24 de octubre de 2022

Betis 1 - Atleti 2. Del tedio a la pasión.

Nueva visita a Heliópolis, con el  resultado que solemos acostumbrar en la visita a ese imponente estadio, nuestra victoria. Lo que está claro es que al beticismo la conquista de nuestra ansiada Copa del Rey el año pasado le ha venido como anillo al dedo (para que luego digan que es un torneo menor ...¡ja!). Han dejado de tener que agachar la cabeza abajo cuando se cruzaban con el vecino por la calle, y ahora pueden pasear altanos y orgullosos de lo que su equipo anda consiguiendo y representando. Y en medio de este ambiente espectacular y con un buen número de seguidores colchoneros en la grada (de padres a Hijos, y nunca mejor dicho, Don Pablo dedicated), dio comenzó un encuentro en el que se prometía un excelso partidazo para los Segurolas de turno, y que tuvo un primer tiempo soporífero donde los haya (ojito, por parte de los dos equipos, que siempre los palos nos los llevamos los mismos, el señor Pontífice Máximo de Pellegrini vaya usted a saber qué partido estuvo viendo).

 

Fue tan tedioso el tema que me recordó a mi época de cuando hice la mili, en la que nos ponían las clases teóricas a las cuatro de la tarde, tras levantarte previamente a las siete de la mañana, habiendo realizado durante la jornada tu buena ración de instrucción regada con otra buena dosis de preparación física (barrigazo va, panzazo viene, en el mayor de los casos) . Entre el cansancio, la hora en cuestión, y el apasionamiento de los contenidos que nos impartían, costaba sangre, sudor y lágrimas mantenerse despierto. De hecho, mi táctica para intentar no dar cabezazos de aquí para allá, era mantener mis dos manos pellizcando constantemente los dedos,  porque como te viese el sargento chusquero de turno haciendo el más mínimo esbozo ya no de cabezada, sino de bostezo siquiera, la receta del arresto estaba garantizada. Y si uno ya tenía sueño de por sí, como la noche anterior hubiese tenido un apasionante plantón (que consistía en una de las mayores aventuras jamás soñadas en forma de vigilancia al aire libre en ese gélido invierno de Colmenar Viejo de 4 coches andrajosos que había en un puto hangar, a dos horitas y buen pico la ración de plantoncito que nos salía, oiga, me las quitan de las manos) el tema de mantenerse despierto se convertía en todo un ejercicio de supervivencia.

 

Y menos mal que soy de los pocos españoles de bien que quedan que hizo el glorioso servicio militar, porque si no a ver qué cojones les contaba yo para rellenar este infame primer tiempo (para que luego digan que no sirve de nada, mucha mili os daba yo a todos).

 

Con este interesante relato doy por finalizada la primera parte. La segunda parte fue otra cosa (afortunadamente, vive Dios). El Atleti salió bastante más decidido a por la victoria, pero los béticos fueron los que se adelantaron en el marcador, gracias un tanto de Luiz Henrique (el auténtico hijo de Amunike, comprobando su color de piel) en el que partió el Caifás Borja Iglesias en claro fuera de juego, y que contó con la infame colaboración de un control de Reinildo, más digno de Forrest Gump con sus piernas llenas de hierros ortopédicos que del pedazo de defensor que es. Esto sirvió para histerizar hasta límites insospechado a la afición local, que empezó a ver escándalos a diestro y siniestro en cualquier actuación defensiva nuestra (muy típico comportamiento por esas tierras de la España profunda, la verdad).

 

El Atleti contestó con una clarísima ocasión de Angelito Correa, cuyo zapatazo desde dentro del área desvió Víctor Ruiz tirándose de forma brillante para taponar el remate a bocajarro de nuestro Angelete. Y en ese córner llegó el gol Olímpio de Diosito Grizzi. Lo lanzó cerrado, lo tiró con toda la intención, Saúl intentó peinar sin éxito, y, a su vez, pilló a toda la defensa y el portero local jugando su partidita de dominó de las cinco de la tarde, así que, afortunado o no, el chicharro entró, y es lo único que cuenta.

 

A partir de ese instante el Atleti tuvo sus buenos minutos para sentenciar el encuentro. Kondogbia me sigue recordando a mi en esas discotecas de mis años mozos intentando ligotear con la rubia, con la morena o con la pelirroja de turno, para acabar siempre en la barra del bar realizando el tan cacareado levantamiento de vidrio en barra fija. Él es igual, algún día alguno de sus disparos logrará que vaya, al menos, entre los 3 palos. Que no le pido más, oigan. Les juro que no.

 

Y llegó el segundo tanto, en una jugada diabólicamente maravillosa trenzada entre Correa, Cunha, que sustituyó al puching-ball  favorito de cualquier defensa contraria que se precie denominado Morata, y el propio Diosito Grizzi, cuyo sutil remate se coló entre las piernas de Rui Silva (que tuvo un día sencillamente para olvidar). Me da que a mi este año Diosito va a ser nuestro Pastor, nada nos falta (y yo con estos pelos, madre).

 

Pero faltando un cuarto de hora, Don Diego Pablo sigue erre que erre con su tabla de Excel en mano, repartiendo minutos sin demasiado control ni sentido en relación con lo que anda ocurriendo en el terreno de juego, quita del escenario a Diosito y a Correa, y entra en su lugar Carrasca y el señorito Joao Félix, y el resultado es el que es, inoperancia del uno, paseíto infame por la tarde sevillana del otro, y el Betis, como cualquier otro rival más que se precie, nos embotella hasta el límite de lo posible e imposible.

 

Salió al terreno de juego ese genio díscolo de la lámpara denominado Fekir, para colmo de males, y cambió al equipo local la cara por completo. Fue una pesadilla constante, en el borde del área, hace con el balón lo que le da la gana, por muy rodeado de contrarios que se encuentre (¿Y a quién me recordará, Dios mío, Ayyy, Turán,  Turán), y este último cuarto de hora final, no tuvimos forma humana de poder frenarle. En el 81, Juan Cruz la tuvo bien clara. Un minuto después, KingKongdogbia se enreda en su mundo con el balón, y se produce una falta de Giménez sobre Fekir al borde del área. Y como resulta que sí que hay equipos que sí que tienen especialistas para aprovechar esas jugadas que suelen ser de oro a balón parado, pues el propio Fekir clavó un zapatazo imponente en la portería extrañamente defendida por Oblak, que se come un poquito el balón porque no tuvo claro dónde situarse en ningún instante para defenderlo (probablemente bien colocado tampoco la hubiese atajado, las cosas como son).

 

EL Betis enfureció, y en el 89, no empató, pues porque no empató. Fantástico centro en banda de Ruibal y Alex Moreno, más solo que un vikingo sin comer pipas en la grada del Cuerna, cabeceó al larguero. ¿Dónde andaban De Paul, Nahuel Molina and company? Vayan ustedes a saber.

 

En el 91, y ya con el Betis completamente volcado sobre nuestra portería, tuvimos de nuevo nuestra gran ocasión de volver a sentenciar el encuentro (porque el Atleti es de los pocos equipos que necesitan sentenciar los partidos varias veces, no suele valer con una sola) pero la asistencia de De Paul sobre nuestro díscolo portugués, rematando éste a placer frente a la salida de Rui Silva, fue desbaratada por este último en su única acción ayer en la que demostró ser un auténtico portero de élite de verdad. Y colorín colorado, nueva victoria fuera de casa que nos hemos llevado. Quién nos iba a decir que el partido iba a haber acabado de esta forma, tras el sopor inicial. Del tedio, a la pasión.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

No es nuestro jugador favorito, pero es lo mejor que tenemos hoy en día (y con mucha diferencia). No metió dos goles imperiales que digamos, pero el uno no deja de ser Olímpico, y el otro, vino tras un ataque de seda pura por parte rojiblanca. Seguramente sea el que más corre de todos siempre junto a Koke. Ahora mismo, es de los que más personalidad tiene en el campo (aunque fuera haya dejado mucho que desear la susodicha en épocas pasadas) y se echa al equipo encima y lo maneja con sabiduría y saber hacer. Es nuestro clavo ardiendo. Ayyy, Diosito, Diosito de mis entretelas …

 

 

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Cuando al Cholo saca su Excel y le da por repartir minutos por decreto ley. Una vez más, los cambios nos sentaron espantosamente mal. El de Cunha por Don Álvaro, vale, porque el Puching-Ball andaba en su mundo enfurruñado por la cantidad de estopa que recibe. Pero las entradas del díscolo portugués y nuestra Carrasca produjeron el intratable ardor de estómago habitual después de un buen fin de semana de farra. Y la salida del campo de nuestro siempre sobrio y eficaz Saúl por el fiestukis del De Paul, tres cuartas. Pero nada, como hay que hacer los dichosos 5 cambios sí o también … En fin.

 

ÁRBITRO:

Gil Manzano. Le  temía más que a un nublao, pero el hombre esta vez se debió de tomar a tiempo su pastillica y no hizo excesivas tropelías como habitúa. Bien por ese Doctor.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 1 GRADO).

Ganar a un Betis, que encima es nuestro rival fetiche junto con el Getafe, y al que para colmo le faltaban sus dos máximas figuras (elevado a su máxima expresión este término cuando hablamos especialmente del Señor Fekir), pues qué quieren que les diga … De Obligado cumplimiento tocan, así que, el Termómetro se queda como está. Así pueden desfogarse bien a gusto de este paliducho lunes lunero que hace contra mi persona. Tranquis. Tengo las espaldas anchas.

 

Y el miércoles, a dar el paso definitivo para nuestra brillante clasificación en la edición del presente año en la Europa League …”Diré bien alto, tuve la suerte, fui colchonero, hasta la muerte”

 

19 de octubre de 2022

Atleti 1 - Rayo 1. La misma historia de siempre.

Sinceramente, me empieza dar un poco de pereza escribiros siempre lo mismo. Voy a conseguir aburriros a los cuatro gatos que me seguís, pero es que ya no se me ocurren muchas más formas de darle la vuelta a la tortilla sin que parezca siempre al final lo mismo: una tortilla (preferiblemente sin cebolla, aunque si la lleva, jamás la haré ascos tampoco).

 

De primeras, muy buena parte del Atlético, que no pasó apuros apenas, dominó con más o menos insistencia, sí, pero sin pasar apenas complicaciones, a los 20 minutos se adelantó en el marcador, fruto de esa ambición, de ese querer presionar arriba, de ese tener las líneas adelantadas, de esas ganas de Diosito Grizzi, y del oportunismo del, os guste o no, único delantero que tiene gol de verdad, junto con Correa, de este equipo, que es Don Álvaro.

 

Después, vino la enésima lesión de Lemar (que tampoco es ya noticia alguna) y salió Carrasco, que se ha convertido esta temporada en el ser detestable que tanto me indicaba mi Hermano Don Rubio antaño: “la Carrasca”. Su partido de ayer, sencillamente incalificable.

 

Por cierto, hoy ando generoso: pago un mini de cerveza al que recuerde un disparo entre los tres palos al bueno de Kondogbia (que a mi me gusta un montón, ojo, pero lo de sus chuts a “portería”, que será en realidad a la de la puerta de su chabolo, imagino) es digno de estudio. Fenómeno paranormal donde los haya.

 

Segunda parte, y ya la historia de siempre. El equipo recula y recula sin cesar. Es imposible salir a la contra, porque no hay nadie en punta que pueda recoger algún balón para poder construirla, las pocas que tenemos, las desaprovechamos (especialmente empieza a ser preocupante lo de Cunha, que cada día que pasa tiene menos gol). Los cambios del Cholo son desastrosos (porque desastrosa fue la salida de Witsel del centro del campo), el rival se crece, sale un Camello que realizó una segunda parte estupenda, los nervios empiezan a florecer, los árbitros escudriñan todo lo que pueden y más por sumarse a la puta fiesta, y al final, una mano de Giménez que de toda la puta vida ha sido involuntaria, se transforma en un penalti en el minuto 90, y empate que te crio.

 

Me aburre ya todo este asunto. El Atleti recuerda que sabe atacar en ya los minutos de prolongación, le hacen un penalti clamoroso que no vamos a ver repetido en ningún lado ni, por supuesto, el VAR mandó revisar, no sea que, sobre Reinildo … Y ya está. Volvemos a la dejadez, a la  tontería esta del “unocerismo” mal enfocada, a la desesperación, a los cabreos, y a llegar casi a la 1 de la madrugada después de un interminable viaje de vuelta, que creo recordar que me resultó más corto el que hice con mi Hermano Portu en furgo desde Ferrol, años ha, que el que realicé ayer con el Sr. Marqués del Lucero (muchas gracias de todas formas, Hermano) and company. ¿Y qué queréis que os diga? Pues eso. La historia de siempre.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Diosito Grizzi, por supuesto. Más no se le puede pedir al pibe. Y ya de fobias y filias hablamos otro día.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

La señorita Carrasca, como siga en este plan, que se vuelva a China, a Sebastopol o a Leningrado, me la suda cantidad. Aire de aquí.

 

ÁRBITRO:

Iglesias Villanueva. En la línea asquerosa y miserable que nos está tocando padecer esta, me da que, interminable temporada. Todo correcto. Buen trabajo, si señor.

 

 

EL RINCÓN DE DÓN ÁLVARO

 

MAL NECESARIO

CHICHARRITOS A GO-GÓ

COMPETICIÓN QUE DIGNIFICAMOS

Cádiz

1

Trofero Carranza

Getafe

2

Teba's Party

Paleto-Real

0

Teba's Party

Bualensia

0

Teba's Party

Cabestros

1

Teba's Party

Canasteros

0

Unión Europea para Fastidiar al ATM

Portugueses

0

Teba's Party

Aparcacoches Desdentaos

1

Teba's Party

Trabajadores anónimos

1

Teba's Party

 

Total chicharritos: 6

 

 

 

 

 

 

Sigo diciendo que esta apuesta la gano. E imploro, suplico y necesito que le deje el Sr. Simeone le deje jugar un puto partido entero de una santa vez. Me parece muy bien que lo cambie cuando no consigue batir la portería y se le ve como a un patán descerebrado por el campo, pero quitar a un nueve cuando moja, es un pecado mortal. Esta gente vive de momentos, de sensaciones y de rachas, y sustituirle cuando tiene la vena encendida es perder tiempo, dinero y categoría, cojones ya.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (0 GRADOS).

 

Poco dura la alegría en casa del pobre, macho. Por supuesto, bajada de dos grados, y al que no le guste, se suba y pedalee, hombre. Que tenía que bajar 15, lo menos. ¡Ni una sola palabra quiero oír! ¡Ni una sola!

 

No quiero despedir esta full de cronicucha del orto con algo que sucedió ayer en el sector que ocupo en el campo del Metropolitano con un Hermano mío. Vamos a ver, otra cosa no, pero llevo casi 48 años yendo al fútbol al Calderón, al puto Páramo éste, y bastantes campos de España y algún que otro europeo por ahí, y ayer lo que me tocó vivir fue algo sin precedentes en mi ya longeva experiencia como bufandero descerebrado que bien soy y represento.

 

En mis inicios del Calderón, cuando iba con mi mamá de la mano, empecé a darme cuenta de los compañeros de grada que tuve en aquella época. Una gente adorable, super Atlética, maravillosa, que, en aquellos tiempos de cemento lleno de aluminosis, nos guardábamos los sitios los unos a los otros, bufandas extendidas sobre los asientos, y que cada uno vivíamos el rollo este del fútbol como Dios nos ha dado a entender, con nuestro carácter, nuestra forma de ser, nuestras manías, y nuestra particular idiosincrasia. Recuerdo, por ejemplo, al ínclito Mariano, “el de la rodilla” (le llamábamos así porque tenía una extraña postura a la hora de ver los encuentros, siempre sujetándose una rodilla con las dos manos y manteniéndola en vilo, la leche, la Toñi). Recuerdo que este hombre siempre iba con sus dos hijos (creo que venían o de un pueblo de Toledo o de uno de Cuenca, daba igual, no fallaban nunca), que llevaban unos banderones del Atleti con el escudo bordado y con los palos de aluminio (¿se imaginan ahora?) sencillamente esplendorosos, imperiales, relucientes, la envidia del Calderón. Bien. Este hombre era muy nervioso de por sí, y vivía a nuestro Atleti a su manera, con una especial inquina hacia mi adorable Landáburu, que le ponía enfermo, no lo podía evitar. “¡Qué malo eres, Landáburu!”. “¡No te tienes que morir nunca, te tenemos que matar!”. “¡Verte jugar al fútbol es perder tiempo, dinero y categoría!” Y así un partido, y otro, y otro. Daba igual. Nos reíamos mucho con él, y era un Atlético único y genuino. Un pura sangre Atlético.

 

También, por otro lado, había una pareja de viejetes entrañables, que mi madre y yo les conocíamos por el “gafas negras y su mujer”. Éstos, a los cuales queríamos y nos querían con locura, eran con los que más me explotaba de la risa. ¿Qué el Atleti perdía 0-5? Culpa del Sr. Plaza. ¿Qué el Atleti fallaba un penalti? Culpa del Sr. Plaza. ¿Qué ese día llovía, hacía un calor infernal o el partido era un coñazo sumun? Culpa del Sr. Plaza. ¿Qué nos robaban miserablemente encuentro sí, partido también? Culpa del Sr. Plaza (y aquí sí que tenían razón de verdad).

 

Teníamos más gente por ahí. El “Sin voz” (el Padrino surruraba allá en el fondo), el “Cotorruelo” (este vociferaba de tal forma que cada vez que alzaba la voz, parecía un huracán que había venido de más allá de Miami, volaban hasta las gorras que llevábamos puestas o las viseras de cartón), el “Mexicano” (con su inefable bigote a lo Pancho Villa), el “de la bota” (un hombre afable y encantador de verdad, siempre con su bota de vino fresquita ofreciéndola al personal, especialmente en los goles del Atleti). ¡Qué queréis que os diga! Bajo mi punto de vista, los años más maravillosos de mi vida (y mira que con el Frente he disfrutado lo imaginable e inimaginable). En el fondo, todos nos entendíamos, todos nos respetábamos, todos amábamos al Atleti, y cada uno lo demostraba a su gusto y disfrute según su particular forma de ser.

 

 

 

Luego ya he tenido muchos más compañer@s de grada. Recuerdo en otra época ya más avanzada, una señora que me ponía enfermo porque, cada vez que perdíamos el balón, decía insistentemente una y otra vez …”¡ACHUCHA! ¡ACHUCHA! ¡ACHUCHA!”, indicándole a nuestros jugadores (David, Rafita, ¿os acordáis?). No pasaba nada, salía con la cabeza como un bombo, pero era su forma de vivir el partido, y punto. Se la respeta como a la que más.

 

Yo mismo, pues no suelo parar de animar y vociferar todo lo que puedo, aún a mis 54 palos ya cumplidos, porque sigo sin encontrar otra forma más válida para poder aguantar la puta presión y nervios que tengo cada vez que sigo viendo a este condenado equipo. Pero ni Dios nunca me ha dicho nada tampoco, más bien al contrario, tengo el respeto de mucha gente de los diferentes vecinos de grada que siempre me han “soportado estoicamente”.

 

Sin embargo, hete aquí que ayer, a mi hermano Ralph, que vive el fútbol tal y como vive la vida, porque, sencillamente, él es así: apasionado, visceral, descontrolado, pero super enamorado del Atleti, hubo un tipo, del cual, por cierto, ya recuerdo alguna que otra movida anterior cuando el rollo de la pandemia, (porque yo no llevaba el bozal puesto -lo siento, yo animo, oiga, no tengo por qué llevarlo, le contesté un día ante su mirada despectiva-, o porque alguno que otro había fumando a su lado, producto de la puta tensión que siempre provoca este equipo de nuestras entretelas), le espetó a que se sentara y dejara de “vociferar” porque “le estaban explotando los tímpanos”. Virgen del amor hermoso, y en lo que estamos convirtiendo este estadio. Me da un asco y una repugnancia todo esto, que es para pensárselo volver a entrar a este puto estercolero, pero de verdad.

 

Agradezco de todo corazón la respetuosa reacción de mi Hermano. Primero, y principal, porque su carácter le impide ser así muy raramente. Segundo, por el respeto que tenía al hijo del interfecto en cuestión, que nos miraba entre acojonado e incrédulo cuando le decíamos a su querido padre que no llevaba ninguna razón, que si no le gusta vivir una grada, que se vaya a un palco, y que, en todo caso, cuál es el decibelio máximo permitido o por permitir. Y tercero, por el respeto que me demostró personalmente, porque sabía que estaba en “mi zona”, y no quería causarme ningún perjuicio añadido al asunto, y se fue del asiento que ocupaba.

 

Por supuesto, la segunda parte nos fuimos a tomar por culo de allí (a un Hermano jamás se le deja solo, David y yo lo teníamos claro). Nada más decirte que puede que esa fuese “mi zona” actual, Señor Patriota, pero jamás serán “Mi Familia”, como cuando en aquellos tiempos de fútbol a las 16,30 un domingo cualquiera, iba con mi mamá de la mano al primer anfiteatro, fondo norte, córner, del Calderón. O como en mis viajes con el FA. Y es que, mal que nos pese, se sigue demostrando día a día que, cualquier tiempo pasado, fue mejor. Deseando volver a compartir grada contigo, Don Ralph “Somos los Ultras del Atleti, nadie nos puede parar”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

16 de octubre de 2022

Athletic 0 - Atleti 1. Solo hay un Atleti, y es el de Madrid.

Cómo me gusta ver un campo ayer como se encontraba San Mamés. Un auténtico hervidero hostil hacia nuestro equipo, y de apoyo total e incondicional al suyo. Ayer fue la segunda mejor entrada en la historia de ese precioso campo, por encima de todo el resto de equipos de la geografía española que han tenido como visitantes (incluidos los dos celestiales). Eso, en el fondo, es símbolo de respeto. Saben a quién se enfrentan, la dificultad de la batalla, y deciden tener bien prietas las filas, porque el combate no será sencillo. No les resultó, de hecho, y bien que me alegro de ello. Continuará.

 

Porque me da que al Atleti le han pasado un par de acontecimientos últimamente que nos va a servir (o que nos puede servir, mejor dicho) para asentarnos y caminar con paso firme y seguro en nuestro futuro devenir liguero. De primeras, me resulta fundamental que jueguen juntos nuestra pareja de centrales, Savic y Giménez. El equipo es otro, está más tranquilo sobre el terreno de juego, transmiten sobriedad, saber estar y confianza. Y esto, en un equipo que este año anda tan en pinzas en tantas y tantas cosas, vale su peso en oro, Hermanos. Por desgracia, no sé cuando volverá a romperse la cadena, así que, mientras tanto, caminemos con la mayor seguridad posible y construyamos sobre ello.

 

Otro factor clave ha sido la estabilidad definitiva conseguida con el fichaje de Diosito Grizzi (y yo me pregunto, ¿esto mismo no se pudo hacer este verano con la directiva del Barsapalancas? ¡Qué manera de desperdiciar 2 meses de Competición, de verdad! ¡Qué dejadez!). Esto implica que nuestro “hombre de Club” se puede quitar ya ese ridículo a la par que bufonesco disfraz y volver a convertirse en nuestro Don Diego Pablo Simeone  de siempre. Ya no está obligado, como se comprobó ayer, a sacar el organillo, el taburete y la cabra, una y otra vez, para tener que sacar en el minuto 60 a Diosito sí o también junto con 2 compinches para tener que meterlos como fuese, descompense lo que descomponga y desestabilice lo que igual hasta estaba funcionando y todo. Ahora puede ser un hombre más pausado y hacer los cambios cuando realmente le apetezcan y moviendo las fichas que él considere pertinente. Nos dará estabilidad mental y emocional.

 

Y todo esto, por no hablar del más que asentamiento total de Grizzi sobre el terreno de juego. Ya no tiene en media hora que demostrar todo. Ahora tiene hasta los 36 años para seguir demostrando lo que hizo ayer: ser nuestro líder, nuestro mejor y más inteligente jugador en el campo, y campar a sus anchas con la tranquilidad del saberse ya tranquilo, asentado y con la confianza total necesaria por parte de todo el mundo (incluida la afición, que cada vez somos más lo que vamos pasando de nuevo por su aro, en mi caso, al menos, no tengo remedio, ya perdonarán).

 

Así que con estos antecedentes resultó el encuentro. Disputado, muy entretenido, pero en el al menos durante 80 minutos de juego, el mismo se disputó bajo la orden y el mandato de nuestro Atleti, que estuvo estupendamente plantado en el campo, maravillosamente concentrado en defensa, y lanzando alguna que otra prodigiosa contra que acabó en tanto de mi protegido Don Álvaro, pero que un malnacido sin fronteras se emperró durante toda la noche en convertirse en su mejor marcador, ya que ni tanto Iñigo Martínez como Yeray lograron sujetarle de ninguna de las maneras ayer, salvo la infame cantidad de faltas que recibió y que el señor colegiado se hizo el sueco a la hora de señalizarlas. Mucho asquito dio el personajito éste ayer, ¿Eh? Pero mucho. Este árbitro no era sevillano. Era Biruta directamente. Hijo de su madre … El tanto anulado fue en el minuto nueve de juego.

 

¿Y qué fue de los Williams? Pues se los afeitó tal y como quiso nuestro Emperador Reinildo, que hizo uno de los encuentros más emocionantes que uno pueda recordar a cualquier defensa. El pobre Nico tendrá pesadillas ya con él durante el resto de su vida. Me le estoy imaginando esta noche llegando a casa, y dándose la vuelta antes de abrir la puerta para ver si le andaba siguiendo. Fijo que también al entrar en casa, encendió raudo y veloz la luz por si le estaba esperando vigilante en algún lado. Miró debajo del sofá, de la cama, se asomó a la  ducha acojonado, abrió la puerta de la nevera temiendo encontrarse con su angelical cara de nuevo, e, inclusive, durmió toda la noche del mismo lado, no fuese que al darse la vuelta y cambiar de posición le apareciese él de nuevo. Lo más cojonudo, es que en la segunda parte le sustituyó y puso a su hermano mayor en su banda para ver si él sí que podría con nuestro Emperador Mandava. Al final terminó yendo también a pasar la jornada a casa del Nico, ya que tampoco se atrevió a entrar en su propia casa. ¡Qué brutalidad de defensor, por Dios Santo!

 

 

 

Allá por el 35 de juego, sin embargo, Morata sufrió un durísimo golpe con Unai Simón, compañero de Selección y que tuvo que llamar alarmado a las asistencias médicas porque había quedado semi inconsciente nuestro jugador. Sin embargo, San Mamés entero, una vez más, demostró su señorío, saber estar y que son unos ejemplares únicos en su especie, y en un ejercicio de nobleza sin parangón, decidieron dar una atronadora ovación a Don Álvaro cuando vieron su pronta recuperación. Cuánto nos queda por aprender a otras aficiones racistas, asesinas y homófobas que hay por el resto de este país.

 

Con el empate caprichoso decidido por el Señor Figueroa Vázquez se llegó al descanso.

 

Nada más empezar la segunda parte llegó nuestro ansiado  gol, en una brillante combinación en la que Don Álvaro se desmarca hacia la línea de fondo, cede majestuosamente atrás viendo el desmarque de Grizzi, y Diosito, en un remate sutil, lleno de pose, de tranquilidad, y toneladas y toneladas de clase infinita, bate con Maestría al bueno del Simón. Golazo más que justo y mucho más que merecido.

 

A los 53 minutos la cosa se nos empezó a torcer tras un choque entre Berenguer y Oblak en el que nuestro guardameta acabó lesionado en su hombro. Le tuvo que sustituir Grbic. Yo estaba acojonado perdido, desde luego, con este cambio, y empecé a visualizar goles del Athletic por todos lados y de todas las formas posibles, pero el chaval estuvo sencillamente perfecto en los minutos que disputó, erigiéndose en amo y señor de todo el área y transmitiendo poderío y tranquilidad a sus compañeros. Espectacular. ¡Bravo por él!

 

Salió también mi admirado Don Raúl todo lo que haces lo haces bien García, y como era de esperar, el Athletic se volcó y empezó a generar bastante peligro. Añadan los esperpénticos minutos disputados por dos de nuestros cambios, Correa vs. Saúl (que vaya tela, madre) y la cosa se complicó, y de qué manera, contando, encima, el equipo local, con la inestimable colaboración del Biruta del árbitro, que el hombre se lio a sacarnos tarjetas a diestro y siniestro (¡inclusive a Oblak cuando se iba del terreno de juego corriendo, cuando se lesionó!), viendo manos y señalando penaltis absolutamente incomprensibles, añadiendo más de diez minutos al terreno de juego … El propio Raúl García tuvo el empate en un disparo a quemarropa, que atajó disfrazándose del mejor Oblak el gran Reinildo, poniendo el broche de oro a su entusiasmante encuentro, en el cual quedó claramente demostrado lo que, por otro lado, todo el mundo sabe al dedillo: Solo hay un Atleti, y es el de Madrid.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Pues hoy hay hostias para entrar aquí, señores. Excelentes minutos de Grbic, asumiendo a la perfección el rol de lo que necesita el equipo de él, gran trabajo de Don Álvaro, luchando contra todo y contra todos como un poseso, omnipresente Diosito Grizzi, hizo de todo, y todo lo hizo como los ángeles, nuestro pilar fundamental, pero me quedo con Reinildo, porque su exhibición defensiva ayer (¡sin cometer apenas faltas!) es digna solo de elegidos. Reconozco que es un defensa muy extraño. Él nunca suele ir a aguantar acompañando a su rival en carrera. Él lo tiene claro. Él ve un balón, y lo ataja. No se complica la vida un solo instante. Directo, y al esférico. Me va a costar olvidar su partido de ayer. Claro, que, a los Williams, ni os cuento …

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Parece ser que el niñato portugués se nos ha hecho pupa de tanto tirar los petos contra el suelo y con tanta rabia (especialmente escatológico fue verle cuando saltaron todos sus compañeros preocupados por la acción de Morata cuando quedo semi inconsciente en el suelo tras su choque con Unai Simón, y el nene, impasible, ni levanto siquiera una triste pestaña para mostrar algo de preocupación por su compañero, qué pasada de gente, macho, de verdad). También me alegro muchísimo de la milagrosa recuperación de una enfermedad tan dura y seria como un cáncer, como la que ha sufrido el padre del posturitas del De Paul. Siempre lo he dicho, la ciencia evoluciona a una velocidad de vértigo. Tanto como la caradura y la sinvergonzonería de otros.

 

ÁRBITRO: Figueroa Vázquez.

Un Biri anda suelto. Su marcaje sobre Don Álvaro fue fundamental. Nos cosió con 7 amarillas (por supuesto, ninguna al equipo local). Alargó o no los tiempos de cada parte según le interesaba para su macabra intención. Anula un gol a Morata en la que él, solo él y nadie más que él sabe lo que ve. Anda tan desesperado al final por ayudar al Athletic a conseguir el empate que se inventa una mano dentro de nuestro área a falta de 5 minutos por brutal balonazo que casi le arranca la cabeza al propio Reinildo. De verdad, hasta cuando tenemos que estar soportando esto. Se que hacemos muchas veces las cosas mal, pero oigan, otras al menos tenemos propósito de enmienda, y tener siempre que luchar contra tantos elementos externos, produce un desgaste físico y mental sencillamente desequilibrante. Porque hay que tener los cojones muy firmes para que Morata no fuese ayer expulsado, a pesar del ensañamiento personal que tuvo con él ese escombro intelectual, provocándole constantemente. O el propio Cholo, o cualquiera que sienta estos colores como suyos y propios como nosotros. Personalmente me enajena que este tipo de villanos campen a sus anchas y a su libre albedrío. Así que valoren bien la victoria de ayer, Hermanos míos. Valórenla, y mucho. Porque fue contra mucho contra lo que hubo que doblegar.

 

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 2 GRADOS).

¡La vida nos vuelve a sonreír, señores! ¡Ya en positivo! ¡El Termómetro se ha levantado magnánimo a la par que espléndido, y otorga 3 gradotes más, para uso, goce y disfrute del personal. Hay que seguir en positivo como sea, Señores. ¡Qué corra el Champlán!

 

Y martes, el Rayito. En teoría, hemos pasado un Tourmalet de la leche y estamos situados ahí, en donde a mi me mola estar, en plena pomada, pero sin hacer demasiado ruido tampoco. Ahora nos vienen rivales que deberían de ser más asequibles (que no más fáciles) pero para eso hay que seguir en la línea de ayer. Ya el día del Brujas se hizo todo para ganar y, aunque al final no se consiguió la ansiada victoria (es lo que tiene no hacer los deberes según te los van poniendo, evidentemente)  se vio al Atleti que a mi, al menos, me gusta contemplar. Ayer también se jugó un excelente partido de fútbol. La línea está trazada. No no separemos de la misma… “Marcharemos junto a ti, nunca solo tu estarás”

 

Quiero acabar esta crónica deseándole la mayor, mejor y más rápida de las recuperaciones posibles a nuestro Presidente de la Peña Atlética Rock and Roll Don Cristóbal. Su rebeldía y su corazón salvaje Atlético sé que podrá con todo, Don Cris, así que, mucho ánimo, y ¡Dale Campeón, Carajo!

 

 

 

 

 

 

 

 

10 de octubre de 2022

Atleti 2 - Girona 1. El día de las Peñas.

Antiguamente más conocido por el día de las “Penas”, porque no había forma humana de sacar ese partido adelante. Esta vez sí que se consiguió, frente a un rival incómodo y molesto donde los haya, y, para qué negarlo, pasando los apuros esperados, porque aquí ya sabemos todos que cualquier rival que venga más o menos nos domina, más o menos controla el juego y más o menos nos las termina haciendo pasar putas. El Atleti lleva ya demasiado tiempo cambiando de rivales, pero no cambiando de intenciones, sus partidos son un deja-vu constante y si hay que aburrir al personal hasta el límite de la extenuación, pues se le aburre, y fuera. Da igual el día que sea o lo que se celebre y demás. Lo importante es el resultado. Al menos, esta vez se consiguió.

 

Afortunadamente, el partido se nos puso pronto de cara, en una fantástica asistencia de Diosito Grizzi (que ahora que parece ser puede ya jugar todo el tiempo que quiera durante el transcurso del partido, vamos y lo cambiamos en el dichoso minuto 60, curiosamente, de juego, cuando antes era el minuto que le sacábamos, no tengo palabras), sobre Angelito Correa, a los 5 minutos de juego, que nuestro Ángel favorito resolvió sin mayores complicaciones. El partido siguió transcurriendo con más o menos tranquilidad, y el Atleti desaprovechó alguna que otra buena ocasión, como una de Cunha tras asistencia de Correa que atajó bien el guardameta visitante.

 

Por su parte, los gerundenses no perdían tampoco la cara al encuentro, y Oriol Romeu  también avisó en un par de ocasiones de que no habían venido al páramo por la celebración del día de la Hispanidad precisamente.

 

Sobre el 39, Carrasco tuvo también una buena oportunidad, pero su remate siguió la tónica habitual de los que últimamente realiza: o no va nunca entre los 3 palos o hace un interminable slalom de esos de los suyos para terminar rematando cuando se le ha echado todo el equipo rival encima, con lo fácil que es, cuando se sale del primer recorte o regate al borde del área, o bien disparas directamente, o centras a un compi mejor situado. Pues nada, que a Yannick le ha dado por ahí, y que si quieres arroz, Catalina. Con este 1-0 llegamos al descanso.

 

La segunda parte empezó como terminó la primera, a saber, con chicharrito de nuevo de Ángel Correa, esta vez aprovechando un regalito de mi amigo, qué digo amigo … Hermano, Juan Carlos. El gol estaba chupado, cierto, pero había que estar ahí, atento, presionante y luego definirlo lo bien que lo hizo.

 

Poco después tuvo otra buena ocasión Nahuel (que, a velocidad de tortuga, pero parece que poco a poco se va asentando en su sitio) en un remate bastante complicado de volea tras una mágica asistencia de Carrasco. En el minuto favorito del “Hombre de Club” esta vez quitó al ya mencionado cambio de Diosito, a Carrasco y a Cunha (tampoco entiendo nada, no para de decir en rueda de prensa que el brasileiro merece muchos más minutos, pero oigan, como si el tema dependiese del bueno de Carlos Peña, y con él no fuese la cosa, tengo la impresión cada día mayor de que los cambios de nuestro Míster ni dependen del resultado, ni de la disposición táctica, ni de la propia intención de juego, sino simplemente va repartiendo minutos entre unos y otros sin mucho orden ni sentido, aparte de que cambiar 3 tíos a la vez nunca me ha hecho excesiva gracia tampoco … En fin). El caso es que al Atleti le sentaron peor que la puta mierda de pastis que me tomo yo para el rollo del azúcar, y al Girona, mejor que a mi un buen Gin Tonic después de un buen homenaje de los míos.

 

Así que, fruto probablemente del “dónde me sitúo yo, quita que tu vas allí, pero tu aquí qué haces”, y desbarajuste táctico del equipo en general, llegó el tanto de Riquelme, tras un rechace del mismo en Giménez, que hizo imposible el atajar el balón al bueno de Oblak. Para desesperación de Jan, la verdad es que todo bicho viviente del Gerona pudo rematar a placer desde el borde del área sin que nadie hiciese amago de ni siquiera estorbarle, manda bemoles el asunto. Y había alguno, de hecho, que lo hacía pero que muy requetebién, como un tal Alex García, que en dos ocasiones casi calcaldas hizo lucirse pero a base de bien a Oblak, el primero de ellos, doblándole la mano y acabando el balón en el larguero.

 

Para colmo, en el 87 Stuani también remató al larguero de cabeza, lo cual hizo crecer el sufrimiento de nuevo en el Metropolitano. El árbitro se sumó a la fiesta y se despachó con un descuento de 8 minutos (vayan ustedes a saber de dónde diablos lo sacó el menda lerenda) y al final, se terminó un nuevo día de las Peñas, que apunto estuvo de convertirse en el clásico de las Penas. Lo mejor es que estamos a 6 puntos de la cabeza, hemos superado ya a rivales bastante complicados, vienen ahora duelos, en teoría más asequibles (exceptuando San Mamés, aunque con la muchachada ya sabemos que nunca se sabe) y mucho enfrentamiento directo entre rivales directos nuestros, que, imagino, hará despejar un poco más la zona noble de la tabla. Así es que a ver si respondemos como debemos. No caerá esa breva, pero ahora mismo, la situación es la que es. No es tan mala como parece.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Activo Cunha, muy bien Diosito Grizzi (fue irse él, y deshacerse como un azucarillo en un sol y sombra el Atleti), más que decisivo Angelito Correa (dos nuevos goles para que el miércoles, seguramente, no sea titular de nuevo) pero excepcional Oblak, cuyas paradas fueron tan artífices o más de la victoria conseguida que los propios tantos de Correa.

 

 

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Pues fíjense que quería haber puesto también como “crack del partido” a la directiva nuestra, por el brillante, más que merecido y emotivo homenaje que se le dio esta semana a Kokinho (me lo tragué enterito, y eso, a pesar del continuo tono repelente y babosil a más no poder del “conductor” del acto, que creo que es el de la megafonía también, me supera, en serio, provoca en mí mi más salvaje y despiadado lado obscuro que se precie), pero nada, que no hay manera. Mi gozo  en un pozo, tras comprobar que el también más que merecido homenaje que debieron recibir ayer mis Hermanos Raúl y Beto, Teto, Neto u homólogo similar, con motivo de la celebración de sus 25 años de pertenencia como socios en esta bendita entidad que Dios nos ha dado, fue un acto forzado, vulgar, realizado a desgana, sin nada de emotividad ni de emoción. Uno recuerda, hace ya como unos 20 años, que tuve la fortuna de recibir la mía y mi acto resultó ser todo lo contrario: bonito, sentido, también nos dejaron dar un rulo por el campo, nos pusieron un buen ágape en condiciones y birras y bebidas varias a tutiplén (igualito que a ellos, que les dieron un triste ticket para tomar algo en no sé dónde). En fin. Da igual. No os dejéis llevar por esta impresentabilidad por parte del Club (una más, al fin y al cabo) al tener tan poco tacto y gusto para reconoceros vuestra lealtad y firmeza en la defensa de nuestros colores. Los que tenemos la inmensa fortuna de conoceros bien, sabemos de vuestra valía, vuestra dedicación, vuestro compromiso y vuestro sentimiento Atlético por los 4 costados de vuestro ser. Y eso es lo único que importa. Tenéis el mayor de los reconocimientos posibles por la gente que os acompañó y la categoría de los mismos. Y eso vale más que un triste ágape, al menos, para llevarse a la boca. Pero qué asquito me da todo esto, Dios mío.

 

 

 

 

ÁRBITRO: Uno de los Munuera (no sé si es más tonto, o el anterior).

Salvo el psicodélico descuento que realizó el ínclito, bien en líneas generales.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 1 GRADO).

Partido de obligado cumplimiento (un recién ascendido, en nuestra casa, tengan un poquito de orgullo y de saber estar, no me solivianten más aún, háganme el favor). Aparte, sigue sin convencerme prácticamente nada de lo que veo. Que sí, que va. Que ya me lo digo yo también …

 

 

 

Y el miércoles, todo o nada prácticamente en Champions. Siento deciros que soy bastante pesimista al respecto, así que, como me suele ocurrir en la vida, que todo lo que pienso al final termina ocurriendo siempre lo contrario, ¿Por qué no  esta vez también? Total, una más … …”Del Atleti soy, y tu eres la alegría de mi corazón” …

 

 

 

 

 

 

 

3 de octubre de 2022

Sevilla 0 - Atleti 2. Bálsamo Cervatillo.

De primeras, me gustaría celebrar con todos ustedes el ansiado final de la guerra de Ucrania, o, al menos, eso es lo que parece haber ocurrido según las huestes del Sr. Tebas, que han decidido quitar de nuestras tontallas el famoso “NO A LA GUERRA” por un simpático “NO AL RACISMO” (sin mirar a nadie, claro). Es lo que suele pasar cuando se  te ocurre no reír las  gracias al Fred Astaire retrasado de los escombros intelectuales de Concha Espina, y se monta la que se lio en el pasado derbi. Nadie echa en cuenta que ese equipo tiene como a 4-5 jugadores de color más y no pasó absolutamente nada con ninguno de ellos. Y, por supuesto, si la movida se monta con un pobre desgraciado pongamos el caso del Almería, la guerra seguiría en plena ebullición y aquí no hubiese pasado nada, monada. Son tan previsibles …

 

 

 

Pero bueno. Vayamos a lo deportivo. Buen partido del Atleti ante un Sevilla que anda echo unos zorros, la verdad sea dicha. Es curioso que se puede jugar bien al fútbol cuando tus defensas son defensas, tu centro del campo son centrocampistas y tus puntas son delanteros. Y si, encima, anda cada uno colocado en su sitio, miel sobre hojuelas.

 

La principal clave es la sensación de seguridad que gana este equipo con la presencia de Savic y Giménez en el campo. Desde Oblak hasta Don Álvaro, todo el mundo da la impresión de que se sabe el guión de memoria, se siente más seguro en lo que hace, en cómo lo hace y hasta sale más decidido en conseguir la victoria, da igual la cancha en donde juegue o la dificultad del rival. Dicho esto, a rezar ahora todo Cristo viviente para los dos mantengan su forma física intacta. Lo sé. Tarea ardua y sumamente complicada. Pero hay que intentarlo (por cierto, Felipe lesionado, noticia que producirá gran algarabía para sus múltiples detractores, para qué nos vamos a engañar tampoco).

 

Don Álvaro ya avisó a los 19 minutos de juego, enviando un balón a Heliópolis  tras asistencia de Koke cuando lo tenía todo para batir al Bono-Bus ese. Se le veía al Atleti mucho más suelto que en anteriores ocasiones, mucho más confiado, mientras que el Sevilla era un mar de nervios por todos los sitios (especialmente en su línea defensiva, es lo que tiene traspasar a tus centrales muy titulares del año pasado y traerte a cualquier cosa en sustitución de por ahí, no todos los días es fies, Señor Monchi, aunque, bien pensado, bastante tengo yo con lo mío, como para meterme a hacer largos en palangana ajena). Así que a los 29 minutos, gran cambio de orientación de Koke sobre el Lechugo Llorente, recorte fácil del cervatillo en cuestión, y remate seco y ajustado del mismo que se cuela de forma inapelable ante el que no puede hacer nada Bono-Metro. Un gol muy suyo. Vamos, de cuando los metía … Allá cuando hice la primera comunión, más o menos.

 

Pudo meter el segundo Don Álvaro de nuevo, pero su remate otra vez se marchó a Olímpico de Grecia, centímetro más, milímetro menos. También tuvo otra buena ocasión Saúl para marcar desde su especialidad, al borde del área, pero remató a colocar y atajó mansamente míster Bono-Renfe. Sin mayores sobresaltos nos fuimos al descanso.

 

Durante el primer cuarto de hora del segundo periodo, fue cuando se vio algo parecido al Sevilla que uno recordaba de antaño, pero el Atleti aguantó bien las embestidas rabiosas de los locales (ellos ponían el corazón, Savic, Giménez and company la cabeza). Y a todo esto, el bueno de Jan que da un brevazo de esos que tanto me encandilan desde su propia portería, Don Álvaro logra bajarlo al césped, Cunha ve el desmarque rápido del propio Morata y éste, ante la salida del señor Bono-Cercanías, pica con maestría y consigue el 0-2 en el marcador.

 

Desde este instante, y hasta el final, fue desesperante contemplar como nuestro Atleti es incapaz de hacer sangre de verdad al rival, despedazarlo sin piedad y poder haber conseguido una victoria histórica en el Pitzjuán, porque no se puede perdonar tanto, y de esa forma tan nuestra como suele suceder, por otro lado, cuando nos encontramos ante este tipo de situaciones. Diosito Grizzi salió en el minuto que el Sr. Hombre de Club tiene estipulado. Estuvo tan brillante en su distribución de juego como desquiciante en la definición de las 2-3 ocasiones clarísimas que tuvo. Yannick también realizó un slalom de los suyos con nulo resultado final cuando ya tenía todo para conseguir un nuevo tanto. Angelito Correa falló un gol de esos de muy propios también, a puerta vacía y desde el área pequeña, que solo él sabe cómo y por qué los erra … En fin. Lo que importa es el resultado (y el buen juego, para qué negarlo) y los goles, pues ya entrarán. De momento, conformémonos con el bálsamo cervatillo que nos endulzó la tarde del sábado tarde. Que no es poco, para los tiempos que corren …

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

 

Debido a mis ganas de ensalzar siempre a mi Corazón Purasangre Rojiblanco, Don Koke Resurreción, al cual ya di por superado el récord de Don Adelardo el día del Celta en casa (que Einstein de las matemáticas que se anda perdiendo la humanidad, madre), pues nada, que parece ser que esta vez sí que es la verdad, y ha superado el récord de partidos con la rojiblanca puesta, así que, como yo a mi gente no me importa hacerle un homenaje cada 5 minutos, si es menester, pues que me alegro un montón de ver lo contento que se puso, el reconocimiento que tiene tanto de sus compañeros como de la gente que sé positivamente que anda empapada de sentimiento Atlético por los cuatro costados (hasta la BBC se rindió a sus pies), que sus lágrimas de emoción son también las mías, y que ando pero que muy orgulloso del gran Capitán en que se anda convirtiendo, y del excelente pelotero que sé que es, cuando el pobre juega también en su sitio y no tiene que estar deambulando por todos los lados del campo arreglando los desaguisados de uno y dándole soluciones de pase por la torpeza de los otros. Y, para todo lo demás, ópticas San Gabino, señores. Y los pitos se los meten por el orto, ya puestos.

 

 

 

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

 

No del encuentro en sí, pero si que ha habido bastantes decepciones a raíz del maldito derbi de los zánganos, a saber:

 

  • Sr. Cunha, me cae usted muy bien, pero la próxima vez el bailecito con el citado anteriormente escombro intelectual se lo mete usted por dónde le quepa, si me hace vos el favor. Muchas gracias.
  • Sr. Joao Félix, más que le defiendo yo a capa y espada, no lo hace nadie, pero el derbi que disputó usted cuando más le necesitaba el equipo fue soez, sin personalidad, sin carisma, sin decisión y hasta sin alma. Y ese precisamente era uno de los partidos señalados en el calendario para vos. Se nos va a quedar al final en nada, y si no al tiempo. Otra nueva “joyita” para la colección.
  • Sr. De Paul, ya veo el grado de preocupación que tenía por la salud de su padre como para pedir el permiso de no jugar en el Sánchez Piztjúan, esgrimiendo ”motivos personales”. Con Argentina, por supuesto, sí que no faltó a su compromiso, y hasta cierto punto lo entiendo. Si resulta que hasta el propio “hombre de Club” sale en rueda de prensa a indicar que entiende perfectamente que para los jugadores sea su preferencia el disputar el Mundial antes que defender la camiseta del Club que representa (repito, para el “hombre de Club”, no para el Seleccionador Argentino, vaya temporada que me lleva cada vez que abre la boca, por Dios Santo), pues eso, lo que pasa siempre en este bendito Atleti: aquí nunca pasa nada, y si pasa, pues se le saluda. Por “motivos personales” puede uno irse, pirarse cuando quiera, jugar, no jugar, tomar medicinas, hierbajos … ¿Y qué más da?

 

 

 

ÁRBITRO: De Burgos Bengoetxea.

Impecable labor la suya.

 

 

Nuevo golazo de Don Álvaro, cargado de oportunismo, velocidad, clase y saber hacer (y den gracias a que no incluyo el del día de la Selección, cuya dificultad intrínseca en su ejecución bien valdría también contabilizarlo). Ya, si al “hombre de Club” se le ocurre no cambiarle nada más conseguir el tanto (todos sabemos que los grandes delanteros centros son de rachas, de momentos y de sensaciones), puede que la suma vaya creciendo considerablemente con el paso de las jornadas, pero bueno, mientras tanto, vamos cumpliendo objetivos, que no es poco.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 1 GRADO).

 

Comido por servido. El ridículo del día de los escombros se contabiliza con bajada de 3 grados. Por su parte, la siempre complicada victoria en Sevilla, suma tres  grados, así que ahí queda la cosa. Virgencita, virgencita, que me quede como estaba …

 

Y mañana, la Champions. Siempre deseo que gane el Atleti por encima de todo y de todos, pero mañana más especialmente si cabe que nunca empujaré todo lo que pueda para que consigamos el triunfo, ya que la presencia de mi Hermano Don  Rubio en tierras maléficas y endemoniadas, bien que lo merece… “¡Frente y Afición, Atleti Campeón!”

 

 

 

 

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