR como herramienta para errores
fatales y trascendentales, pero no para ser utilizada como otro arbitraje
paralelo al que ya hay en el campo. En la grada, ya no puedo celebrar un tanto
a gusto porque ando más pendiente del colegiado que otra cosa, no se utiliza
ningún criterio uniforme ni igual según sean los equipos o los rivales que
disputen dicho encuentro, es un auténtico desaguisado sin guía ni control. Una
simple ruleta rusa: hoy te toca a ti, mañana a mi, pasado, Dios dirá …
- Premio Poya mejor película
decorado. Al Santiago Cuernabeu, por “El Microondas Metálico”.
O lata inmensa de sardinas, o el Mercadona Florintona, o Hipercor, o la Estrella de la Muerte … Parece cualquier cosa menos un estadio de fútbol de
verdad. Es sencillamente horripilante, qué cosa más absurda, impersonal y
patética de campo, madre …
- Premio Poya película
Europea. A Diosito Antoine, por “El paseante Errante”.
Le voy a pedir que me cuente bien
cómo era el Cuernabéu por dentro, visto que tomó nota de todo tipo de lujo de
detalles de la transformación del mismo, porque lo que es jugar al fútbol,
tela, telita, tela. Y ni siquiera fue sustituido, que manda bemoles el
asunto, vamos … En fin.
- Premio Poya
iberoamericana. A
De Paul, por “El Motor de nuestras vidas”.
Otro nuevo partidazo sublime de Rodrigo, y van ... No le importa el escenario,
no reniega sacrificio alguno, aparece por todos lados, y, por momentos, juega a
otra cosa que el resto del Universo. Ahora sí que ya me creo de pies puntillas
que este tipo haya sido el Motor de la Selección Campeona del Mundo. Y, con
total merecimiento, añado …
Nada más. El sábado, a por el Vigol, que viene de hacer una remontada
guapísima frente al Betis, y con toda la semana para preparar bien el partido (no como las plañideras de Concha Espina … ji ji) … “La prensa no me ha tratado bien, y no son quién para exigir
derechos” …
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