27 de febrero de 2023

Ciervos 1 - Atleti 1. Otro día más en la oficina.

A pesar de los pesares, a pesar de los Giles Manzano de turno, a pesar de repetirse de manera insistente y machacona siempre la misma historia, pasé una fantástica tarde de derbi en El Despacho, en medio de un ambiente espectacular a la par que sanote, y con la presencia a mi lado de Rafita y su hijo Alejandro, el cual podemos afirmar ya sin ningún tipo de duda que se ha convertido en un auténtico cachorro pata negra colchonero, y con las espaldas bien cubiertas por la entusiasta Doña Yayo (que me dejó varias perlas durante la velada para el recuerdo) y Don Ronin, que siempre, en sus visitas al Despacho las cuenta por victorias del Atleti, y casi también lo consigue en esta (una auténtica lástima) pero da igual, puedo asegurar y aseguro que todos los presentes nos machamos de allí con un sentimiento de orgullo y pertenencia sencillamente inigualable. Y es que ya lo expresé (o intenté, al menos) en un tuit después del encuentro:

 

 

 

 

El partido en sí fue un buen encuentro del Atleti. Fuimos un equipo serio, compacto, rocoso, solidario, dominante por momentos, y con personalidad en el terreno de juego. Tenemos un problema, eso sí, en la creación de ocasiones de gol, y es un contratiempo bastante frustrante, la verdad. El equipo de tres cuartos de campo hacia adelante lo hace de cine, pero, a la hora de tomar esa decisión final, ese pase definitorio, ese desmarque decisivo, casi siempre toma la decisión errónea, se equivoca o no está  del todo punto preciso. Y es una pena, porque por ahí tenemos un importante agujero por el que se nos suelen escapar demasiadas futuras ocasiones de gol claras. También fuimos fuertes, nos sobrepusimos al palazo de lo de Reinildo (que es un auténtico palazo), a la expulsión del Marginal Correa,  y hasta tuvimos los Santos cojones de, en inferioridad, adelantarnos en el marcador en el puto Santuario de ladrones ese. Poco más se le puede pedir al equipo en cuanto a actitud, desde luego.

 

Primera parte muy igualada, en la que el equipo del Imperio del ladrocinio solamente creó alguna ocasión en un disparo lejano de Ausencio, y en la que su gran figura estelar, el ínclito Gil Robaperas, a lo seis minutos de juego, ya se vió claro que tenía un plan a seguir y que casi le funcionó a la perfección, por cierto, cuando tuvo que decantarse por el equipo de sus amores una mano tan clara como absurda del pajarraco del Valverde (y ruego que alguien en la sala me explique la diferencia que hay entre la susodicha y la que le pitarón a Saúl el día del Geta en nuestra casa … ¿Hay alguien por ahí? Ya imaginaba. ¿Conclusión? Siguen sin pitarnos un penalti a nuestro favor. En toda la puta y Santa temporada. Otro día más en la oficina.

Otro dato a tener en cuenta fue la extraordinaria presión a la que nos sometió por todo el terreno pocilguil el fulero del Manzano. 5 faltas hubo en el total de la primera parte. ¡5! Pues bien, tres fueron tarjetas. Para que veáis el límite de despropósitos que hay en el arbitraje de este país, en la Premier (una liga mucho más física y de más contacto que la nuestra) llevan 16 tarjetas rojas solamente. Sin embargo, los pistoleros a sueldo de aquí llevan ya, a la misma altura de temporada, casi ¡100 tarjetas rojas! Demasié para el body, vamos.

A los 21 minutos de juego vino la lesión fortuita de Reinildo, que se pierde ya lo que queda de temporada. Mucho ánimo para él, al fin y la cabo, muchos jugadores han pasado por esa situación, y él parece fuerte tanto físicamente como de coco. Casi paralelamente, un buen remate desde fuera del área del anteayer trabajador Carrasco, que desvió el pequeño canguro a córner. Mientras tanto, el pistolero tarado que sigue a lo suyo, y ahora decide sacar otra psicodélica tarjeta a Koke (ya no es que te las saque, es la mirada que encima te echa el tipo de odio profundo y desprecio, qué ser, por Dios Santo), al minuto 36 el pistolero descontrolado ataca de nuevo, y saca otra amarilla no menos ridícula al Lechugo Llorente (tocó ligeramente en la cara al próximo premio Nobel de la paz denominada Binicius, o meméz análoga, sencillamente intolerable, vamos). Al borde del descanso, una buena opción de remate en segunda jugada que el gran Saúl de antaño hubiese conseguido tanto, mientras que el actual se trastabilla y no sabe ni cómo engancharla, y colorín, colorado, el final de la primera parte en la puta pocilga ha llegado.

En el segundo periodo el Cholo le dio de nuevo por cambiar de primeras a Barrios. No me gusta nada que le vaya pillando el gustillo a este automatismo, por cierto, por mucho que el que le sustituya sea el Suburbial Correa. Los Robaperas de blanco salieron a achuchar más (lógico, supuestamente se estaban jugando una liga), entrada criminal del joven Nacho (copyright, Doña Yayo) sobre Angelito, al cual le dejó la pierna como si hubiese bailado un chotis con un alambre de pinchos puesto, una buena ocasión de Diosito que se marcha lamiendo el palo de los robapartidos tras jugada de Yannick, a lo que los Fuleros bastardos contrarrestan estos con otro remate ajustado del ya citado Pajarraco Valverde.

Y en el 20 de la segunda parte, se repite la historia de nuevo. Esa historia cruel, indecente, nauseabunda a más no poder, de todos los años. En una acción en la que ese rascacielos plagado de mierda del Rudiger y Suburbial Correa andan disputando una posición, sin más. Angelito intenta zafarse de montón de mierda, y el Robaperas mayor del Reino de Gil Cadenas Manzano decide expulsar a nuestro suburbial favorito por manipular dicha acción a su capricho y convertirla en un codazo que solamente existió en su caliente mente vikinga. El homenaje a Amancio llego a su éxtasis principal. Para colmo, el futuro premio nobel de la paz del Binicius aparece por ahí para insultar y empujar a nuestro jugador, ante el aplauso ensordecedor de Alfredo Di Manzano. Todo tan asqueroso, todo tan deleznable, así se escribe la historia del Robaperas C.F. Por cierto, y los del VAR, ¿Bien, no? Pues no he visto yo rearbitrar rojas ni ná, pero claro … En el Santuario nunca toca. Si es que lo pone en el reglamento, joder. En fin …Poco más que añadir, otro día más en la oficina.

Pero hete aquí que el equipo, lejos de descomponerse, se pusieron el disfraz de espartanos colchoneros y decidieron dar un golpe sobre la mesa en el campo. A todo lo cual, y a falta apenas de 12 minutos para el final del encuentro, una maravillosa falta botada por Diosito Griezmann la cabeceó de forma sencillamente descomunal Giménez anotando nuestro tanto y poniendo al equipo por delante en el marcador, sí, con diez, sí, en el Santuario, sí, y a pesar del Ochaíta Manzano. ¡¡¡AUHHHHH, AUHHHHH, AUHHHHHH!!!

Y qué poquito nos faltó. Una lástima que el “MVP” del encuentro (es que te tienes que reír, un mamarracho que jugó apenas 13 minutos de juego) lograse empatarnos a la salida de un córner botado por el dopado del Modric, y que la citada reencarnación de Raúl, Di Stefáno y Zamorano juntos, logró empatar con un buen testarazo y poner el empate en el marcador, injusto a todas luces, sobre todo por coraje, por corazón, por personalidad, por superación ante las adversidades y por jugar, una vez más, con uno menos, y contra doce. Lo de siempre, vamos. Otro día más en la oficina.

El CRACK DEL PARTIDO:

La línea defensiva hizo un partidazo en líneas generales. Brutal Giménez los minutos que estuvo en el campo (golazo recordando al mejor Atlético Aviación posible incluido), Imperial Hermoso, bastante bien Molina, pero el jefe estelar del universo fue Don Stefan Savic. Juraría que no tuvo ni un solo error. Ni uno.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

Que se nos escapasen 3 puntos que teníamos ya hechos, máxime a la salida de un córner, en la que ahí la supuesta superioridad numérica de los ciervos se igualaba (aunque tampoco hubiese sido descartable que el propio Gil Juanito Manzano hubiese intentando el rematar también, vamos, se le tuvo que marcar estrechamente, e igual por ahí …).

¿ÁRBITRO?: Florentino Gil Manzano.

O el Atleti no plantea muy seriamente el tema de que vuelvan las recusaciones a los árbitros la siguiente temporada, o este problema lo vamos a tener siempre con este bastardo. No nos puede volver a arbitrar más, eso está claro. No tenemos el por qué aguantar los abusos de un tipo así. Como dijo el Cholo, yo pago una entrada, o un abono, por ver un espectáculo que este estúpido se encarga siempre de manipular y deformar a su antojo por la fobia que nos tiene. Y ya está bien, que esto cansa, y mucho.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (- 5 GRADOS).

Esta vez sí que voy a ser injusto, lo reconozco, porque corazón, mente y sentimiento me pide que suba los 3 gradazos reglamentarios que serían de rigor (e, inclusive, alguno más) pero mi conciencia, mi lealtad y mi personalidad no me permiten engañar al personal con euforias extrañas, así que demos por bueno la subida de, por otro lado, un importante y valioso grado positivo. Y la cantidad de palos que me van a dar los talibanes de turno va a ser de Campeonato, pero se siente, es lo que hay. Al fin y al cabo, mi lealtad hacia ustedes siempre será también de obligado cumplimiento.

Nada más. Aún ando muy mosqueado con todo este asunto pero toca seguir, y darnos ese aplauso más que merecido todos los Atléticos el próximo sábado precisamente por eso, por ser del Atleti. Para todo lo demás, Don  Rubén Cano ya nos enseñó el camino …

 

 

20 de febrero de 2023

Atleti 1 - Athletic 0. Respetando nuestra Historia.

Me llama mucho la atención el especial mimo que suele tener nuestro Club con determinadas fechas, actos y celebraciones con otros equipos, como suele el caso especialmente señalado del Athletic. Conste que no critico dicha actuación. El que todos seamos conscientes de quiénes somos, de dónde venimos y cuáles son nuestras auténticas raíces nos tiene que enriquecer especialmente al hecho de ser un Atlético. Cuánto más conozcamos nuestra Historia, y aprendamos de ella (tanto de aciertos como especialmente de errores) mucho más fuertes seremos.

 

Que yo recuerde, y desde que soy socio de este bendito Club, es el tercer homenaje ya que reciben los del Bocho. En su 50 aniversario, creo recordar, también cambiamos nuestra indumentaria en el Calderón. Fueron los invitados de honor a nuestra despedida en un acto que jamás debió de producirse, por cierto, de nuestro mítico Estadio de Don Vicente (también cedimos nuestra vestimenta), y ayer, con motivo del 125 Aniversario del equipo vasco, volvimos a tener el detalle de ceder nuestra camiseta como reconocimiento y homenaje a nuestros padres (que por mí, dicha camiseta en concreto, la cedía por los siglos de los siglos, y con la que salió el Atleti suplente ayer, también, ya puestos también, pero bueno, todo esto es harina de otro costal), aparte de invitar a exfutbolistas de ambos equipos, peñistas suyos y demás. Todo es muy bonito, todo muy respetable, todo muy entrañable. Relatado tanto acontecimiento erótico-festivo, que digo yo que ellos, alguna vez en su vida, podrían tener también un pequeño guiño con nosotros, ¿No? Porque en este sentido, vamos ya 3-0 (del ambiente hostil de San Mamés no hablo, porque jamás criticaré que una afición apriete y se vuelque con su gente, me gusta cantidad que nos den caña, y cuánta más, mejor, en el fondo, eso también es síndrome de respeto). Venga. A ver si el año que viene se tiran el rollo y nos invitan a la Rock and Roll a ir para allá para ver el encuentro, aunque solo sea.

 

¡Pues qué chulo todo! Tengo la impresión de que, menos defender nuestros símbolos, nuestras auténticas indumentarias, a nuestras leyendas, y nuestra personalidad, oyes, la de los demás, se nos da de cine. Qué cosas que tienen los delincuentes.

 

Y en este ambiente tan rosadamente perfumado y suavizado, no, lavado con Perlán, empezó el encuentro.

 

Y, para no perder la costumbre, realizamos una de nuestras clásicas primeras partes, a saber: carentes de juego ofensivo, de profundidad, de magia, como simples peones sin más cometido que el que pasen los 45 primeros minutos de rigor sin pena ni gloria.

 

Por su parte, el Athletic vino con más ganas y decisión por llevarse esta importantísima victoria (tanto en lo profesional como emocional) suya. Si no fuese porque es el guión que se repite constante y cansinamente cada 15 días en el Metropolitano, dirían que salieron decididos a lograr adelantarse en el marcador, y tampoco me creo que todos los equipos siempren nos jueguen con ese poderío. Simplemente, es nuestra táctica empleada. Se aguanta, se desgasta al rival y mientras no nos terminen de hacer pupa, ya llegará nuestro momento. Como desarrollo táctico puede ser genial, no lo discuto. Como entretenimiento, resulta, eso sí, sencillamente soporífero. Pero hasta decir basta, vamos.

 

¿Ocasiones? ¿Qué es eso de ocasiones? Pudo haber una clarísima de Williams, allá por el 35 de juego, pero Reinildo apareció de la nada solventándola. Un par de minutos más tarde, un claro aunque escorado mano a mano de la Carrasca que sacó Aguirrezabala (mientras, Llorente, estaba solo completamente a su derecha esperando para remachar el tanto). Y entre  bostezo y bostezo, lo único que lograba sobresaltarme de mi sofá era la tos perruna con la que Dios me ha obsequiado en esta semana llena de pasión y gloria que llevo encima. Tengo claro que Tomigáfez está mejor en casita que en el Páramo, visto los acontecimientos que se han desarrollado durante la nefasta presente temporada, pero oigan, de eso, a contagiarme con un puto virus de una forma tan bestial, media un abismo. Si no hace falta que me echen nada, hombre, tengo bien claro que quiero yo mucho más al Atleti que el Atleti a mi. Controlen la dosis que me ponen, o la próxima ya es que ni lo cuento.

 

En la segunda parte, sin embargo, la cosa cambió bastante. El Atleti fue un equipo mucho más decidido, mucho más presionante, más constante, buscó la verticalidad en todo momento y estuvo decidido en su lucha por la victoria. Vamos, lo que uno espera tras sacarse un abono para ver a tu equipo, especialmente en los encuentros que se disputen como local.

 

Eso sí, el primer aviso (y único) fue del Athletic, en una acción individual de Niko Williams que Oblak detuvo despejando el balón con su mano de hierro sideral.

 

Todo los demás, Avanti, Atleti, Avanti. A los 5 minutos ya avisamos, esta vez sí, de un latigazo tan particular del otrora Carrasco (actualmente Carrasca) que Aguirezabala (a partir de ahora, “el meta vasco”, que ya me he peleado dos veces con el puto nombrecito del orto) respondió con una excelente mano dura.

 

Tras la sustitución de Marginal Correa de rigor, y la enésima falta al borde del área lastimosamente lanzada por nuestro equipo (es jodido hacerlo cada vez peor que en la anterior, pero la muchachada en esto no da tregua, y se supera partido a partido, qué desesperación, por Dios Santo), vino el golazo de Diosito Griezmman, en una combinación con el defensa vasco, que tropezó con el balón al intentar devolverlo a su vez Depay, y definió como siempre no me canso de indicar que hay que hacerlo: según entras en el área, cruzar el balón rápidamente al palo en que no esté cubierto el portero, y ya está. No hace falta ni que vaya fuerte ni nada. Dicha definición es la perfecta. Es más efectiva que invitar al Señor Patriota a un cubo de esos plagados de botellines. Éxito garantizado.

 

Dos minutillos más  tarde, Don Álvaro (sorprendentemente en posición legal, por eso marró la ocasión, claro) tuvo otro mano a mano que cruzó en exceso (da igual, es mejor ejecutar así que perderse en regates y controles a ninguna parte, que se ocupe de no estar en orsay, sin más, el próximo le entrará…o más me vale, que veo que la apuesta se me escapa a borbotones).

 

Del Athletic, por su parte, ni rastro. Al Cholo que nos le dio un ataque histerismo histriónico intentando conseguir que el resto del campo logre apretar como solamente el Frente sabe hacerlo (por más que lo pruebe, morirá en el intento), y el Atleti, que terminó dejando un estupendo sabor de boca en esta excelente segunda parte. Así que, broche de oro para un partido tan especial para los visitantes, un equipo que, aparte de ser fiel a sus principios, defiende los mismos a capa y espada, muere por ellos les vayan bien o no tan bien las cosas, cuidan sus símbolos como nadie, tuvieron que cambiar su campo por uno que construyeron a tan solo 1 km. del anterior, para que la cruzada fuese lo menos dolorosa posible para sus aficionados y mantuviera su esencia impoluta del viejo San Mamés. Curiosamente, y en tiempos de persecuciones hacia los grupos Ultras, ellos, sin embargo, se han dedicado a potenciar su grada de animación (y bien que se nota, por cierto). Como institución y forma de ser e ir por la vida, tengo el máximo respeto y admiración por el Athletic Club. Es una pena, sin embargo, que nosotros, habiendo crecido tanto como lo hemos hecho a lo largo de nuestra historia, en lo fundamental, y desde convertirnos en una puta SAD, hayamos aprendido tan poco de ellos, al menos, en lo que los tiempos presentes nos conciernen. Cualquier parecido entre padre e hijo, es pura coincidencia, créanme.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

Pues Diosito estuvo inconmensurable en el tanto, pero no menos estuvo Reinildo en 2-3 apariciones suyas estelares, siendo un tapón constante frenando el ímpetu bilbaíno. Uno anda viendo el juego, y no sabe de donde sale, pero ahí aparece siempre como un  relámpago voraz y despiadado. Así que, honor y gloria para Relámpago Reinildo.

 

 

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

 

Ver al Cholo completamente desesperado porque el resto del estadio no crea el ambiente que él desea. A mi me duele en el alma contemplarle así, la verdad, pero, como buen asalariado que es de su empresa, no se quiere mojar en nuestra reivindicación (ni él, ni nadie, vamos, aquí solo queremos un yupimundo de juju, jaja, jiji, y Viva Cartagena). Quizás un pequeño guiño por su parte podría hacer cambiar al Frente de idea. Como nadie mueva ficha, la cosa seguirá igual (o peor).

 

ÁRBITRO: Munuera.

Esta vez nos tocó el menos tonto de los hermanos Tonetti éstos. Buen arbitraje el suyo.

 

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 6 GRADOS).

Pues hala. Dedicados a todos los que galopan impunemente en búsqueda de atizar al gran Termómetro un día sí, otro también. Subida de 2 gradazos al canto. En la locura de vuestra sinrazón, tendréis siempre nuestro perdón.

 

Y el sábado, si mi maltrecho estado de salud no me lo impide, Al Despacho a ver el derbi, que ya toca. Ya saben lo que nos esperan: semanita zoológica (que no zoofílica) a tutiplén. “Más allá de la curiosidad, surgió un amor, la primera vez que yo entré en el Calderón”.

 

13 de febrero de 2023

Celta 0 - Atleti 1. Premios Poya 2023.

Buenas noches:

Un año más, volvemos a castigar a mi siniestra y sufrida audiencia con los Premios más disparatados a la par que descontrolados Poya, en la edición 2023. Esperemos que sean del agrado de todos ustedes (aunque lo más normal es que no sea así, pero se me aguantan y se me portan disciplinadamente bien, háganme el favor). Eternamente agradecida. Empezamos, pues.

 

Premio Poya mejor actor Protagonista. Oblak, por .. “El Milagro del Padre Jan”.

Hacía tiempo que el bueno de Oblak no hacía ninguna de esas paradas que dan puntos, que suponen victorias, pero ayer nos volvió a ofrecer su mejor versión, estuvo veloz de movimientos cuando Aspas remató solo solito solo delante de él y sacó el balón sobre la misma línea, tras pasarle por debajo del cuerpo, y prodigioso de reflejos en su escalofriante parada al remate a bocajarro de “Reinildo Pichichi, Binicius Subnormal”. Y eso que en la segunda parte estuvo medio renqueante. La gran estrella de la velada.

 

Premio Poya mejor maquillaje y peluquería. A Diosito Grizzi y Marginal Correa, por “Y yo con estos pelos”.

Que si el uno con el pelo de rosita, que si el otro de blanco oro … ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Witsel se rapará al cero? ¿Koke se dejará rastas? ¿Morata meterá un gol sin estar en fuera de juego? ¡Basta ya de faltas de respeto a esa camiseta y ese escudo! (claro que, para poder respetar dicha camiseta y dicho escudo, la primera debería de ser algo digna, y lo segundo no un puto logo comercial de mierda con el que no se siente identificado ni Dios).  Claro. Así es imposible.

 

Premio Poya mejor Cortometraje Documental, a Don Stefan Savic por “Pánico Nuclear”.

Ay, la que montó el pollito cuando Seferovic le ganó la espalda, precisamente cuando más y mejor estaba jugando el Atleti, y le tuvo que hacer falta tras su persistente agarrón continuo (que era de roja flagrante, tal y como señaló el colegiado). Y encima, tanto el Cholo como el propio Savic pidiendo que se viese en el VAR de nuevo. Y servidora, acojonada perdida pensando en que, como fuese a verlo, igual pitaba hasta penalti al terminar cayendo el jugador local dentro del área. ¡Qué caos entró al equipo, en un partido que debería de haber ganado, inclusive, hasta con más suficiencia y todo! Hay que ver, y qué cosas que nos pasan, madre.

Premio Poya mejor actor Novel. Pablo Barrios, por … “El joven detective”.

Parece ser que casi todo el mundo vio fatal ayer al chaval. Curiosamente, para mi estaba haciendo un partido más que decente, con personalidad, desparpajo y sencillez. Y, desde luego, no entendí absolutamente nada su sustitución en el descanso. De hecho, el equipo, con su presencia en el campo, no jugó mal hasta tres cuartas partes de campo, dominó, apenas pasó apuro alguno en esa primera parte y aunque tampoco generó nada que llevarse a la boca en ese dolor de cabeza que se llama “El pase final”, al pipiolo le vi en buena línea y enchufado. Soy de los que piensa que para sustituir a un menda en el descanso lo tiene que estar haciendo no mal, sino como Almodóvar. Y es que, estoy de los putos cambios …

Premio Poya mejor actor Sudamericano. A De Paul, por … “Cómo ser un Fornicaitor Lover”.

Con toda la estopa que le he dado, pero ayer, justo a raíz de que el equipo se quedase con diez, y hasta el final del partido, me parecieron brillantes sus minutos en el terreno de juego, echándose al equipo a la espalda y manejándolo son sapiencia, saber estar e inteligencia. Está en clara línea ascendente, y cuando se vio solo ante el peligro, como el Gran Gary Cooper, dio la cara y respondió.

Premio Poya Mejor Actor Europeo, a Memphis por … “El Mosquetero empalmado”.

Su primer gol en el  Atleti, un tanto de nueve puro, cazando un balón de espaldas, tirándose a ras del suelo y batiendo al guardameta local girándose sobre el pasto vigués.  Y en el minuto 88. Entró llorando el balón, sí, pero entró. Y nos va a venir de perlas su tanto. Conozco hasta tipos que me indican, embriagados de la emoción del instante, aunque, por otro lado, sin ningún respeto, reparo ni  sentido de la vergüenza ajena, que el citado Tulipán Negro (con perdón) va a anotar más tantos que el gran Don Álvaro. Veremos quién se acaba al final comiéndose el bocata de jamón, de mortadela o de polvorones. Encuestitas a mi … ¡Bah!

 

Premio Poya peor Actor Secundario. A Carrasco, por … “Psycho”.

Tengo ya auténtica psicosis con él. Esas galopadas a ninguna parte, ese conducir el balón sin ton ni son, esa tendencia a según va avanzando con el mismo, buscar atropellarse con cuántos más rivales, mejor, hasta terminar palmando el mismo. Me desespera hasta no sabemos qué punto. Inclusive, y aunque fue el protagonista secundario del tanto de Memphis, me exaspera igualmente, con su manía de disparar con cuántos más jugadores  tenga encima, mejor (así pasó, de hecho, que el esférico dio en medio Balaídos hasta que llegó a la zona de influencia de nuestro delantero). En fin. Donde algunos ven velocidad, yo veo atolondramiento y descontrol.

 Premio Poya Mejores Efectos Especiales. A Simeone, por … “La Cholctelera maldita”.

Lo más cojonudo de todo es que, encima, ayer no le puedo decir nada, pero yo cada vez que le veo agitar la coctelera de los jugadores para empezar el festival de cambios, me pongo en un estado de catarsis mortal de necesidad. No entiendo ese afán de que, al cuarto de hora de la segunda parte, y cuando el equipo está  en el mejor momento de juego del encuentro, empieza a manejar la Cholctelera sin ton ni son y el caos se empieza a apoderar de nosotros. En el minuto 60 ya llevábamos ¡3 cambios! En nuestro mejor momento. Pero … Carrasco, “asistencia” (por decir algo), Memphis, gol, puerta a cero, el Unocerismo como dogma de fe y bla bla bla. Así que, terminé rezando lo de siempre: Don Diego Padre es mi Pastor, nada me falta.

 

Premio Poya peor decorado original. A Balaídos, por  … “Atleti: La conquista de la Ruina”.

No sé por qué, hay una serie de campos que, por más que vaya transcurriendo el tiempo, nunca terminan de estar acabados del todo. Almería es un buen ejemplo de ello. Son Moix, otro. De la extraña ruina romana del segundo campo del Valencia en plena ciudad inacabado ni os cuento. Y ese fondo de Balaidos … Ayyy, qué tendrá ese fondo. Deben de poner un ladrillo por semana, o algo así. Da igual. Mientras el Atleti siga conquistándolo  temporada tras temporada, que sigan a su ritmo. No se me estresen, por favor.

Premio Poya Mejor Director. A Figueroa Vázquez, por … “El árbitro honrado, especie en extinción”.

Nada que oponer al homínido en cuestión.

Premio Poya Mejor Guión Original. Al Termómetro Rojiblanco, por … “ - 8 Grados: De obligado cumplimiento”.

La vida sigue, pues,  igual de gélida e insípida por el devenir de la Escuadra Rojiblanca, ALE, Te queremos Forza Atleti  ALEEE …

 

 

6 de febrero de 2023

Atleti 1 - Getafe 1. La maldición del Páramo.

La leyenda continua. La maldición que no cesa. Inicio de la segunda vuelta ya, y sigo sin ver ganar al Atleti en el puñetero páramo ni por asomo. Y ojito, está vez tiré de manual. Pillé el Metro disciplinadamente, utilicé mi “dress-code” (asco de palabrita, Dios Santo) de toda la vida, me bajé en Canillejas, fui andando hasta el campo, tomé una simple birra por el camino y entré al mismo en tiempo y hora. Encima, el rival era el Getafe, equipo al que llevábamos veintitantos partidos seguidos ganando, creo recordar. ¿Qué podía salir mal? Pues ni puta idea, pero algo se me perdió en el intento de ver ganar al Atleti. Otra vez.

 

Hablando del “dress-code” (la pinta que uno lleva de toda la vida, vamos), observé henchido de orgullo y satisfacción como  cada vez somos más que usamos este tipo de vestimenta para ir al fútbol, a saber: un par de buenas zapatas, camiseta del Atleti, bufandita de rigor y … El inefable e insustituible pantalón de chándal, odiado por algunos, imprescindibles para otros. Todo el que va al fútbol así, está claro que anda preparado para el Rock and Roll. Y es que se ve cada cosa por ahí … Algunos hasta llevan sudadera del Racing de no sé qué antes que lucir nuestros propios colores. País.

 

Tras mi par de pajas mentales de rigor, hablemos un poco de fútbol, aunque en realidad, no hay gran cosa de la que hablar, no se me vayan a pensar. El partido fue sosaina, tirando a peñazo sumun. Eso sí, jamás se nos debieron escapar los 3 puntos, pero … es lo que hay.

 

El Atleti dominó en este primer tiempo, pero por ocasiones de gol me sale poca cosa para llevarse a la boca. Algún disparo por ahí de Diosito Grizzi que sigue emperrado en patear al rugby por dónde manda casi siempre el balón, el ya clásico también gol anulado a Morata por fuera de juego, la no menos clásica acción sobre el propio Morata dentro del área que ya no sabe uno ni a qué atenerse con él, la verdad (dice todo el mundo que penalti claro, pero yo no lo termino de ver), algún que otro disparo de Lemar desde fuera del área tan intencionado como intrascendente, un buen susto al final de este espesito primer tiempo de Ünal en un chutazo desde fuera del área fabuloso tras rechace de falta que salió lamiendo el palo de Jan, y aquí paz, y después siesta.

 

En la segunda parte el Atleti mejoró, acosó mucho más la portería rival y tuvo mucho más dominio, aunque solamente fuese algo más también de sensación de peligro que de ocasiones malogradas finalmente. La conclusión es que a la hora del remate final se nos nubla todo. Tuvo otra buena Lemar en un remate de cabeza a las manos de Soria, y en el minuto 15 de este periodo llegó la jugada psicodélica de la noche. En una de nuestras enésimas internadas por banda derecha, la defensa getafense despeja el balón, éste le cae de nuevo a Lemar al borde del área, saca un chutazo duro pero excesivamente centrado que despeja de nuevo Soria, el rechace le cae al Marginal Correa, y este  bate, ¡al fin!, de forma sensacional al guardameta visitante.

 

Por supuesto, Mateu Lahoz anula el tanto por teórico fuera de juego (que finalmente no era). A su vez, el Cholo, con su estúpida manía de hacer cambios cuando un jugador acaba de hacer un gol, coge y le quita (el minuto 60 es lo que tiene para Simeone, es superior a sus fuerzas, está claro) al propio Correa y a Lemar, el VAR revisa la jugada, concede el tanto y todo el mundo se aturulla en el banquillo para celebrar el tanto con el argentino. Y digo yo, ¿No podías, al menos, haber esperado a saber si han concedido el gol o no, macho? ¿Tanta ansia tenías? Convencido me hallo de que si sabe que acaba así el desenlace final, no realiza dichas sustituciones ni mucho menos. Las cosas de Don Diego Pablo.

 

Posteriormente tuvimos una fantástica ocasión para sentenciar, en una  gran jugada de Morata, que cedió el pase sobre Diosito, pero éste centro (probablemente ya cansado en exceso) fatal sobre Llorente, que andaba solo en el segundo palo. No es que sean goles cantados, pero si situaciones de gol claras desaprovechadas. Y esto nos sigue castigando como un martillo pilón día sí, partido también.

 

Y, para finalizar, lo que Saúl te da (Pamplona), Saúl te quita (Geta). La verdad es que es una jugada que de tonta que es (y de injusta, por otra parte) te termina poniendo de muy mal genio (estado habitual, por otro lado, del que con esto os castiga). Un centro a ninguna parte, un salto un tanto soez, una mano involuntaria del todo, pero, en los tiempos que hoy se estilan, penaltito que te crio, y que lanzó como mandan los cánones (fuerte, a media altura y ajustado al palo), Ünal (no es mal jugador el turco éste).

 

Finalizo. Minutos  típicos a la desesperada del Atleti, galopadas de Carrasco descabezadas, remates de éste al borde del área que uno no tiene claro si se trata de un centro o de un disparo, Menphis que tuvo otra pintiparada en el descuento (paradón bestial de Soria incluido, y ojo, aunque se  hubiese señalado inicialmente fuera de juego, no lo estaba, que lo contemplé luego bien clarito por la pequeña tontalla) y nada, que no hay forma de ver un puto partido este año ganado al Atleti como local. Por favor, admito sugerencias (ya les anticipo que el día del Athletic, de todas formas, no piso el campo). Puto Páramo, y puta maldición.

 

EL CRACK DEL PARTIDO:

El mejor fue sin duda Don Ángel Marginal Correa. Ye me encanta personalmente verle siempre aquí.

 

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO:

El estado de tensión en que se encuentra el Metropolitano. La huelga de animación es totalmente justificada, correcto, pero (desgraciadamente, añado) es una batalla completamente perdida. Por supuesto, estamos en nuestro pleno derecho de protestar (solo faltaba) pero siento mucho la misma especialmente por Don Diego Pablo, que en cada rueda de prensa que le escucho desde que dicho estado de guerra civil se ha implantado por estos lares, le veo implorar y suplicar que volvamos a nuestra actividad. Estamos en una situación muy mala, y con difícil salida de la misma. A la dirigencia se la suda lo que hagamos o dejemos de realizar, es más, puede ver una ocasión pintiparada para lo que tanto desea: expulsar del Fondo a los Ultras y llenar la misma de “Flaneros”, con sus perritos, sus pizzas, su fanta de limón y el “Alabín, Albabán, Alabín, Bom, Bam”. En cuanto a los silbidos del resto del campo cuando se defiende nuestro escudo, o se ataca a los delincuentes del palco, ellos sabrán, pero, que yo sepa, nadie se pone a berrear cuando ellos (en buena lid también) deciden animar al equipo. ¿Conclusión? Este asunto va a ir a peor. Mucho peor. Y ojalá y me equivoque en todo.

 

 

ÁRBITRO: Mateu.

Pues como siempre. Sus charlas a los jugadores y a los técnicos para que le den sus minutos de gloria saliendo por la tele, y poco más, que el partido no tuvo tampoco mayores complicaciones que las ya relatadas.

 

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (- 8 GRADOS).

 

Ya avisé que los tiempos de la barra libre habían acabado. Es del todo punto intolerable que nuestro campo sea como El Corte Inglés en rebajas. Aquí todo el mundo pilla tajada, y el Termómetro no anda para más tontadas, así que nueva bajada de 2 grados tocan.

 

Y el domingo, a Vigo, en donde parece que ser que nos han dado la friolera de 25 entradas para acompañar al equipo. Pues nada, que siga la fiesta, compadres. ¡Larga vida al Señor Tebas y sus compinches! … “Antic, Leivinha, Adelardo, Toni, Simeone, Griffa, Pereira” …

 

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